Los recientes acontecimientos de violencia en Venezuela, a partir de las celebraciones del día de la juventud, le dan continuidad a la guerra económica desatada desde el año 2013. No es para menos, la especulación de grandes cadenas comerciales dispararon la inflación en porcentajes impensables, la escasez se incrementó en productos de consumo básico. El gobierno venezolano tomó medidas puntuales, pero el mal estaba hecho, los precios subieron sorprendentemente y hasta los vendedores informales siguieron la cadena especulativa. Se desató una voraz carrera de obtención de ganancias exorbitantes y el descontento empezó a tomar calor en la población, ese es precisamente el objetivo.
La estrategia de los enemigos políticos internos y externos de la revolución busca debilitar las bases sociales de apoyo al proceso de gestión popular, se trata de una lucha sin cuartel en contra de la revolución bolivariana que comenzó el Comandante Hugo Chávez y hoy le da continuidad el Presidente Nicolás Maduro.
Los sucesos del doce de febrero, día de la juventud, evidencian los planes conspirativos denunciados desde la presidencia de la República. Se puso en marcha una ola de violencia que dejó muertos y heridos en las calles de Caracas y se quiso incendiar la Fiscalía General de la República. Pero los anteriores ataques a la casa del gobernador del Estado Táchira, por grupos oposicionistas representantes de la dirigencia fascista en nuestro país, indican que se gesta un golpe de estado en Venezuela y los métodos son muy similares a los aplicados en once de abril de 2002 en contra del Presidente Hugo Chávez, que de hecho fue depuesto, pero a las 48 horas el pueblo concentrado en las calles de la nación venezolana devolvió al Comandante Chávez a la primera magistratura. Los golpistas fueron perdonados y garantizados sus derechos humanos, el gobierno norteamericano declaró su apoyo al golpe de estado contra Chávez, pero la movilización popular detuvo la criminal conjura ideada desde el pentágono y la CIA.
Está muy claro, que la guerra económica en Venezuela, está dirigida, no es fortuita ni casual, se sustenta en la ausencia de Chávez en principio y además desataron la escasez y elevaron los precios de alimentos de manera exorbitante, se busca un escenario de violencia política para justificar el golpe de estado , tal y como lo hicieron con Chávez. La utilización de los medios de comunicación, esta vez no los acompañó, hubo una especie de equilibrio en la línea informativa, que aminoraron la influencia del llamado a la desestabilización.
En esta etapa del proceso de construcción de un estado humanista y de bienestar, el gobierno nacional debe aplicar las medidas necesarias para evitar se repita otro 11 de abril. Ya se ha descubierto la agenda y los protagonistas del plan golpista, se viven momentos difíciles una vez más, el pueblo venezolano tiene derecho a estar en paz, los conspiradores convierten la guerra económica en una guerra política para tomar el poder que les fue arrebatado hace 15 años. La lucha por la convivencia en nuestro país dará frutos una vez que el golpismo sea derrotado y los Estados Unidos respeten la soberanía nacional. Venezuela lucha por su independencia.