El domingo antes de las elecciones "¿por qué se retiraron?", descartaba las explicaciones ofrecidas por la oposición (falta de garantías) y por el gobierno (temor a la derrota), expresé mi sorpresa por esa decisión y me aventuré a opinar que debían tener alguna carta bajo la manga, una especie de plan B. Transcurridas dos semanas, el país ha conocido los planes de acciones violentas que tenían por objetivo perturbar el clima electoral del D4, obligar a suspender las votaciones, y generar una situación desestabilizadora. De un lado, la acción de los servicios de inteligencia, y del otro, la falta de apoyo en las oficiales que contactaron en algunas unidades, aunque otros pudieron ser receptivos, pero sin capacidad de promover alguna insurgencia, frustraron tales planes. Sin embargo, pese a que algunos políticos pudiesen estar informados o en contacto con estos conspiradores, no creo que ninguno de los partidos que se retiraron lo hicieron en combinación con esos planes.

De manera que sigue planteada la pregunta, y ahora me inclino a creer que lo hicieron para evitar una derrota que iba ser peor que la prevista hace dos o tres meses, que les habría permitido ganar unas 25 diputaciones. Las encuestas últimas mostraban un panorama más pesimista.

Cometieron un grave error, criticado por diarios como The New York Times, The Washington Post, El País madrileño, El Tiempo de Bogotá, La Jornada de México y de otros países, así como por varias instituciones. Nadie los ha aplaudido.

¿Qué sentido tiene abandonar un escenario político como el parlamento, donde históricamente las minorías en Venezuela otros países han librado significativos combates?
No siguieron ni el ejemplo de los rebeldes sunitas de Faluya que, fusil en mano, votaron para impedir que el parlamento lo coparan shiis y kurdos.

En estos últimos años no es el primer error que cometen, pero ojalá no persistieran.

¿Qué hacer con esa Cepal chavista? Otro año más en que ubica a Venezuela como el país de mayor crecimiento económico en América Latina, con 9% del PIB, “impulsado por el dinamo del sector no petrolero”.

Argentina sigue con 8,6 y el promedio en la región fue de 4,3. ¿Qué debe hacer la oposición para cambiar esas cifras, que ya no puede atribuir a los precios del petróleo?
Nada, porque sencillamente son reflejo de lo que está ocurriendo.


El embajador Brownfield negó que EEUU estuviese involucrado en los planes desestabilizadores recientemente denunciados. Cabría preguntarle, si estuviese involucrado ¿lo reconocería? Y como supongo que conoce el contenido de los documentos desclasificados del Departamento de Estado, la CIA y otras agencias estadounidenses, que pusieron en evidencia la complicidad de Washington con el derrocamiento del presidente Allende, no debería ser tan categórico en ese desmentido.

Hay gente sorprendida porque Conatel no termina de otorgar la autorización para el funcionamiento de ANTV, de la Asamblea Nacional, ni a Telesur.

El MVR-UVE perdió las elecciones de tres diputados en Yaracuy, Portuguesa y Amazonas con otros candidatos del chavismo, sin embargo, conservó todos los de Trujillo, pese a que el gobernador apoyó la plancha de los disidentes.

Una razón más para revisar sus procedimientos poco democráticos de escoger a sus candidatos.

El argentino Luis Buscaglia, integrante de la misión observadora de la Organización de Estados Americanos, envió un mensaje a su Cancillería, donde le informaba que “la oposición busca mecanismos como para

Es importante que la “otra izquierda” conozca el reciente discurso del presidente Lula en Pernambuco, duramente crítico de los medios en Venezuela que atacan al gobierno de Hugo Chávez, así como de los medios que en Brasil, que han atacado duramente a mandatarios como Kubishek, Goulart, Getulio Vargas, y aunque no lo dijo, a él mismo.

Como los dos próximos domingos no salimos, les deseo felicidad en este año de definiciones.