“Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de un poder popular capaz de desarticular las tramas de la opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana, capaz de configurar una nueva socialidad desde la vida cotidiana, donde la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la emergencia de nuevos modos de planificar y producir la vida material de nuestro pueblo. Esto pasa por pulverizar la forma Estado burguesa que heredamos, la que aún se reproduce a través de sus viejas y nefastas prácticas, y darle continuidad a la invención de formas de gestión política”; Hugo Rafael Chávez Frías; Presentación de la Propuesta del Plan de la Patria, para la gestión Bolivariana Socialista 2013-2019.
Se han resaltado intencionalmente dos aspectos de séptimo párrafo de la presentación del Plan de Patria, formulados por el Comandante Chávez; considerados determinantes en estos momentos; donde la crisis económica se agudiza en marco de la lucha de clases, en la clara pugnacidad entre dos modelos de sociedad, uno que no termina de nacer, el socialismo; y otro, el neoliberalismo; plenamente establecido, forzando las barreras hacia la restauración que detenga la conquistas y avances hasta ahora de orientación socialista.
“Poder popular” y “..Nuevos modos de planificar y producir la base material de nuestro pueblo”; se trata del pueblo y la economía, la economía y el pueblo; binomio fuente de esperanza, que solo transitaría con éxito, si el PSUV alcanza sus máximos niveles de democratización, en tal sentido, el congreso del partido debe debatir los modos que permitan la concreción de un “Modelo Productivo Socialista”, que hasta ahora es solo en parte una promesa, debate a partir del diagnóstico situacional sobre los costosos errores cometidos en materia fiscal, monetaria, cambiara y el comercio, cuyas señales más visibles son la inflación, la escasez y el desabastecimiento que amenazan a cada instante y cada vez con más fuerza la tranquilidad de la clase trabajadora venezolana, situación que nos puede llevar a un gran estallido social de consecuencias impredecibles.
El partido, en su congreso debe debatir el modo de “democracia procedimental” en el cual, en muchas oportunidades cae nuestro gobierno, democracia defendida por el neoliberalismo a través de los estratos medios y altos de la sociedad venezolana, frente al modo de democracia política, económica y social, centrada en la solución de las necesidades fundamentales del pueblo y con espacios para la participación popular, de allí la importancia del binomio referido ( “poder popular” y “base material”).
El pensamiento político, económico y social del Comandante Chávez a ser defendido como legado, es aquel que se desarrolla a partir del año 2005, en la Clausura del Foro Social Mundial de Porto Alegre, donde él enarbola la bandera del socialismo, sin tomar al modelo soviético como referencia, haciendo un llamado entonces a reinventar el socialismo; atentos contra los restauradores que para justificar posiciones complacientes con la reedición del pacto de Punto Fijo, tratan de desempolvar fases de pensamiento del comandante antes del 2005.
El debate sobre el Plan de la Patria, es el resumen más completo del pensamiento libertario del Comandante Chávez, considerado como uno de los más notables tratados de filosofía política emancipadora para nuestra patria, América Latina, el Caribe y el mundo, debe convertirse en un reto del próximo congreso del PSUV; y a pesar del gran peso de los delegados natos (Miembros de Dirección Nacional, Diputados, Alcaldes y Gobernadores), que le da al congreso un carácter funcionarial, inconveniente para que partido se transforme en una poderosa máquina capaz de interpelar a la administración pública y privada, como lo soñara Chávez; enfatizo, a pesar de eso, existe una gran oportunidad que debe ser inteligentemente administrada por los delegados de la base popular para sentar un precedente sobre la necesidad impostergable de democratizar el partido, enfrentando en el debate las posiciones burocráticas, características del poder constituido y del estado burgués, el cual está más fortalecido, sobre todo con el dañino ejercicio de la “democracia procedimental”.