No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo. (Hugo Chávez. Programa de la Patria 2013-2019).
El llamado a la reflexión que el 20 de octubre/2012 realizara en Consejo de Ministros el ciudadano Presidente, para que se active de una vez por todas el modelo de la comuna, soportado en las cinco leyes del poder comunal, el Plan Socialista Simón Bolívar 2007-2013 y ahora el Plan de la Patria 2013-2019, lineamientos programáticos enriquecidos en un amplio proceso de consulta participativa, los cuales deben ser adaptados y aplicados atendiendo a la complejidad de la frontera venezolana.
Puntualizo un conjunto de reflexiones, relacionadas hoy con los asuntos fronterizos del país.
-
Los estados fronterizos equivalen al 60% del territorio nacional; ese espacio geográfico alberga a la quinta parte de la población del país. Los municipios ubicados en líneas internacionales, territorio en reclamación y Dependencias Federales, abarcan el 45% del territorio nacional. En estas regiones fronterizas existe la pluralidad étnica y social de la que es objeto integral el proyecto revolucionario diseñado por nuestro Comandante Chávez. Pero también estos municipios albergan a la población de menor índice de desarrollo humano; de hecho son fronterizos los últimos 25 municipios de la tabla del índice de desarrollo humano publicada en 2008 por el Instituto Nacional de Estadísticas. Es necesario advertir una peligrosa situación al registrarse en los estados fronterizos una disminución del 5,9% del voto chavista fronterizo, entre las elecciones presidenciales del año 2006 y las del año 2013 y un ascenso similar y control de municipios por el voto orientado hacia la derecha.
-
La viabilidad de la revolución bolivariana es puesta a prueba cotidianamente en las regiones fronterizas, porque allí se intensifican la pobreza, las desigualdades, la injusticia social y económica, el racismo, la inseguridad personal, incrementados por la vecindad activa de factores extraterritoriales, tales como el narcotráfico, la minería ilegal y la evasión desde Venezuela de toda suerte de mercancías y servicios que siendo destinados a los venezolanos en el territorio nacional, una parte importante toma ruta de contrabando hacia los trece países limítrofes, actividad ilegal controlada por mafias nacionales y extra nacionales, las cuales soportan sus operaciones en un brazo armado irregular formado por paramilitares, quienes siembran el terror en los estados fronterizos. Esta realidad desafiante expresa hoy un incremento de la pobreza, crecimiento de la economía informal y disminución de las capacidades productivas regionales.
-
Los pueblos fronterizos necesitados, dependen ahora más del situado nacional, municipal y los innumerables sistemas de pago de las misiones, que de sus propias capacidades productivas. La aplicación desarticulada e incontrolada de la misión identidad ha acentuado la asimetría migratoria del fenómeno de doble identidad, comúnmente conocida en la frontera colombo-venezolana como los venecos, estrato de población colombiana residenciada en los departamentos, municipios y corregimientos limítrofes con Venezuela. Este estrato migratorio se ha incrementado en los últimos años al combinarse las variables del conflicto interno colombiano que origina el desplazamiento de población afectada, con la corrupción de funcionarios venezolanos que facilitan fraudulentamente, la obtención de la naturalización y cédula. Un nivel migratorio menos visible lo representan miles de indígenas guajiros, llaneros, amazónicos y esequibanos, presionados por la lógica de crecimiento del capitalismo depredador de recursos naturales en las fronteras de Colombia, Brasil y Guyana.
-
Es impostergable incorporar a la Revolución Bolivariana nuestras tres grandes fachadas: Caribe, Andina y Amazónica, hacia las cuales no disponemos de políticas fronterizas definidas, por ausencia de un ordenamiento jurídico pre establecido ampliamente en la Constitución Bolivariana en el año 1999, pero con una mora legislativa de 13 años. La inexistencia de programas de formación básica, en nuestro sistema de educación básica, media y universitaria, da lugar a un venezolano poco conocedor del territorio nacional y de los asuntos de identidad nacional y soberanía que de por sí surgen en la geografía fronteriza venezolana. A pesar de estar establecida en el artículo 28° de la Ley Orgánica de Educación, aún no se implementa en el currículo básico nacional esta singular área del conocimiento, la cual contrae y exige el dominio del método de abordaje de los asuntos fronterizos, materializados históricamente en los 13 segmentos limítrofes de la poligonal geográfica de Venezuela y deben ser estudiados a partir del reconocimiento de un sistema interactivo de tres campo campos: campo interior, campo límite y campo de vecindad.
