Delito oficial y delito popular

De las ¿pedagogías latinoamericanas? Y, el poder del conocimiento como ¿soberanía nacional comunal?

De las pedagogías; educación en principios para valores humanos y, la relación con su educación; su evaluación en calidad para el desarrollo científico económico político de su sociedad contra la delincuencia genérica

Intentándolo sucintamente desde en un ambicioso recorrido en el análisis como reconocimiento del sistema enseñanza aprendizaje para sus relaciones de re-producción social; todo ello precedido por una determinada ideología ineludiblemente inevitable que le sustenta para la reproducción especifica de un determinando ¿Nuevo orden social latinoamericano? En oposición al ¿otrora? Expoliador Estado de derecho social sin reconocimiento aplicado a derechos humanos, hoy devenido en Estado Soberano Nacional Comunal, ¿cómo y a través de qué métodos?

No solo de estatismo vive el pueblo; a cada docente las tareas por comunas estadales y, a cada comuna tareas según necesidades y capacidades. La redistribución de la siembra petrolera contra la delincuencia genérica

Comuna una industria activamente planificada en su contexto contra delito alguno. Deviniendo entonces, obligatoriamente entre otros de índole familiar en valores cívicos a sus principios de economía política redistributivas de valor cambiario eficaz que le mantienen en sujeción proporcional a sus necesidades y potencialidades, pero con la evaluación de su calidad, docentes sin fronteras planificando a sus especificas apropiadas estructuras dotadas en relaciones como modos de producción para la auto reproducción sistémica social conjunta “vivir viviendo” junto a su Estado aspirado; así, su aparato cultural-educativo en expresión gradual cónsona de su fundamento doctrinario, ya que nada escapa de lo ideológico, imposible suprimirle, pero es posible mantenerse -¿siempre en constante reflexión crítica?- como grado independiente ideológico.

¿Una pedagogía estructural comunitarita?

Interviniendo para ello la filosofía política que le abona los principios rectores, Enfatiza en el desarrollo y fomento del Estado comunal docente; estructurando correlatos fundamentados para los valores sociales solícitos asignados como puente de trayectoria a toda filosofía de la ciencia necesaria nacionalmente atribuyente al persistente mantenimiento cognitivo, espiritual y material como y para el simbiótico Poder Estatal que le reproduce en justicia social, la paz sin delitos; legitimando por su carácter social en el establecimiento del estatus, del Poder reciproco del ¿Estado su Sociedad Nación, o Comuna? Todo a través de la práctica investigativa del conocimiento. ¿Qué se concibe a partir de ello cómo conocimiento?

¿Educación para el poder soberano o para la soberanía evaluada capazmente de industrializar a través del poder social hoy devenido poder comunal? ¿Cómo y qué es en praxis pedagogía en éste contexto de pertinencia?

El ensayo y error, con registros para planificar en el caso que nos ocupa; a la filosofía de la educación y la pedagogía critica comunal que le insufla; pero que necesariamente y no solo estructuralmente depende de una doctrina hecha filosofía del derecho, con doctrina no ambigua que pasa por el salario para vivir en calidad proporcional a cualquier inflación también idealmente depende del objeto y objetivos implícitos en la filosofía de su educación; para el planificado programa del desarrollo social a través de las ciencias del conocimiento y, también en su objeto-objetivos alcanzar a través de la sociable investigación extensiva universitaria reglamentada en reflexivo debate perenne por la verdad científica suscrita como ciencias a impartir a través del método educativo para el conocimiento sistemático. No solo teóricamente, pues el conocimiento deviene de la experiencia, aunque parece en paralelo, la práctica le precede siempre en mínimo grado. Conocimiento y pedagogía.

Una pedagogía critica para el poder del conocimiento. ¿Poder soberano para el desarrollo de valores en calidad social?

