Una propuesta opositora, aplazar las elecciones parlamentarias de este domingo
en Venezuela hasta resolver diferencias sobre procedimiento, fue enfáticamente rechazada este jueves por el oficialismo y el Consejo Supremo Electoral, árbitro de
los comicios.
La confrontación política --suavizada en 2005 después de tres años
signados por un golpe de Estado, marchas multitudinarias, huelgas y un
referendo sobre su mandato que ganó el presidente Hugo Chávez-- reapareció
con rasgos duros luego que los partidos más tradicionales se apartaron el
martes de la contienda parlamentaria.
El retiro ”tomó de sorpresa a sectores del gobierno y eso puede abrir
espacios a radicalismos, en la oposición y en el oficialismo, donde
seguramente habrá quien pida más diálogo pero también quien reclame
profundizar la revolución”, comentó a IPS el politólogo Alberto Garrido,
autor de libros sobre el proceso que dirige Chávez.
Se retiraron Acción Democrática (AD, socialdemócrata), Copei
(socialcristiano) y nuevas formaciones de derecha como Primero Justicia y
Proyecto Venezuela, en tanto permanecen en liza grupos de centroizquierda de
menor entidad, como el Movimiento al Socialismo (MAS), Causa Radical, Un
Solo Pueblo y Nuevo Tiempo.
Este último, un partido regional en el estado de Zulia, el más poblado
del país y potencia petrolera del occidente, es dirigido por el gobernador
regional Manuel Rosales, quien pidió este jueves aplazar las elecciones.
Rosales también solicitó ”designar inmediatamente una comisión de alto
nivel que encuentre salidas a la crisis”, marcada por ”la incertidumbre, la
duda y la tendencia del electorado a no participar” en la consulta, aunque
no aclaró si se retirarían o no los candidatos de la alianza regional que
lidera.
El presidente del MAS, Felipe Mujica, respaldó la demanda de Rosales
”porque Chávez deberá decidir si le conviene a él, al país y a la democracia
una elección así, que se va a convertir en un plebiscito para que sus
candidatos copen todo el parlamento”.
El vicepresidente de la República, José Vicente Rangel, replicó que
”aceptar una comisión de alto nivel que revise las normas electorales sería
darle un golpe de Estado al poder electoral”, y respecto de la indefinición
de Rosales opinó que ”Cantinflas (el fallecido comediante mexicano) se quedó
corto”.
Jorge Rodríguez, presidente del Consejo Electoral, advirtió que ”este
poder del Estado no puede resolver las crisis internas o las angustias de
los partidos políticos. Nos debemos a la Constitución y a la gente que
quiere votar, por lo que habrá elecciones el 4 de diciembre”.
La oposición desconfía del Consejo, de cuyos cinco miembros cuatro son
pro-oficialistas, de la pureza del padrón electoral, del sistema de votación
con máquinas, y, sobre todo, desconfió de las computadoras portátiles para
identificación de electores mediante sus huellas dactilares, conocidas como
”captahuellas”.
La semana pasada, técnicos de la oposición demostraron durante una
revisión de las máquinas ante el Consejo y observadores de la Organización
de los Estados Americanos (OEA), que era posible descifrar la secuencia de
los votos con una combinación de programas y manipulación de las máquinas
captahuellas y las de votación.
Como quedaba en riesgo el secreto del voto, la OEA, el Consejo y las
principales alianzas opositoras pactaron eliminar las captahuellas el lunes,
pero 24 horas después los principales partidos de oposición decidieron
abstenerse de participar.
En la actual Asamblea Nacional unicameral, de 165 escaños, el oficialismo
tiene 86 diputados y la oposición 79, pero 24 de ellos conseguidos por
deserciones del otro bando, pues en las parlamentarias de 2000 los
seguidores de Chávez coparon dos tercios de las bancas.
Los pronósticos de encuestas y analistas estimaban, hasta la semana
pasada, que la oposición en conjunto no capturaría más de 30 asientos en la
nueva Asamblea, de 167. Con el nuevo panorama, el oficialismo se haría con
la casi totalidad de las bancas.
Según Garrido, el impacto en el país será grande y se producirán
reacomodos políticos, pero en el exterior ”las noticias duran técnicamente
dos o tres días y las naciones se moverán según sus intereses”.
Así, Estados Unidos ”mostrará las sospechas sobre los resultados del
domingo, pero otros países, con otros intereses concretos en Venezuela,
reforzarán el acto electoral realizado”, estimó el analista.
Teodoro Petkoff, ex líder socialista y un posible candidato presidencial
opositor (para los comicios de diciembre de 2006) advirtió que ”tendremos
una Asamblea avasallada por el chavismo, pero su legitimidad queda en
entredicho, pues ¿la imagen internacional del gobierno se refuerza con una
asamblea a la soviética o a la cubana?”, se preguntó.
En la calle, al retiro opositor respondió el oficialismo, y varios miles
de sus partidarios hicieron una marcha este jueves por el centro de Caracas,
con ataúdes que representaban a los partidos rivales y bajo la consigna ”el
pueblo no se retira”.
Las encuestas hasta hace una semana pronosticaban una abstención de 70
por ciento en el padrón electoral de 14,5 millones. El retiro opositor hace
pensar en que la asistencia a las urnas será menor, dijo a IPS Oscar
Schémel, de la firma Hinterlaces.