Exordio
Posiblemente en un mañana, algo lejano pero que se dará i consignará como “palabra de Dios” en la Historia Sagrada, algún nuevo Concilio Ecuménico confirmará e introducirá como una interpolación más, perfectamente disimulada, una parte nueva i gloriosa en los evangelios canónicos, naturalmente no cristianos sinópticos sino post apocalípticos –tanto de los seleccionados por cristianos como por reformistas protestantes- olvidando sí que el primer gran motivo de la protesta de Lutero fue su indignación por el comercio con las indulgencias i la corrupción del clero romano, porque esas menudencias está superadas por ambos bandos, acatando las leyes económicas del neoliberalismo i el capitalismo salvaje i que, lo que es negocio es negocio i punto.. De todos modos la “verdad” solamente está en los “evangelios”, los que dentro de medio siglo o quizá un siglo después de Chávez, dirán que en el norte, el norte de la Humanidad creyente, hubo al fin un hombre predestinado que habló con Dios i aclaró tantas fallas históricas, científicas, sociales i morales que tuvieron las enseñanzas de Cristo, al no darlas directamente pues se perdió por 27 años, sino a través de un grupo de evangelistas, analfabetos culturales que se contradicen i que no tenían ni noción de lo que era el mundo, razones por las cuales durante 1600 años se le ha tenido que ir haciendo modificaciones, supresiones, agregados, interpolaciones, i reimpresiones por supuesto, al supremo libro sagrado. Ni con la inteligencia de Santo Tomás de Aquino, la rebeldía de Lutero ni la pureza, castidad i talento de Santa Teresa, Dios quiso manifestarse i hablar directamente con ellos, hasta que ya en el siglo XXI lo ha decidido así: hablar con un mortal superior, puro, digno i sin mancha original. ¡Milagro de los tiempos!
Prolegómenos no sagrados
Hace unos años, cuando en Venezuela, durante la dictadura de partidos o pseudo democracia puntofijista, iniciada por el otrora bachiller comunista Rómulo Betancourt, quien en su casta juventud en Guatire originó el lema de Acción Democrática, designándolo como “el partido del pueblo”, empezaron a salir con más “libertad de expresión” los chistes llamados “picantes” o subversivos que, en tiempos de Pérez Jiménez ya se decían respecto a “los tres cochinitos” cuando pertenecía a la Junta de Gobierno i luego referidos al “gordito de Michelena” (fíjense que se usaban términos de cuentecitos infantiles) eso sí, en voz baja i mirando hacia todos lados por si había un esbirro o unos “medias blancas” cercanos.
En los tiempos de Leoni, el bueno, el inofensivo que ni parecía abogado, pero produjo más desapariciones que ninguno, los chistes eran sobre tus trabalenguas, transposiciones i cambios semánticos, como cuando al hablar por teléfono i preguntarle su Menca por quien lo había llamado, le dijo: Fue ese señor más feo que el coño…a lo cual su mujer se apresuró a corregir i entender: Ah, sí…es el amigo Feo Calcaño. I de Luis Herrera, el refranero “culto” que consiguió el “país hipotecado”, se sabía que usaba tanto los refranes chimbos, que ya los enredaba o “cruzaba” diciendo: “cuando el río suena, ni que lo fajen chiquito”; de Caldera, el “intelectual cristiano”, puros chistes bobos relacionados con su beatitud, o en la segunda presidencia, con el cambio de pañales o temblequeras, como lo ridiculizaba su compañero escuálido fulano Márquez. Empero, de Carlos Andrés, abundan de todas clases por su brutalidad, petulancia i maldad; desde aquel que, para agradecer el regalo de una edición de lujo de Don Quijote de la Mancha, quería invitar a Don Miguel de Cervantes o a su familia para hacerles un agasajo en Caracas, hasta este del teléfono rojo que sirve de introducción, a la divina narración de las conversaciones de George W. Bush, con el Dios del Universo o el Cosmos, las cuales, posiblemente en futuro cercano, para competir con Telesur, ofrecerá a CNN la posibilidad de que sean entrevistas televisadas, con una antena retrasmisora en la Luna o varios satélites intergalácticos.