La tecnología comunal, sus métodos y estrategias didácticas

Pues la educación es un derecho y posee una orgánica ley de educación, independientemente del criterio suscrito o no ¿desde lo neo liberal a lo neo-socialista? o viceversa; pero debe poseer reglamento y métodos. El diseño de perfiles curriculares pertinentes en las distintas e independientes realidades sociales catastradas a estimular al desarrollo para satisfacer desde las ciencias fácticas y sociales; el consumo interno, entre ellas la básica de la economía política que es la que financieramente le mantiene como buro aparato de administrativo de reproducción social apta con y para lo educativo; pero como son procesos sociales complejos graduales a tiempos de conciencias posibles de individuos personas, involucra una tipo de psicología social, un psicoanálisis, perfilando una moral para la ética individual y social en lo doctrinario y lo práctico que involucra además de sentimientos, pasiones y razones de disentimientos y asentimientos complejos invariablemente entre criterios mediados por la política y, en los que intervienen el proceso de enseñanza aprendizaje. Donde la primera tarea por distinguir son las de común interés nacional, la igualdad es así justicia para la paz sin delito

Los criterios pedagógicos y su comunión ideológica latinoamericana, como expresión para el desarrollo y crecimientos sociales económicos regionalmente comunales. De la doctrina para el trabajo y su filosofía

Se torna abstracto en su complejidad, por ello, es también materia de corte reflexivo en debates de criterios y métodos que tienden necesitadamente a conformar una pluralidad básica inherente con el interés individual en lo colectivo social nacional, cuyo hecho conducente tiene que ser necesariamente concluyente en acuerdos de pactos sociales.

Destacado el bien común nacional, como lo es la educación como instrumento cultural de penetración virtuosa, el sujeto político activo, y las pedagogías que le propugnan para el desarrollo en bienestar como materia indiscutible de cualquier diatriba politiquera maniqueista, por ser éste señalado bien común, plataforma básica imprescindible e ineludible de cualquier pretendida ideología política de gobierno aspirante y fecundo del anhelado y alcanzable progreso social en vida en paz

Entonces, un específico sistema educativo obligadamente así, requiere de una pedagogía sin fronteras que subsuma a voluntad estas premisas críticas para conformar la súper estructura fluida de básica didáctica que le metaboliza e instrumentalizaría históricamente como potencia

Pedagogía latinoamericana nacional, forjada siempre en el crisol dialéctico creciente de los principios humanos antes mencionados hasta la persistentemente crítica investigativa de las utopías progresistas posibles para fecundos valores latinoamericanos y caribeños

La sociedad del conocimiento, y las básicas tecnologías como fundamento administrativo estatal hecho ejemplo hacia ¿el Poder del Estado comunal popular?

Una pedagogía en constante reflexión multidisciplinaria enriquecedora, desde múltiples visiones mundiales pues es la exigencia multipolar, no como politiquería doctrinaria, sino como pensamiento complejo de interdisciplinarias humanísticas tecnológicas, ecológicas; siempre reflexivas como ciencias de la educación debidas para poder ser críticas para el desarrollo social-ecológico nacional como metódica del desarrollo social-educativo en y para el crecimiento económico de los colectivos, la eco política social

Privilegios y tareas nacionales

Así, las estrategias planeadas tácticamente para alcanzar objetivos de los planes diversos culturales laborales deberían ser comuniones didácticas para fomentar; libertades comunes, cada una con su catálogo de deberes ¿pedagogías de la voluntad liberadora? Parafraseando a Paulo Freire, 1997, en una pedagogía no solo de la esperanza sino de lo científicamente concreto a través del dialogo acordado en responsabilidades de intereses y deberes mutuos; la voluntad no solo teorética analítica jurídica sino practica concreta del ejercicio concreto de los derechos humanos para la soberanía como el poder del conocimiento fecundo, ¿deviniendo a posteriori en una real estética latinoamericana en ciernes?

¿Conocimientos como ideologías políticas o políticas como ideologías de conocimientos?

La educación, un sistema de ecuaciones entre otras categorías como correlatos de algunas claves conceptuales captadas en el espontaneo de cada comuna sistemática que se develan desde la corriente filosófica positivista del estructural funcionalismo ya desgastada hasta el método dialectico materialista histórico crítico emergente actual de la inclusión cualitativa, todo ello reflexivamente critica, con dilemas lógicos constructivos no destructivos, con la leyes de identidad reconocidas proposicionalmente universales.

¿O, una ciencia posible, el problema del método social comunal productivo objetivamente gradual e independiente? al margen doctrinario

Todas; iniciadas desde sus fortalezas y debilidades, un intento de filosofía de educación para tener quien haga mientras dice con pedagogías como ideologías fundadas en los principios humanos para utilizar la ciencia a bien social común. El fomento de la soberanía verbo divino con estrategias que le sustenten durante todo el proceso. ¿Pero qué ideología? ¿La doctrinaria como política anexa a derechos humanos, no la diametralmente opuesta; comuna, método su ciencia y su filosofía?

