Las recientes medidas económicas financieras dictadas por el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela han rescatado viejas tradiciones que estas fueron languideciendo con el tiempo y que hoy formaban parte tan sólo del recuerdo de ciertas personas que por su edad pudieran tenerlas en el repertorio de sus remembranzas.
El júbilo personal por el rescate de esas añejas tradiciones navideñas no lo hubiese podido ocultar Aquiles Nazoa, y, de seguro lo aplaudiría con entusiasmo por el hecho de compartirla, porque toda esa avalancha cultural foránea trastocó nuestra idiosincrasia y se nos impuso nuevos modos de vida y del pensar consumista.
Lo cierto es que la usura y la especulación se impusieron y arrinconaron a la población venezolana, a unos no tener nada, y otros a tener en demasía y, la debilidad de otros, de querer imitar a quienes tienen demás, que hizo que se deslizaran a quienes tenían lo necesario en el consumismo desenfrenado con la consiguiente hipersecreción de la adrenalina egoísta e imitativa.
Comerciantes y empresarios de un lado y del otro las y los consumidores, ambos segmentos fueron conducidos al terreno de verse como enemigos. Los consumidores poseen lo que loscomerciantes y los empresarios especuladores necesitan ávidos para ser cada día más rico y en la brevedad del tiempo; y las y los consumidores tienen que regatearle para obtener la ficción de rebajas en los precios de los productos y alargar las utilidades.
Otro fenómeno a tomar en cuenta,es que hay negocios que compran en el extranjero equipos reconstruidos que parecen nuevos y los venden como originales sin la debida especificación de ley que son reconstruidos.
Pero que mágicas fueron y son las medidas gubernamentales de fiscalización, control de la economía y las finanzas y a la vez un bálsamo para el pueblo,que ya hay ofertas a mitad de precios en centros comerciales y volvieron lasñapas! y los almanaques de pared y los almanaquitos de carteras!Estos tres obsequios hacían años pero requeteaños que estaban desaparecidos de la realidad donde los empresarios y comerciantes congratulaban a su clientela con ese presente que tenía una carga espiritual y de mutuo afecto.
Así será el sobresalto de los empresarios y comerciantes ahora es que a los príncipes del ladronaje se les ve muy atentos y cordiales con la clientela y con sus trabajadores, tan es así, que muestran las mejores de las sonrisas y con tal gesto de cordialidad obsequian algún caramelito a la chiquillería como ñapas y a las personas adultas les regalan almanaques de pared y almanaquitos de cartera acompañada con la expresión: Gracias por su compra! Y el trato no es menos con sus empleados y empleadas que ahora si tratan con respeto y consideración y ya estos y estas terminan la jornada laboral sin ser pasados por el scanner personal ante el temor que sus empleados y empleadas los están robando. Los comerciantes y empresarios temen que sus trabajadores les hagan a ellos lo que ellos hacen con el pueblo.
Con el devenir del tiempo, el cliente cuando compraba tan sólo se iba a su casa con el producto que le vendieron de contado y con un ticket chimbo de compra sin el aval de las máquinas de la institución que fiscaliza dicha relación de venta – compra, pero a la vez se iba a su casa a vivir la angustia del cómo ahorrar para remendar el exorbitante gasto que le afectara la economía familiar por uno o tres años.
Pero no obstante!Vivan las Ñapas! Vivan los Almanaquitos! Viva la Navidad en Paz!