Inicio de campaña electoral para la Asamblea Nacional

En la vida me ha tocado, no lo considero destino ni designio de fuerzas ocultas de la naturaleza, sino consecuencia lógica de una posición firme, constante e indeclinable en la existencia i, por otra parte, el impacto en el ambiente social, intelectual i político que me deparó la suerte o el azar, estos parámetros indefinibles e incomprensibles para los seres humanos; en palabras de un filósofo español, relación entre el “yo i su circunstancias”.

Cuando a la edad que tengo, i llevada una vida de lucha constante entre mi posición ética en la vida –expuesta desde 1978 en una novela-ensayo (porque curiosamente es novela con prólogo, o tal vez “nivola” como decía Unamuno, titulada Ajedrez de mundo) donde expongo indirectamente en el protagonista, mi weltanschaunng o filosofía, guiada por una ética sin nombre, por ser una temeridad asignarle alguno; i como asentando una posición filosófica, a la manera como lo hizo Sastre en La Nausea, en el existencialismo. Sin embargo, esa novela filosófica (allí esta mi posición en todos los rublos social, económico, religioso, artístico, filosófico i sobre todo ético) fue ignorada hasta por mi mejor alumna en filosofía, Gloria Comesaña, quien me había prometido un Foro de Estudio sobre la obra, cuando fue Directora de la Escuela de Filosofía en la Facultad de Humanidades. Empero, esa lucha, de hombre de pensamiento de izquierda, sin ser comunista ni pertenecer a partidos afines (siempre adversé al MAS por ser una falsa izquierda, buscadora de cargos en el gobierno i con una sola i pura excepción: Luis Hómez), pero como estudioso i graduado en filosofía, un conocedor del pensamiento marxista (admirable como filosofía en muchos aspectos) filosofía sobre la cual tuve que impartir docencia en mi cátedra de Filosofía de la Historia durante unos veinte años. Estoi, al mismo tiempo que explicando mi posición en este evento electoral, haciendo como un inventario de vida, pues posiblemente sea poco lo que resta de ella, aunque tengo en los momentos motivos de suprema felicidad, al ver que una de mis hijas, Aura Cecilia, me ha seguido los pasos en amar a una profesión tan bella i noble como la medicina. Mas, sigamos en la política.

Cuando en las elecciones de 1998, vimos triunfar el movimiento que muchos venezolanos sentimos como nuestro desde el 4 de febrero, tuve en suerte hacer amistad con el presidente Chávez recién salido de Yare, cuando recorría el país acompañado solamente por Durán Centeno i el chofer de ambos. I mientras duró aquel binomio Chávez-Arias, sorpresivamente este último me postuló para la Asamblea Nacional Constituyente; luego abandonó la búsqueda del respaldo de firmas i fue su secretario de gobierno quien, en su partido PPT, se hizo el propósito de darme el respaldo de firmas que me llevó a la ANC. Esta es historia que he referido otras veces i no quiero repetir, porque esa misma persona me ha resultado una especie de “miquilena” personal.

Lo cierto es que, de los 13 diputados por el Zulia, desde el principio me distinguieron (quizá por credenciales i edad) i en el acto de proclamación en el Hotel Maruma, me dieron el discurso de compromiso con el Zulia i el proceso revolucionario; luego en Caracas, prácticamente era el asesor intelectual del grupo i creo que en la Asamblea cumplí, si no mejor que todos, por lo menos entre los mejores que, por cierto, fuimos pocos, teniendo que destacar los esfuerzos de Gastón Parra Luzardo, como el más distinguido en la ciclópea tarea de salvar a PDVSA desde ese entonces. En los aspectos que me tocaron (Comisiones de Administración de Justicia i la del Poder Moral, luego Poder Ciudadano, creo que cumplí a cabalidad) i en las plenarias, quizá fui el abanderado en la defensa de los Derechos de la Mujer (así lo recogieron en un libro titulado Los Derechos sexuales y reproductivos en la nueva Constitución Venezolana, publicación coordinada por Mercedes Muñoz, i a cargo de RED-POB del Fondo de Naciones Unidas) i creo fui el único parlamentario que sus ideas sobre estos aspectos, los imprimió en xeroscopias i lo repartió a los interesados en los mismos, especialmente a detractores como H. Escarrá i Olavarría.

Precisamente, por haber bien cumplido con mis obligaciones (nuevas para mi condición de médico i profesor universitario i artista), cuando regresé al Zulia, por escogencia unánime en Caracas i aquí en Maracaibo, me nombraron (pese a que no quería aceptar) presidente de la Comisión Legislativa del Zulia, para la liquidación de la Asamblea Legislativa, un verdadero antro de corrupción que no solamente disolvimos de acuerdo a lo pautado nacionalmente, sino que dejamos asentado un modelo de organización para el próximo Consejo Legislativo a elegirse, saneamos deudas, ahorramos casi un millardo i fue la única Comisión nacional que cumplió con lo propuesto. Tengo archivos i pruebas a mano i dejando constancia de que tuve l0 legisladores honestos i eficientes que cumplieron i una secretaria de actas maravillosa, así como la colaboración del secretario privado Dr. Humberto Bracho Vale, ahora mi suplente en la postulación actual. También un Administrador íntegro i honesto como Rigoberto Rincón. Posteriormente, algunos me insinuaron que debía ir a la Asamblea Nacional pero no quise i por ello acepté la Comisión Legislativa, ya que según lo establecido, si desempeñábamos estos cargos, no podíamos ser electos a esa asamblea.

