Hace pocos días se celebraron en nuestra querida hermana Venezuela, elecciones parlamentarias, donde una vez más los partidos opositores de la derecha y de la oligarquía venezolanas, llamaron a boicotear tal acto democrático.
Característico de partidos ya vencidos, que de antemano saben pierden en las urnas, hicieron ese llamado, como último manotón de ahogados. Son los partidos de antaño, que siempre habían gobernado la República Bolivariana, y que han dejado sus secuelas de pobreza y miseria a su paso por el Poder, desigualdad ésta, que nuestro querido Chávez y su Pueblo, con la invalorable ayuda de una Fuerza Armada responsable, pretenden reparar.
Los opositores, intentan hoy, demostrar al mundo, una realidad inexistente en Venezuela. Desean ver aislado al Cte. Hugo Chávez, “casualmente” como los imperialistas del norte. Quieren hacer sentir al Presidente venezolano como si fuera un dictador, solamente votado por una minoría de su Pueblo. Al respecto es bueno mencionar, que Venezuela es una República totalmente democrática, que quien no vota está haciendo uso de su libre albedrío, y quien lo hace también.
Los observadores de la OEA, y de la Unión Europea, deberían condenar las actitudes de una oposición totalmente irresponsable e inescrupulosa, en vez de fijarse en pormenores, que para nada opacaron las democráticas elecciones en territorio bolivariano, para tratar de complacer una vez más, “a su gran amigo del Norte”, que ha venido utilizando el espacio aéreo europeo clandestinamente, para transportar “supuestos terroristas”, a ser interrogados bajo tortura en países de la Europa del Este.
¿Es Estados Unidos, el ejemplo de Democracia que quieren imponer al mundo? Está muy lejos de serlo. Ellos dicen luchar por la democracia de los pueblos, cuando en realidad lo que buscan es saquearlos y empobrecerlos más aún. Lo lamentable, es que la Unión Europea, o muchos de sus miembros, sigan siendo serviles secuaces del imperio, y esto lo digo personalmente, como ciudadano español.
Aprovecho esta oportunidad para felicitar a España y su Gobierno, por no dejarse influenciar, ni amedrentar, por las presiones norteamericanas con respecto a la venta de armamento a Venezuela.
Creyendo que sin lugar a dudas, las opiniones vertidas aquí, no son solo mías, sino las de muchos otros ciudadanos honestos tanto uruguayos como españoles, les saludo fraternalmente:
