Como todo plan, tiene varias fases:
1.- Creación artificial de condiciones objetivas y subjetivas, que permitan la manipulación colectiva y justifique las acciones a desarrollar.
2.- Generación de caos, destrucción y muerte, que permitan afirmar la existencia de un estado general de ingobernabilidad.
3.- Toma de espacios geográficos previamente definidos, que declararán como zonas liberadas de la tiranía gubernamental, con lo cual den la sensación de un pueblo asumiendo otro camino y proponer un gobierno de transición a través de la intervención internacional.
La primera fase se ha cumplido perfectamente: toda una guerra mediática que utiliza el recurso del montaje y la mentira para manipular a la colectividad y colocarla contra el gobierno; una guerra económica generadora de inflación artificial, mediante la disminución de la producción, el acaparamiento y la especulación, que produce zozobra, estres y rabia en la gente por el aumento constante de los precios y falta de productos básicos; una guerra contra la vida, mediante la contratación de mercenarios paramilitares. a quienes le asignan la tarea del asesinato selectivo para amedrentar a los movimientos sociales y el asesinato por cantidades semanales para mantener elevados los índices de muertes y dar una gran sensación de inseguridad; una guerra de desconocimiento, desobediencia e irrespeto a toda norma o leyes de la república.
El tercero está pendulando, puesto que el gobierno revolucionario ha venido desmontando estas estrategias mediante respuestas acertadas en lo económico, en el campo mediático, en el campo de la inseguridad y en la imposición de respeto hacia la majestad y legitimidad del estado venezolano, mediante el concurso del pueblo mayoritariamente chavizta en la defensa de su futuro. Producto de esta determinación el señor Lòpez está detenido y se plantea la posibilidad de allanar la inmunidad parlamentaria a la Machado.
Las cartas están echadas, el imperialismo estadounidense, y sus aliados sionistas, empuja el golpe de estado y el gobierno revolucionario se mantiene firme en el impulso de la soberanía y el proyecto socialista. Frente a esta confrontación los revolucionarios, movimientos sociales y colectivos, estamos obligados a profundizar nuestra articulación para salvar juntos este proceso revolucionario y cerrar filas alrrededor del camarada Nicolás Maduro en defensa de La Patria. Hoy más que nunca el espíritu del comandante eterno nos convoca a la unidad y debemos cumplirle.