La narración con CAP, es la siguiente. Un reportero internacional que había visitado muchos presidentes de distintos países de América i Europa (Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Rusia, etc.,) observó entre los tantos teléfonos en sus escritorios (cuando no había la tecnología de hoi con centrales i telefonía inalámbrica i teléfonos celulares) se encontraba un teléfono rojo. Al preguntarle a todos para qué era o con quien comunicaba, respondieron lo mismo: Es que, cuando no encontramos soluciones a los más grandes o graves problemas humanos en el gobierno i el país se nos viene encima, no nos queda otra cosa que recurrir a Dios i por ese aparato rojo nos comunicamos con Él.
Pues bien; Carlos Andrés, el atleta especializado en saltar charcos, uno de cuyos lemas electorales era “ese hombre si camina” i el único que celebró una verdadera coronación (se le llamó entonces, Carlos I de Venezuela) i se comenzó un Museo en el supuesto pueblo natal de Rubio, cuando el reportero lo interpeló respecto a su teléfono rojo, respondió: Ese es el aparato por el cual Dios, cuando tiene un problema irresoluble en el cielo, llama para consultarme o pedirme consejos.
Relación más sagrada
Sin embargo el mundo no progresa en vano, i los grandes secretos militares como los OVNI o los secretos místicos como los deben saber grandes jerarcas de distintas iglesias; en la “angloamericana” de Bush su confesor i consejero espiritual de guerra i crímenes celestiales, Robertson, no están al alcance de nadie, excepto cuando grandes hombres del imperio les da la gana de revelarlos. Hablar con Dios por teléfono sería algo tan anticuado o retrasado que se parecería a la forma en la cual Yiyo Avila cura las leucemias i otras enfermedades diabólicas, sacudiendo la cabeza o los hombros del paciente, para hacer huir al demonio de la leucemia, olvidándose que con sus uñas i su rabo terminado en arpón, se debe agarrar más firme que una iguana en saco de fique en el cuerpo del paciente. Esa son maniobras divinas superadas. Dios, aunque esté viejo, pues siempre, desde el comienzo de este mundo cuando lo fabricaba en seis días, tenía una enorme barba blanca i al séptimo día tuvo que echarse a descansar.
Bush, el escogido
Como sabemos, George Bush, el vaquero con más publicidad i “carisma” que Tom Mix, Buck Roger, John Wayne o en las comiquitas, Red Ryder, aunque con mucho menos talento que ellos porque nunca fueron alcohólicos ni tuvieron un padre alcahueta, aunque posiblemente nunca aprendió a ordeñar (excepto presupuestos), seguramente sí, el uso de las inofensivas pistolas defensivas; por lo que prefiere en muchos casos, ante la necesidad de hacer justicia, emplear a los sicarios de la CIA. Además, en cuanto a religión, no es católico según se dice, aunque “católico” quiere decir universal tal como ecuménico, de manera que anglicano podría ser católico, ligera confusión semántica que no importa mucho porque ¿qué puede importarle a la política o al político saber correctamente un idioma o la etimología de las palabras? Por ello, puede presentarse católico cuando usa al Vaticano i a los Papas como aliados, puesto que este último “país” (EL Vaticano) i el Jefe Supremo o Patriarca de la Iglesia, el Papa, se parecen a su país i a su presidente: ambos son Imperios i emperadores. De modo que en el siguiente artículo, veremos de manera pulcra, evidente, celestial si es posible, cómo George el Vaquero inculto (Dios siempre ha escogido niños inocentes, cretinos o indios bobos, para manifestarse) fue permisado en el Tribunal Supremo de Justicia Celestial, para entrevistarse con Dios, incluso dándole más tiempo que el concedido por él, a la singular Juana de Arco venezolana, Corina Súmate. (Continuará)