Sin embargo, viendo los acontecimientos de estos años llenos de dificultades, los grandes i graves acontecimientos propiciados por una oposición que no es tal cosa, sino un enorme grupo conspirativo i vendepatria, con poder de dinero i de todos los medios de comunicación posibles, más la baja calidad de muchos parlamentarios de ambos lados (oficialistas i opositores) donde hasta el lenguaje es pobre i las ideas escasas, he pensado que todavía tengo capacidades i conocimientos i ética que ofrecer a la patria. Por eso, desde hace años (léase bien: años) noté que en el MVR existe un cerco invisible para el presidente. Durante unos tres años, me ha sido imposible acercarme a él; no han valido cartas (hasta enviadas con parlamentarios), faxes, correos electrónicos (email), carpetas con emisarios de protocolo, solicitud de audiencias en Miraflores acompañado por mi abogada Esmeralda Bracho testigo de estas cosas; llamadas telefónicas a distintas instancias, etc., i el resultado: cero comunicaciones. Luego, este año, desde el inicio del segundo trimestre, he tratado de entrar en comunicación con los parlamentarios del Zulia, para manifestarles mi deseo de ir a las elecciones del 4 de diciembre i no ha sido posible que ni una sola vez, alguno de ellos me atendiera; cuando algún secretario atendía la llamada, decía: está ocupado; está en una reunión o cualquiera otra excusa. Él o ella, lo llamarán luego. Jamás una llamada. Un cerco de silencio absoluto. Una vez, por medio de mi amigo Rodríguez Mota i su celular, logramos comunicarnos con mi “miquilena” particular. Manifestada mi intención me dijo: “ya pasamos las listas; pero te voi a hablar con el general tal, para que él le pida a Chávez a ver si te inscribe”.Esta misma noche te llamo para darte la razón o respuesta. Obviamente, hasta el sol de hoi. Pensaba que hablaba con alguno que no había tomado ni la Misión Robinsón 1. Decepcionante i disolvente de una amistad que compartió casi 7 meses de vivienda común en Caracas durante la Constituyente. ¡El genuino político que no piensa ni en su madre o su padre!

Por ésta i muchas otras razones largo de contar, resolví presentar mi candidatura por iniciativa propia i tuve que hacerlo dentro del lapso estipulado, presentándome acompañado solamente por Esmeralda Bracho i mi hija Alicia, próxima también a graduarse en Comunicación Social (antes Periodismo, i otras de las pasiones de su padre). Sin embargo, al exigírseme 7.240 firmas, consideré que era un imposible. Entonces, un abogado amigo i otros universitarios me ofrecieron un primer apoyo; luego mi amigo el profesor Omer Muñoz, un luchador de izquierda, mepista genuino i profesor universitario i un conjunto de partidos que son igualmente pueblo genuino, revolucionarios de verdad (sin aspiraciones de privilegios ni cargos) i también pueblo genuino, auténtico, como Tupamaros, MDD (Movimiento Democracia Directa) i otros, me ofrecieron su respaldo dándome el aval de creer ciertamente en mi posición política independiente, pero identificado totalmente con el proceso revolucionario i con el Presidente Hugo Chávez Frías. Creo que pocas personas en el Zulia, territorio que han dejado en manos de un hombre sin relieves i firmante del decreto del Carbonazo (que ha debido ser enjuiciado, pero el gobierno respetó dignamente la voluntad de los electores de entonces), haya escrito más que yo en defensa del proceso revolucionario, no con artículos mediáticos de señalamientos aislados, sino con escritos de fondo de los grandes problemas (que quiero publicar en un libro i no tengo editores), solamente que no han llegado al pueblo marabino, por el veto de los medios de comunicación, especialmente la prensa local. Ninguno de los parlamentarios del Zulia ha escrito ni el 10% de lo que he publicado en APORREA, ENCONTRATE, LA HOJILLA I ALGÚN OTRO MEDIO OCASIONAL, o las oportunidades que solamente me dan algunas emisoras o en Televisión, mi amigo Rodríguez Mota o el Padre Vidal Atencio. Los otros medios i periodistas me ignoran, aunque en muchos temas incluso de arte o de medicina, saben que soi más autoridad que muchos. Para CORPOZULIA, POR EJEMPLO, NUNCA HE SIDO Zuliano. Es apenas ahora, con el Gral. Martínez Mendoza, cuando por primera vez, se me envió a un Congreso en Santa Marta en Colombia, para hablar de la Doctrina Política del Libertador. Desde los tiempos de F.Chumaceiro, Corpozulia solamente me ofreció para la apertura de una de mis exposiciones de pintura “aunque sea para los pastelitos”, cuando tuve que responderle que en mis “vernissages” jamás había ofrecido pastelitos. Igualmente he oído en TV hablar de la Corea de Huntington, enfermedad i problema develado por Américo Negrette en San Francisco i Lagunetas, del cual se han ocupado también, hombres como Orlando Castejón, Ernesto Bonilla, Felipe Argüello, Francisco Ferrer, i otros, pero que en la parte social del problema, quizá solamente lo hemos hecho Ramón Ávila Girón i quien escribe, puesto que las únicas publicaciones sobre este problema social son mías en prensa i revistas así como diapositivas, películas, etc., o investigaciones cuando tenía la cátedra de Sociología Médica. Sin embargo, todos colaboradores de Américo Negrette, somos ignorados.

