El odio incubado a las partes por quienes interesados en fragmentar la unidad social en Venezuela se disipa y en el acto convocado para la firma del Convención Petrolera así lo refrenda, estaban en la tarima instalada en Palacio de Miraflores parte del liderazgo de trabajadores petroleros y todo el alto mando militar, hecho inimaginable muchos años atrás.
Cuando la falsa nacionalización petrolera llevada a cabo a la fuerza por el presidente de la república de entonces (1975), Carlos Andrés Pérez, emblema dirigencial del partido Acción Democrática y con la imposición de la decisión unilateral de los adecos con el consentimiento de los socialcristianos se militarizó todas las zonas laborales y residenciales de los trabajadores petroleros en el país y se refrendó la decisión sin consentimiento concordado con la mayoría de clase trabajadora petrolera; para tal fin, entre muchas estrategias se fragmentó la nómina petrolera en distintas clasificaciones lo que originó fricciones e intereses particulares de castas; en la consideración actual constitucional, ahora todas las personas que laboran, cualquiera sea el ámbito, cuentan con el calificativo de trabajadores y trabajadoras, sin las odiosas y discriminadoras clasificaciones del estamento laboral, todas las trabajadoras y trabajadores son importantes; muestra de lo anterior, nos conduce a la pregunta: ¿quién recuperó y reactivó la industria petrolera cuando el paro petrolero 2002-2003?los y las trabajadoras que recuperando su autoestima personal y laboral, auto reconociéndose como palanca intelectual y laboral para mover, como así lo hicieron,reactivaron el complejo industrial petrolero, además de su visión de país y la aceptación y acompañamiento de un liderazgo insurgente como el de Hugo Chávez Frías en la nueva Venezuela.
Cuando el Pilín León –hoy Negra Matea- repleto de combustible y fondeado en el Lago de Maracaibo frente a dicha ciudad fue desplazadoel primer metro de recorrido fue el indicador del nacimiento de una nueva clase obrera petrolera, y no sólo petrolera, la evidencia que corrobora es cómo paulatinamente los niveles de ascenso de consciencia en los trabajadores venezolanos es cada vez mayor, aunque es un trabajo de años, tan similar como el que ha acontecido en el seno del estamento militar en todos sus niveles para ser las Fuerza Armada Nacionales Bolivariana que es hoy.
Conmueve hasta las lágrimas por la proeza del Capitán jubilado que movió el Pilín León o del trabajador del Complejo Refinador de Paraguaná que con lágrimas en los ojos declaraba a los medios de comunicación que pidió - como en efecto ocurrió- su reincorporación a la empresa porque no iba a dejar que arruinaran su empresa, la empresa de Venezuela en la cual labora desde su juventud, por lo tanto, cerraba fila con el Comandante Chávez.
Sería incompleto la interpretación cuando analizamos el movimiento de trabajadores petroleros de hoy en día, si obviamos la mirada al pasado reciente, las respuestas, las contundentes acciones de dignidad, coraje, valentía, en el 2002-2003, ante las presiones de medios de comunicación privados, tanto nacionales como internacionales, que con fuerza de las entrañas de la historia fueron capaces de rechazar chantajes, halagos hipócritas de la Gente del Petróleo que en concordancia con AD, COPEI fueron quienes dirigían por orientación del Imperio dicho paro petrolero que redujo la producción a menos de 100.000 barriles diarios con las terribles y consabidas consecuencias.
No hay que olvidar cuando los líderes del paro, la Gente del Petróleo, Acción Democrática, Copei, cuando todos los días se llenaban de júbilo porqueiban desincorporando las instalaciones petrolera del servicio activo y lo festejaban en sus ruedas de prensa diaria con gran cobertura por parte de los medios privados de comunicación, mientras la población carente de gasolina, gas doméstico, lubricantes, la carencia de transporte público o de cualquier índole, la nula circulación de trasporte de alimentos, bienes y servicios, en consecuencia, el propósito era hacer llorar de miseria al pueblo para que éste saliera enardecido a sumarse a los planes golpistas ya emprendido el 11 de abril del 2002.
Hubo otro deslinde en el pueblo: tuvo consciencia de clase, de clase social, hubo arrojo de dignidad, de valor, aunque para elaborar los pocos alimentos de la cual podía surtirse tendría que usar la madera de camas, mesas, muebles y cunas para encender el fogón.
Pudiera ser el equivalente cuando la Fuerza Armada comprendió ser la continuidad de los herederos del Ejército Libertador de Simón Bolívar y comprendió que su papel histórico había sido desviado por la burguesía y sus partidos aliados y en boca de Rómulo Betancourt, líder de Acción Democrática y falsamente llamado el “Padre de la Democracia en Venezuela” quien en las disputas interna de su partido AD expresó, que el partido se quedara con lo que quisiera pero él se reservaba para dirigirla directamente a las Fuerzas Armadas y a la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV), estructura fundamental de toda sociedad, además el líder adeco, acuño dos frases entre muchas muy emblemática: “a los militares hay que darle Casa, Carro y la otra C…” y la otra expresión para sofocar las ansías de democracia después de la traición del 23 de enero de 1958 propiciada por AD y COPEI,la cual fue: “Disparar primero y averiguar después”.
Los y las trabajadoras salieron a la calle y lo dijeron bien claro el martes 18 de febrero en marcha y concentración en Miraflores, lo cual horas más tempranas lo expresó también el Alto Mando Militar, e igual lo dicen los distintos espacios organizados conscientemente en el país: ¡No aceptamos otro presidente que no sea a quien eligió el pueblo de Venezuela y rechazamos la inherencia del Imperio norteamericano y sus gobiernos aliados de inmiscuirse en la política interna de Venezuela. Venezuela se respeta!
Facebook / Gaspar Velásquez Morillo
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