En nuestro país se han repetido continuamente las revoluciones y los alzamientos anti imperialistas desde Guaicaipuro hasta nuestros días, y en esos hechos históricos siempre se han presentado dos factores comunes: 1) El papel protagónico del campesinado (incluyendo en él a los pueblos indígenas), y 2) la traición que ha llevado a la derrota al pueblo; por eso, hoy cuando encaramos un nuevo proceso revolucionario, el más exitoso de nuestra historia después de la gesta libertaria y emancipadora de Bolívar, el papel del campesinado no deja de tener un rol estelar en la consolidación de la revolución que Hugo Chávez nos legó, un papel innegable en una sociedad que fue desmantelada de su natural fuerza productora de alimentos, para someterla al control de una economía portuaria, donde la renta petrolera fuese capturada, so pena de dominar los estómagos de ese pueblo indómito y soñador, hijo de Prometeo, mal ejemplo para los pueblos del mundo que viven en las tinieblas del capitalismo, una revolución triunfante a la cual creyeron fulminar al eliminar a su indiscutible líder, tal como lo habían logrado en momentos anteriores, la muerte del Libertador Simón Bolívar sello la derrota de la Emancipación Latinoamericana, y la muerte de Ezequiel Zamora marco el inicio de la traición a la Revolución Federal, la cual se sellaría con la muerte del "Soldado Sin Miedo" Manuel Ezequiel Bruzual, siendo la muerte del Comandante Chávez un golpe duro a nuestra revolución, pero contrario a los dos ejemplos anteriores, pudo el Comandante Chávez trazar las líneas para marcar el rumbo a la consolidación de la causa revolucionaria y, cual Cid Campeador, logró el triunfo del pueblo sobre la oligarquía dejándonos una hoja de ruta en el Plan de la Patria, y una conciencia revolucionaria que se ha mostrado a prueba de traiciones, un pueblo leal a los principios emancipadores, que reclama hoy mano dura contra los hambreadores y unidad de acción de los factores populares, para lograr la victoria del pueblo sobre la burguesía-terrateniente, la oligarquía pro imperialista; por ello el momento reclama la urgente organización de nuestras fuerzas productivas, y especialmente de las que producen alimentos para sostener esta revolución, de allí la emergencia de convocarnos para encontrarnos e impulsar una política agraria Bolivariana, Zamorana y Chavizta, que cubra las necesidades de nuestro pueblo, blinde nuestra revolución y garantice el triunfo definitivo del socialismo en estas tierras. A nuestro entender, hoy ese reclamo es ineludible y primordial, por ello presentamos estas humildes propuestas para la nueva Revolución Agraria, Bolivariana, Zamorana y Chavizta.
EJES DE ACCIÓN REVOLUCIONARIA EN MATERIA AGRARIA
El momento reclama una política pública en materia agraria que fortifique nuestra revolución y garantice mediante el protagonismo y la participación del pueblo el triunfo de la misma en el terreno político, social y económico sin cortapisas y con el férreo respaldo popular, para ello proponemos las siguientes Líneas Políticas de Desarrollo Revolucionario Agrario:
A). Declarar el Carácter Estratégico del Desarrollo Agrario Nacional en Todas Sus Vertientes, Agroproductivo, Agro Tecnológico, Agro Mecanización, y Agro Distribución en los distintos Rubros.
B).Protagonismo Participativo y Protagónico de los Campesinos, Indígenas, y demás Organizaciones Populares en la Gestión Agroalimentaria Nacional.
C). Fortalecimiento continúo de las Capacidades Formativas, Científicas y Tecnológicas del Campesinado, con énfasis en la sistematización de conocimientos populares y ancestrales, y alianzas internacionales para el intercambio de experiencias.
D). Avanzar Hacia la Construcción de un Modelo Agroecológico Productivo Propio del Campesinado Venezolano.
E). Impulsar La Producción Primaria Tanto de Rublos de Consumo Diario, como de Semillas e Insumos para la Producción Agraria.
F). Fortalecimiento Financiero del Sector Agroproductivo y Sectores Conexos.
G). Soberanía Agraria, Territorial y Tecnológica para la Defensa Integral de la Nación.
H). Protección Económica, Social y Militar de la Familia Campesina.
I). Nueva Institucionalidad Revolucionaria Para El Sector Agroalimentario.
Es sobre estos ejes de Políticas Públicas para el Sector Agrario que deben girar los debates de un Congreso Campesino, que defina líneas de acción claros para actuar en materia de desarrollo y consolidación de la necesaria Revolución Agraria Bolivariana, Zamorana y Chavizta, por ello apostamos a la realización de Asambleas Parroquiales, donde los ciudadanos de a pie, los que sufrimos los embates de la guerra económica y de una oligarquía que se niega a perder su supremacía explotadora y sus privilegios de clase, asumamos en un debate amplio y sincero, sin administradores políticos, las tareas urgentes y estratégicas para rescatar esta Patria que construimos a mano y sin permiso, y que hoy reclama la articulación del liderazgo campesino para el triunfo definitivo del pueblo. Esas Asambleas de Ciudadanos del Campo, deberán sistematizar propuestas para presentarlas en el Congreso Campesino y asumir el poder Constituyente, además de designar un número determinado de Voceros a ese Congreso Campesino, en una experiencia de Constituyente Agraria, única e inusual, como dirían nuestros oponentes; Única porque no tiene antecedentes históricos, inusual porque no es a lo que nos tiene acostumbrados el sistema de clases dominantes, rompiendo los moldes de imposición jerárquica, para avanzar a una sociedad donde cada quien sea dueño de su propio destino, y el dueño de la revolución sea el pueblo organizado, las masas populares.
Izquierda Unida --- RED Nacional de Comuneros Círculos Bolivarianos de Venezuela