Estos ejemplos, para algunos quizá sin relación a una candidatura, demuestran que en el Zulia de lo que menos se ocupan algunos parlamentarios, es de sus grandes problemas sociales, sencillamente por desconocimiento o impreparación para abordarlos, como el gran problema social del embarazo de adolescentes i el problema de la despenalización del aborto, combatiendo el aborto criminal que parece apoyar la iglesia, con su posición no científica. Por eso, con sacrificio de mi salud, de tiempo que dedicar a tantos escritos, ensayos i libros que tengo pendiente; sacrificio de buenas lecturas, de pintar, de hacer poesía i dedicación a mis seres queridos (pues a mi edad no puedo jugar béisbol, hacer natación o bicicleta, como en mi juventud, pero no soi para empantuflarme en un sillón a ver basura televisiva, no quiero ser ruina del tiempo, como dice mi fraternal i dilecto amigo i poeta Manuel Martínez Acuña), he pensado que igual compromiso tengo con la patria i con el pueblo; ese pueblo que cada día admiro más por sus demostraciones; que cada vez meto en el alma al conocer bien hazañas como las de Alí Primera quien, desde la más humilde infancia, se transformó en un cantor que en sus canciones metía en mente i espíritu la soberanía de la patria, la libertad, la gloria i lucha de Bolívar; pueblo que un mes de abril de 2002 dio un ejemplo insuperable de unidad, heroísmo i fidelidad a un ideal, a la América i al mundo. A ese pueblo, siento que le debo i que lo amo.

Por eso, presentarse en lista o uninominal en otros grupos o partidos que apoyan la revolución con más devoción de pueblo (ahora comprendo que Tupamaros es más genuino pueblo que muchos otros sectores), no es ser disidente en absoluto como he escuchador decir; sencillamente hago notar que el movimiento oficialista, está cayendo en vicios mui parecidos a los dos grandes partidos que destrozaron al país. He mirado simplemente, como vi en Bélgica el llegar la primavera, i he observado ya muchos cogollitos; i los cogollitos tienen intereses; i los intereses buscan privilegios i los privilegios forman “miquilenosos” i estos al fin forman tremendos cogollos que son desprestigio para el proceso revolucionario i un tanto a espaldas del presidente, que no puede estar en todo. Eso ha hecho que el Zulia sea con Rosales, en parte, el mejor refugio o bastión de la mediocre oposición venezolana que, solamente tiene vida por el financiamiento del exterior en billetes verdes, rematando el gentilicio i la dignidad humana.

Ahora, en tranquilidad con mi conciencia i sosteniendo mis principios sociales, filosóficos i éticos, encuentro que con el respaldo de mepistas, tupamaros, democracia directa, independientes universitarios i las personas que conozcan mi trayectoria de toda una vida, no el destino, sino acaso el azar i la necesidad, encuentro ya cumplida mi tarea en el área científica de la medicina i la docencia universitaria, estar más unido o identificado con mi pueblo, cuando igual hacía, sin decir quien era, al adentrarme en los barrios de mi ciudad o sus alrededores, con mi caballete, pinceles i paleta de colores, para ser, no solamente cronista en letras de mi ciudad i su historia, sino de sus paisajes, casas i personajes; i me recreo no solamente con el ajedrez i la música clásica, sino con el humor del pueblo, sus gaitas de verdad, con la música i el mensaje revolucionario de Alí Primera, i cada vez más enfrentado a la oligarquía, al imperio i por qué no decirlo con sinceridad, alejado totalmente de las mentiras i engaños de la religiones. De un candidato, el pueblo tiene necesidad de saber todos sus defectos i virtudes, porque se va a una Asamblea Nacional no para ocupar un cargo, sino para entregarse a una lucha libertadora por la soberanía de la patria i la felicidad de los pueblos.




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Roberto Jiménez Maggiolo


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