Estado Bolívar según el Correo del Caroní

El panfleto que circula en Guayana con el nombre de Correo del Caroní además de su sempiterna  protesta sobre la agresión contra la libertad de expresión,  por falta del papel donde se imprime,  trae entre sus noticias: 

 que en Pto.  Ordaz,  hubo 4 estudiantes heridos en una protesta pacífica de 70 encapuchados que colocaron barricadas e  incendiaba una gandola frente a la universidad.

El motivo de la protesta pacífica fue el traslado a los tribunales de estudiante Xavier Beckles, detenido el miércoles en la noche junto a otras siete personas acusadas de actos vandálicos  en Alta Vista.

Con la quema de la gandola serían nueve los vehículos del estado quemados durante los reclamos en Ciudad Guayana. El último de ellos pertenecía a Cantv; fue quemado el 9 de abril en la noche, entre las urbanizaciones Los Mangos y Los Olivos.

De acuerdo con el Foro Penal Venezolano, a la fecha se han presentado 120 detenciones en el estado Bolívar, relacionadas con manifestaciones en la ciudad. Entre ellos, ocho permanecen retenidos, seis privados de libertad, 12 con libertad plena, 73 liberados bajo medidas cautelares, 14 liberados sin presentación y siete por verificar su estatus.

Rafael Marrón González,

 Mientras los vándalos y paramilitares contratados por el fascismo, destruyen servicios públicos, cortan los arboles de las avenidas, dejan sin semáforos las avenidas, incendian establecimientos públicos, escuelas, automóviles, impiden el libre tránsito de ciudadanos, amenazan al comercio, cobran vacuna y peajes a las personas que necesitan trasladarse, este ciego, sordo pero no mudo escribe sobre los venezolanos:

  Se incendian las humildes estructuras de la Gran Feria del Hogar, de Alta Vista, en Puerto Ordaz, los propietarios, padres y madres de familia que devengaban su sustento de esta práctica comercial, ven cómo no solo el fuego consume su mercadería, sino que decenas de degenerados del pueblo, que hacían cola en un Bicentenario cercano, corrieron a robarse lo que pudo haberse salvado del incendio. La cultura de la miseria ha calado hasta los huesos la arquitectura moral de ese componente de la nación venezolana, que ha traducido pueblo como sinónimo de impune y, por lo tanto, con pleno derecho de goce y disfrute de lo ajeno, cuando le dé la gana. En la realidad, es la cariada definición de gente sin escrúpulos. Saqueadores e invasores. Lo mismo le roban la carga a una gandola accidentada en la carretera que despojan de sus pertenencias al cadáver de un infortunado que sufre un siniestro vial. Lejos ha dejado el castrismo que nos ocupa, aquella imagen del pueblo venezolano trabajador, solidario y compasivo de otras edades. Pueblo pasó a ser de repente el remoquete populista que justifica la falta de integridad, cuya expresión más acabada es el vivo, un miserable aprovechador, abusador y desleal, que viola la confianza, denigra la amistad y lucra con el delito. Bajo la premisa todos semos iguales, solo respeta lo que teme.

Mientras todo señala la disminución de la pobreza y del hambre en Venezuela. Mientras desaparece el analfabetismo y aumenta la matricula estudiantil en primaria, secundaria y universitaria; el vocero de la jerarquía católica, Monseñor Baltasar Enrique Porras Cardozo que nunca ha dicho esta boca es mía sobre los casos de pederastia de cometidos por sacerdotes en todo el mundo, sobre los asesinatos políticos, sobre las acciones terroristas, obre el hambre y la miseria en países africanos, sobre el crecimiento del desempleo y de los 40  millones de ciudadanos que pasan hambre en los EE.UU y las decenas  de millones que se incorporan todos los meses a este ejercito de hambrientos  en todos los países capitalistas del mundo. Mientras todo eso pasa solo se le ocurre decir: Lo primero es la aceptación de la misma crisis. Según los datos oficiales Venezuela marcha a la cabeza de casi todos los rubros que conducen al bienestar, la superación de la pobreza y al respeto de la pluralidad y los derechos humanos. Los datos de otras organizaciones nacionales y extranjeras señalan que esto no es así. Y la vida cotidiana, la realidad real, que es el mejor índice de la calidad de vida indican deficiencias graves en la seguridad personal y jurídica, en el ejercicio de las libertades ciudadanas, en el auge de la violencia, en el abuso de poder y la mimetización de todos los poderes públicos en el Ejecutivo; a lo que hay que sumar el deterioro de los servicios públicos (educación, salud y salubridad, infraestructura vial y comunicacional, en la producción y (des)abastecimiento de rubros importantes, en el crecimiento desmesurado de la inflación, en el deficitario servicio de electricidad, en los controles cada vez mayores en todos los campos, siendo el de la educación uno de los más sensibles).

De nuevo según este panfleto el sindicalismo Guayanés mantiene la huelga en Sidor por varias exigencias. Entre las cuales está la Nro. 5 y la llaman Seguridad que refleja en grado de desfachatez y falta de ética donde pide nada más y nada menos impunidad para los ladrones.  Dice así:

    5. Seguridad. Sutiss pidió que se eliminaran las calificaciones de despido contra técnicos de protección de planta acusados de estar involucrados en el robo de cables. Las partes acuerdan su reactivación al trabajo, accesos y pagos. Cerrando el proceso de investigación y dando el caso por cerrado.

Jose Machete

Yo soy como el espinito que en la sabana florea le doy aroma al que pasa y espino al que me menea



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José Machete


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