-
El mas importante ordenamiento constitucional venezolano en torno a los asuntos fronterizos, lo configuran combinados el Art° 15 y el Art° 327 del texto Constitucional: el primero, referido a la Ley Orgánica de Fronteras, la cual debe definir las condiciones de una nueva territorialidad ausente hasta hoy: las regiones fronterizas, con su correspondiente sistema de asignaciones económicas especiales y, el segundo, la determinación de la franja de seguridad fronteriza, debilitándose por tanto el desarrollo de las zonas de integración fronteriza, definidas, propuestas e igualmente incumplidas en el I Plan Socialista Simón Bolívar 2007-2013.
-
Particular consideración merece el límite con el Territorio Esequibo, donde se mezclan los intereses económicos de poderosos concesionarios de la madera y de minerales estratégicos con la tensa situación política que impone la controversia territorial y la libre destrucción por trasnacionales asiáticas y europeas del bosque guayanés y la extracción de minerales del lecho de los ríos, con una población venezolana representada por indígenas y pequeños mineros en condiciones de vida infrahumanas que ocupan de manera dispersa estos espacios. Esta situación, que data de décadas se hace aún más delicada en un momento histórico en el que la fragilidad de este límite puede convertirse en la entrada a un conflicto buscado por las grandes potencias, dada la decadencia económica europea y su retorno a antiguos modos imperiales. La presencia humana es la principal garantía de la seguridad y defensa de la Nación, por lo que la población minera puede ser un factor relevante si se le toma en cuenta como parte de la sociedad venezolana, que junto al Estado son corresponsables en materia de seguridad y defensa integral de la Nación como se estipula en el artículo 5 de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación.
-
Al hablar de fronteras, debe examinarse el desarrollo de una política hacia los pueblos indígenas, por cuanto en la mayor parte de las regiones fronterizas tienen su hábitat ancestral 28 de las 36 etnias aborígenes venezolanas, cuyos derechos y regulaciones fueron de manera innovadora incorporados al texto constitucional en el capítulo 8vo. del Título correspondiente a los Deberes, Derechos Humanos y Garantías. Es un hecho las dificultades que han tenido los pueblos indígenas para lograr la demarcación de sus tierras. Luego de 11 años de promulgada la Ley de Demarcación (11/01/2001), hoy deberíamos tener 28 zonas geográficas fronterizas, correspondientes a los pueblos y comunidades indígenas, perfectamente delimitadas por mandato del Art° 119 de la CRBV y de un tamaño estimado en un 5% del territorio nacional, resultante de la sumatoria de polígonos geográficos ó mapas imaginarios de cada pueblo. Tenemos al contrario una lucha deformada burocráticamente para adjudicar al viejo estilo de la IV República títulos de propiedad colectiva que respetan el derecho de terceros, representados en los grupos ganaderos y latifundistas, que por acción u omisión despojaron a los pueblos indígenas de su hábitat ancestral. De modo que al más puro modo capitalista y bajo el imperio de una burocracia ignorante, se ha abordado la Demarcación del Hábitat Indígena: ejemplo, los títulos otorgados por el gobierno en la sierra de Perijá, fragmentando la unidad étnica de los Yucpa y fomentando confrontaciones armadas, que han traído en consecuencia el asesinato del luchador indígena Sabino Romero.
