Los dueños de las plantas televisivas del país en su papel de líderes de la cada vez más escuálida oposición venezolana, arrecian su campaña contra el Consejo Nacional Electoral (CNE) exigiendo el nombramiento de nuevas autoridades.
Cuando Globovisión presenta a Julio Borjes, Radio Caracas nos trae la tierna imagen y el sabio mensaje de Antonio Ledezma. CMT, por su parte, nos muestra la sonrisa y las piernas de María Corina, mientras que en Televen entrevistan a la lumbrera de Pérez Vivas.
Venevisión no se queda atrás y en su empeño por demostrar que el CNE es ilegítimo nos trae la siempre sabia palabra de Pablo Medina o las poses de lechuguino petimetre que con tanta naturalidad adopta Gerardo Blyde.
Al día siguiente se alternan y quienes visitaron a Globovisión, se mudan para Venevisión. El mensaje no cambia mucho: que si la gente no vota porque no cree en el CNE, que la oposición cuenta con el respaldo del 80 %, que no se puede participar en elecciones porque no hay garantías; que la asamblea Nacional es ilegítima. Sólo Gerardo Blyde hace pequeños cambios en el discurso y de vez en cuando voltea los ojos para decir que no le gusta el cutis de Jorge Rodríguez y que la verruga de Chávez es horrrrible.
Para cualquier inocente observador la solución pareciera obvia. La Asamblea Nacional nombra una nueva directiva del CNE y la oposición corre en manada a participar en el venidero proceso electoral.
Escribo inocente observador, porque hay que ser bien inocente para creer que los dueños de medios van a abandonar su estrategia de odio, descrédito y desconocimiento de las autoridades venezolanas, sólo porque se nombre un nuevo CNE.
Si esos señores no cuentan con un CNE como aquel que separó las elecciones de gobernadores y alcaldes de las presidenciales en 1998 para evitar que Chávez arrasara, no cesarán en su ataque. A ellos el tipo de CNE que les gusta es el del conteo manual, el de los muertos votantes, el de acta mata voto. Les fascinan decisiones como aquella que dejó a Alfaro Ucero sin tarjeta, en una componenda con AD… eso si era un arbitro electoral.
Aquí la lucha por transformar el país y convertirlo en un estado de derecho y de justicia recién comienza y pasa por derrotar a uno dueños de medios que en su intento por detener la historia y volver al pasado han participado en un golpe de estado, en el sabotaje a la industria petrolera, en la guarimba y como si fuera poco promueven los llamados a desobediencia civil y a rebelión.
Nadie dijo que esa lucha sería fácil y mucho menos que no correríamos riesgos; los que así pensaron, que se miren en el espejo de Danilo Anderson, víctima de un plan criminal donde estuvieron involucrados dos dueños de medios, que no conformes con asesinarlo físicamente, intentaron darle muerte moral al mismo tiempo que defendían con fiereza a sus asesinos.
La lucha de los dueños de medios no es por el nombramiento de un nuevo CNE. Al frente de éste pueden nombrar a San Francisco de Asís y cuando tome la primera decisión será atacado, como si se tratara de un delincuente y acusado de hacer sólo lo que Chávez ordena.
Su lucha es por retornar a los privilegios del pasado, y su estrategia es calumniar e intentar generar desconfianza en todas las instituciones del Estado.
¿Acaso no celebraron como un triunfo cuando impidieron que la Asamblea Nacional nombrara a los actuales rectores? ¿Dónde fueron a parar todas las cualidades que dijeron tenían cuando el Tribunal Supremo los eligió?Cuando les correspondió decidir sobre los 27 millones de firmas que cuchita Mendoza dijo haber recogido, se convirtieron en delincuentes.
Con este tipo de gente siempre será sí porque a ellos le gustan las instituciones como aquel TSJ que decidió que en Venezuela no hubo golpe de estado, que los militares que arrestaron al Presidente lo hicieron preñados de buenas intenciones y que Carmona asumió la presidencia del país porque había un vacío de poder.
En conclusión, queridos amigos, haga lo que se haga ellos van a seguir con su sucia estrategia. No nos dejan otra opción que trabajar para seguir derrotándolos en cada escenario que escojan como terreno de lucha.
Por ahora intentan deslegitimar al CNE, pero para cambiar o nombrar nuevos rectores se requiere la aprobación de las dos terceras partes de la Asamblea Nacional… y que yo sepa no hay escuálidos en dicha Asamblea.
Por otro lado, si igual van a atacar a cualquiera que nombren ¿qué sentido tiene cambiar unas autoridades a las cuales todo el mundo, con la sola excepción de los ya mencionados, le reconoce el gran trabajo realizado?
Por mí que revienten y sigan usando sus medios como hasta ahora.
Alexis Arellano