Yo no sé usted, pero en lo que a mí respecta, cada vez estoy más convencido de que las campañas de los medios de la oposición están dirigidas a gafos… con el perdón de los gafos.
No pretendo con esta afirmación ofender a los adictos a los canales y diarios de la oposición; lo que digo es que quienes preparan las campañas, lo hacen pensando que tienen un público incapaz de pensar… que cada cual se autoevalúe.
A lo largo del último año, los dueños de esos medios y sus empleados se dieron a la tarea de descalificar al Fiscal General de la República y a la institución que él dirige, porque no atrapaba a los asesinos de Danilo Anderson.
Solo un gafo ( y bien gafo) podría creer que esa actitud de los medios, tenía algo que ver con el deseo de ver en prisión a los responsables de tan abominable crimen. Hasta una persona como quien esto escribe, tenía que sospechar que algo se ocultaba tras esa campaña de descrédito.
El misterio se develó cuando la Fiscalía anunció al país los nombres de los autores intelectuales del asesinato del Fiscal del Pundonor. Los dueños del Globo, Globovisión, Zeta y El Nuevo País se encuentran entre los acusados… ¿nos vamos entendiendo?
Ahora, no es el objetivo de este artículo demostrar que la campaña de los medios de comunicación esta dirigida a proteger a sus dueños, quienes tomaron para sí la dirección de la oposición venezolana y son responsables de la mayoría de los delitos por ella cometidos. Ese es material para otro artículo, volvamos al porqué afirmo que la campaña de esos medios está dirigida a gafos.
A menos que usted sea dueño de un medio de comunicación, o empleado de él; sólo podrá afirmar que alguien es inocente de un crimen, si se cumplen alguna de estas tres condiciones:
a) Usted vio al criminal cometer el delito y no es la persona acusada
b) Usted estaba con la persona acusada, cuando otra cometía el crimen
c) Usted realiza una investigación policial y demuestra que el criminal es otra persona
Como puede usted ver, no es fácil estar seguro de que alguien es inocente del delito que se le imputa, pero la cosa se complica cuando se trata de defender a alguien acusado de ser el autor intelectual de un asesinato.
Sólo estando con el acusado cada minuto de su vida (incluso cuando va al baño) se puede tener la certeza de que es inocente de un delito de ese tipo, pero si no es uno el acusado sino cuatro, la tarea se hace imposible y usted solo tiene dos opciones: o renuncia a su postura de defensa a ultranza o sigue con su actitud, porque confía en que la manada de gafos que le siguen, creerá cualquier cosa que usted afirme.
Si usted sabe cuál fue la decisión que tomaron los dueños de los medios de la oposición y sus empleados, no puede extrañarse de que me pregunte ¿son locos o están seguros de que somos gafos?
Pero no crea usted que allí termina esta tragicomedia. Como si se tratara de abogados defensores en pleno juicio, los dueños de los medios de la oposición y sus empleados han puesto en marcha otra campaña con la cual intentan descalificar a uno de los testigos de la Fiscalía.
Esa campaña es menos inteligente que la otra, pues han asegurado que el testigo es un paramilitar, que no es médico, que tiene antecedentes como delincuente e incluso que no existe.
Hasta este humilde servidor puede llegar a conclusiones como las siguientes:
a) No se requiere título universitario para ser testigo de un juicio
b) La confesión de un delincuente es válida en cualquier país del mundo
c) El hecho de ser un paramilitar lo vincula a la oposición violenta y no al gobierno
d) Resulta obvio que cualquiera que esté involucrado en el asesinato tiene que ser un delincuente, pero eso no lo inhabilita como testigo.
Nadie mejor que yo sabe cuan limitada es mi inteligencia, pero si los dueños de medios quieren convencerme de que Patricia y compañía son inocentes, van a tener que recurrir a argumentos muchos más sólidos que a llenar sus paginas o pantallas con argumentos para gafos.
Y usted, amigo lector, ¿qué opina?
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