“…es una convicción fundamental el hecho de que el hombre consciente de su historia no puede caer en una situación que él mismo no haya creado, y que puede liberarse de toda situación basándose tan solo en sus propios medios”. [1] 

¿Una pedagogía para la educación; del pensar, sentir, decir y hacer productivamente, con teorías inéditas como ciencia metodica popular, una organización económica política y su administración científica?

Planificar y hacer pedagogías nacionales colectivas para la calidad social de vida desde un determinado criterio de materialismo en comunión con lo espiritual, exige principios de virtud, y ejemplos nacionales, no solo estatismo, laboriosidad con concurrencias de pleno respeto pactado y, ya que la moral exigida para ello, en educación de valores atañe a lo espiritual también como nivel de conciencia posible que anima y determina los valores sociales, es desde allí, de donde procederán actitudinalmente los imprescindibles procesos escolares éticos sociales eficientemente productivos “claros y evidentes” para fomentar y crecer en obligaciones y riquezas colectivas concretas; sea desde el materialismo histórico dialéctico o desde el neo-capitalismo, tan actualmente antagónicos y contradictorios expresados en las perennes y actuales lucha de clases traducida en todos sus términos, especialmente en lo ideológico educativo que nos ocupa en éste sucinto texto

El poder del conocimiento mediado entre el pueblo como garantías soberanas de independencias latinoamericanas. Una pedagogía de la voluntad humana más que una ideología política

Y como las virtudes no son ciencias, son valores que no pueden enseñarse curricularmente, más si prescritos, pueden relatarse teóricamente, pues son procedentes de principios fundamentales y no emocionales que responden a las voluntades humanísticas de sus razones. Razones exigentes de la voluntad en su constante y persistente práctica social, por lo tanto; solo se enseñan con los ejemplos: estatales, institucionales, familiares, individuales, colectivos, sociales comunales y políticos entre otros.

Consolidando una filosofía de la ciencia para la tecnológica nacional latinoamericana contextualmente organizada y adecuada a un plan continental para el desarrollo socio educativo simbiótico al crecimiento económico con igualdad concreta distribución proporcional al ingreso nacional equitativo de la riqueza de sus naciones.

Requiere una filosofía práctica de economía política censada y pactada en un sistema de Estado Docente instructivo contra la marginalidad espiritual y las miserias propias mentales conducentes al subdesarrollo impuesto foráneamente para la autoexclusión y la pobreza antisoberana, el campo delictual por la descertificación técnica que urge y requiere imprescindible una pedagogía de la voluntad regida por principios de Estado soberano en virtudes para liberar un pensamiento complejo sustentado transversal e interdisciplinariamente por el concurso además de la filosofía del conocimiento, por la filosofía de la ética en el ejercicio de la justicia social como fin último, no metafísico, ni en el cómodo gerundio, si de valor agregado intrínseco de lo ético-civil, desde su valor de producción y de uso, de allí su pedagogía libertaria, casi que anarquía liberadora. Y de allí la prosecución o no del proyecto de justicia en desarrollo social comunal para Latinoamérica y el Caribe. El movimiento pedagógico latinoamericano anarquista; disciplinado, organizado, eficaz administrativamente eficientemente.

Nota:

[1] Marcuse, Herbert. Para una teoría crítica de la sociedad, editorial tiempo nuevo, Buenos Aires 1971, p.53

Bibliografía:

Nuñez Tenorio, J.R. Teoría y método de la economía política marxista

Freire, Paulo. Una pedagogía de la Esperanza. 1996

Rodríguez, A. Alí. Servir al pueblo: el desafío socialista, MPPIBM, 2008

Marcuse, Herbert. Para una teoría crítica de la sociedad, editorial tiempo nuevo, Buenos Aires 1971

Silva, Ludovico. Teoría y práctica de la ideología MPPIBM 2008.

Marx, Karl. El Capital.

Bakunin Mijaíl, Estatismo y Anarquía 1875

 



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Alejandro Álvarez Osuna


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