Los anuncios que hizo el presidente Chávez en el Zulia, fue un golpe tan duro para la oposición, que quedó aturdida y aferrada a la esperanza de que sean sólo promesas al estilo de la IV República.
Tanto que al día siguiente, amagaba y daba la sensación de que querían fajarse, pero se le doblaban las piernas y se volvían a desplomar sobre la lona.
Sin embargo, no se quedaron quietos, continuaron las fintas y apoyados por algunos medios de comunicación, sobre todo radiales, comenzaron a descalificar la obra de gobierno. Hicieron encuestas manipuladas y tendenciosas, para que la gente opinara que no creía en las promesas del líder de la revolución bolivariana.
Claro, fue una reacción como esa de los boxeadores cuando cogen un zurdazo fuerte, que caen, se levantan casi sin visibilidad, pero quedan conscientes.
Y cuando el árbitro interviene, se ponen en movimiento para que los dejen continuar y, entonces, cuando les permite seguir, salen a refugiarse en las cuerdas, lanzando las manos de vez en cuando, sólo con la intención de mantener al contendor a raya y ganar tiempo, a fin de que suene el campanazo antes de irse de rodillas o detengan la pelea.
Por supuesto, todo eso es una estrategia válida, pero infuncional cuando el golpe es de sangre, pues sencillamente quedan con el nocaut pintado en la frente.
Y eso pasó con la oposición en Maracaibo, luego de los anuncios de Chávez. Quedó fulminada y con el grupo de médicos y paramédicos encima prestándole los primeros auxilios, para colocarla en la camilla y llevarla a la enfermería.
Luego, comenzaron un silencio sepulcral. Dejaron de desacreditar los proyectos, supongo que entendieron que tanta crítica sin fundamento, se les convierte en un boomerang, en el que Chávez sale más fortalecido de lo que ya está.
Ahora, recordemos tales proyectos. Chávez anunció el segundo puente sobre el Lago de Maracaibo, la construcción de la vía Encontrados – El Cruce, el ferrocarril Maracaibo – Carora – Barquisimeto, el Metro de Maracaibo, el terminal de gabarras Catatumbo, la red de trasmisión y distribución eléctrica.
Igualmente indicó que se construirá el sistema de transmisión y distribución Enelco, que se trabajará en el saneamiento del Lago de Maracaibo, el puerto Simón Bolívar y la ampliación y mejoras del sistema de agua potable ¿ Qué tal?
Lo peor del caso es que esta oposición no cambia su estrategia. Otra pelea hubiesen dado, sí en lugar de descalificar los anuncios a priori, admiten la importancia de esos proyectos.
Hablamos de reactivar la economía, bajar el desempleo, en fin, de beneficios, bienestar, no sólo para el Zulia sino para el país y eso se lo agradeceríamos a la oposición, no sólo los zulianos, sino los venezolanos en general.
Además, hay un aspecto que la oposición debe internalizar. Entre más apoye los proyectos del pueblo, mayor sería el compromiso del gobierno con los venezolanos.
Muchas veces, el mismo presidente Chávez, José Vicente Rangel, así como otros personeros del Gobierno, han hablado sobre la necesidad de una oposición seria y responsable que ayude construir el país que queremos.
Pero no, ellos prefieren lo contrario. Descalifican, juegan al caos, al desorden, sin darse cuenta, que mientras no cambien su estilo y estrategia de “boxeo”, seguirán recibiendo los potentes zurdazos del barinés.
No olviden que en la esquina de Chávez estamos la mayoría de los venezolanos, para suministrarle agua, revisarle los guantes, alertarlo sobre los descuidos cuando baja la mano izquierda, darle ánimo y volverlo a lanzar al cuadrilátero.
Y es que estamos en presencia de un combatiente que en las peleas de 15 asaltos se crece, se ve más fuerte y con más ganas de que le sigan trayendo contrincantes del peso y estatura que sea.