La Metropolitana de Peña y Vivas mata sin piedad al pueblo caraqueño, mientras el TSJ puso por encima de la vida humana los vericuetos legalistas que sólo dan bríos al fascismo venezolano disfrazado en hipócrita y descarada oposición que a diario se burla de los muertos del pueblo.
Mientras duró la intervención parcial de la PM, puesto que unos 1200 funcionarios convertidos en sicarios se alzaron y permanecieron bajo las órdenes del lacayo Henry Vivas, comprado por los amos del Valle, no ocurrieron hechos de sangre en las manifestaciones caraqueñas. Bastó que el TSJ, que al parecer está compuesto por ciegos e indolentes, devolviera la PM al monstruo de Peña, para que este vergonzoso cuerpo policial volviera a arremeter criminalmente contra venezolanos indefensos.
Así queda comprobado por vía de los hechos la vocación criminal del traidor Alcalde Metropolitano —electo por la gente que hoy persigue y mata— y la actual directiva sayona de la PM. Queda más que evidenciado que esbirros de la Peña Pol participan en la matanza de venezolanos desde el 11 de abril, cuando fungieron de punta de lanza para ocasionar la masacre que justificó mediaticamente el golpe de estado, por lo que es fácil deducir quienes fueron los autores intelectuales de esos asesinatos. La Peña Pol sumaría a su negra lista los muertos de la Plaza Bolívar, los "suicidios" de los chóferes de de la ballena y los del Paseo los Ilustres. Una lista tan negra como las banderas que portan los psicópatas discípulos del PMC (Partido de los Medios de Comunicación Privados) desde el 4 de febrero del 2001; como el color negro que ahora sustituye el azul en las banderas con astas asesinas que muchos de ellos clavan cual despiadados inquisidores sobre las personas que piensen diferentes a su propaganda televisiva.
Oscura lista, como la conciencia de los terroristas que intentan destruir físicamente la industria petrolera que dejan sin escuela a niños, niñas y adolescentes, robándoles el futuro; que deja sin oxígenos a los humildes enfermos cuya esperanza muere en un hospital público en espera de diesel para hacer funcionar los equipos clínicos; que deja sin gas doméstico a los gente sencilla de campos y barrios; que quita la leche a lactantes que no tienen las posibilidades de esa elite corrupta que se apertrechó o se fue al exterior mientras implementaba sus macabros planes en este país. Funesta lista, como los partes de guerra vespertino de tres sádicos delincuentes —peones del PMC y de las transnacionales petroleras— que disfrutan del dolor ajeno y mantienen a la población sometidas a sacrificios orquestados por ellos que perturban las mentes débiles para usarla como carne de cañón en sus marchas de autómatas, sin importarle verlas muertas con tal de lograr el magnánimo y negro botín de PDVSA a la que desangraron cual parásitos mientras nuestros compatriotas morían de hambre.
Y cual garrapatas, cual vampiros, esa nefasta Peña Pol busca más sangre en un velorio, mientras la gente llora los muertos que esa policía ocasionó. Muertos que no han merecido el escándalo y luto que PMC montaron luego de los planificados asesinatos —para darle aliento a un fracasado paro— de Altamira
Ya no hacen faltan investigaciones amigo Presidente, señor Vicepresidente (¿Más de 100 muertos de calma no bastan?), Ministro del Interior y Justicia; no necesitamos las sospechosamente lentas indagaciones del ayer llamado “gran varón” Isaías Rodríguez quien ahora sólo declara para disculparse con los golpistas en una suerte de “perdóneme la vida que me estoy portando bien”. No vengan con la táctica dilatoria de que de este lado dispararon también “e investigaremos a fondo”. Ese no es el asunto. No importa que el extra planetario TSJ o algún juecesillo con mano engrasada, eche para por la borda la medida que todos piden: La intervención definitiva de la PM. El encuartelamiento y desarme de esa policía asesina y si es necesario la reducción de aquellos que se rebelen. Porque por encima de los caprichos legales, por sobre la guerra mediática y fratricida de unos Cisneros, Granier, Zuloaga, Ravell, Camero, De Armas, por sobre “los toca olla” hipnotizados e incivilizados de las 8 PM, incluso por encima de la Constitución Nacional Bolivariana está el derecho a la vida. Y esos carajos nos están matando. Es mejor que la intervengan y sí hace falta intervengan también a la de Chacao, Baruta, los Salias, Carabobo, Yaracuy, Zullia y Miranda, porque sino tengan ustedes por seguro, amigos del gobierno central y enemigos declarados del pueblo (los buitres de la coordinadora opositora) que no les alcanzarán las balas ni bombas ni granadas ni astas asesinas para controlar la justicia popular.
Háganlo sin miedo a ser censurados o ser llamados como les quieran llamar que total desde años ha lo hacen en sus televisoras panflaterias. Ya verán como esos (y esas) cobardes corren a sus madrigueras, llenan las embajadas de solicitudes de asilos y lloran desde sus pantallas de televisión…
Vamos pues que ya van cuarenta días…Qué Jesús hizo su cuaresma en el desierto, venció a Satanás y salió a poner en su sitio a escribas y fariseos. La impunidad es la vía más rápida a la anarquía. La justicia es el único camino a la paz.
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