-
Al referirnos a nuestras fronteras, debemos estudiar y analizar la minería no petrolera y la energía hidroeléctrica. Los principales complejos hidroeléctricos, construidos y por construirse se encuentran en los estados fronterizos: Amazonas, Bolívar, Táchira y Zulia, en cuyo territorio igualmente se encuentran los principales centros de explotación legal e ilegal de oro, bauxita, hierro, carbón, fosfatos, diamante y ahora el novedoso coltán, entre otros. La anarquía y el saqueo; aliados a la corrupción y la burocracia; asociadas a mafias trasnacionales brasileñas, colombianas, norteamericanas y canadienses ubicadas en Trinidad-Tobago; sustraen nuestros recursos mineros con absoluta impunidad, dejando una secuela pobreza, inseguridad y anarquía en todas las zonas fronterizas afectadas por el fenómeno de la minería ilegal. Debemos alertar sobre los errores de redacción y omisión contenidos en el Decreto Ley que Reserva al Estado le Explotación y Comercialización del Oro en Venezuela, la cual excluyó a los sectores de pequeña minería, artesanal e indígena, los cuales son ancestralmente reconocidos como los extractores primarios de este mineral. La Ley dejó por fuera otro mineral de carácter estratégico como el coltán cuya extracción se realiza en relaciones técnicas de producción parecidas a la minería de oro.
Un asunto de extraordinaria importancia surge en el manejo de los ecosistemas que albergan, por una parte las cuencas con potencial hidroeléctrico, en las cuales se encuentran parte de los yacimientos minerales, que para ser extraídos del subsuelo, exigen la destrucción del frágil bosque tropical productor de agua. Esta contradicción debe ser resuelta por un ordenamiento legal pendiente. Entre tanto, continúa la destrucción para fines de minería de los bosques de las cuencas hidroeléctricas de los ríos Caroní, Caura, Suapure y Aro en el estado Bolívar, y Uribante, Doradas, Caparo y Camburito en los estados Táchira, Mérida y Barinas.
-
Venezuela tiene una fachada marítima que se ubica en el mar Caribe y el océano Atlántico. Luego de México, somos el país caribeño con mayor extensión marina más allá del territorio continental. Son 2.954 kilómetros de línea costera y 1.050 kilómetros cuadrados insulares. Unos 762.000 kilómetros cuadrados de Zona Económica Exclusiva y Plataforma Continental. Ese extenso mar representado en 314 islas, cayos e islotes, conjuntamente con los suelos y subsuelos constituye también un formidable reservorio natural de materias primas, razón por la cual estamos obligados a iniciar acciones para brindarle seguridad y desarrollo basados en el nuevo derecho marítimo internacional. En términos étnicos-culturales, Venezuela tiene frontera en el Caribe con once Estados en cuya población costera predominan identidades asiáticas, anglosajonas, africanas, latinas, que en su mestizaje han dado lugar a una cultura e identidad caribeña denominada creole (criollo) en idioma papiamento; son entidades, en algunos casos, con pleno ejercicio de soberanía y otros con limitado ejercicio de ella, incluso el de ser colonias o departamentos de ultramar de imperios europeos y Estados Unidos. de manera que el ser mas característico del Caribe donde está inserta Venezuela, es su diversidad y heterogeneidad; ello plantea, sin lugar a dudas, un desafío de la geografía que debe enfocarse desde el punto de vista geopolítico y geoestratégico, culminando la delimitación marítima en los siete segmentos pendientes de Zona Económica Exclusiva e instalando centros urbanos para el desarrollo turístico, pesca y explotación de petróleo y gas.
-
Dentro de ese sistema caribeño, dos grandes proveedores de agua dulce y nutrientes vitales, lo constituyen el lago de Maracaibo y el delta del río Orinoco. Al agregarse las cuencas colombianas de los ríos Magdalena y Atrato, las cuatro cuencas aportan al mar Caribe el 80% de las aguas dulces tributarias plenas de nutrientes orgánicos que recibe de las Américas el mar Caribe, para contribuir con la vida de la diversificada ictiofauna del Caribe. Tenemos por tanto un enorme territorio marítimo norte, al cual el modelo económico colonial, rentista, dependiente y depredador le impuso un desarrollo desigual; nuestro mar patrimonial con sus Dependencias Federales se encuentra virgen, deshabitado y desvinculado por completo del desarrollo nacional, fácil presa del capitalismo depredador el cual impone sus reglas para su uso, surcado hoy por centenares de cruceros turísticos, acompañados en silencio expectante por la poderosa IV Flota norteamericana.
La necesidad de un ordenamiento jurídico y la intervención coordinada de los distintos entes y órganos del poder nacional, estadal y municipal, ahora también del poder comunal, exigen una necesaria coordinación que facilite a inexistentes (pero ordenados constitucionalmente) planes y programas de desarrollo fronterizo.