En estos días muy reciente me dirigí a la Plaza Altamira, pensé ya verla tranquila, limpia y en camino de ser la Plaza bonita, limpia, decorosa, en paz, pero no!, allí estaban un grupito de disociados, porque es lo que son, tratando de trancar el trafico y no podían, sentados otros por allá con su bandera al revés, pero en la noche de vuelta ya que me dirigía hacia el Metro me llevé la sorpresa y se me arrugó el corazón al ver lo que pensé no creer esperar, claro ya he visto muchas cosas allí, pero esta vez sí que me molesté y me hizo profundamente reflexionar; BASURA DENTRO DE LA PLAZA. 

No lo podía creer; así como lamentablemente donde gobierna Ocariz en Sucre, especialmente zonas de Petare, era ya lo mismo, basura, bolsas grandes y pequeñas amarillas y negra dentro de la plaza como un perfecto chiquero. También a los lados, sé que la Alcaldía no recoge la basura en las esquinas para apoyar a los terroristas de allí, pero que ya esté la basura dentro de la Plaza es ya el colmo de la desidia y la conspiración. 

Me dio tanta rabia porque todo está a la vista de esta estrategia denunciada, hablada y graficada. basura dentro de la Plaza, y no es que la Plaza Altamira sea gloriosa, nada en comparación con la Plaza Bolívar, sino que en una zona donde por décadas nos dijeron que vivía la gente más decente, pulcra, culta y limpia resulta que dónde están, porque han dejado que un sitio emblemático lo hayan llevado al nivel petareño, me refiero a la basura, es una cosa para sentarse y meditar. 

He pensado mucho en lo que las urbanizaciones allí en los tres Municipios, pero en especial Sucre y Chacao, claro más Chacao, se ha demostrado en estos tres meses de terrorismo la conducta de estas clases sociales que llaman de MEDIA porque nunca terminan de ser completas. La cobardía de enfrentar a unos terroristas, de exigirle a un alcalde conspirador orden y trabajo, de ser amedrentada por los policías que dicen ellos cuidar, de no poderse organizar y ser esas mismas comunidades en poner orden, de defender sus territorios, aceras, comercios, plazas, lugares del vandalismo que les han sembrado para justificar un golpe de Estado que no se da. 

La Clase Media en estos sectores han demostrado que no están organizados para la defensa de sus urbanizaciones, el egoísmo y encerramiento los debilitó de tal forma que ya solo falta que éstos terroristas vayan ahora a las casas a incendiarlas y esta gente no tenga el valor y la fuerza de defenderse. Tanto que dijeron que las hordas chavistas y patas en el suelo en años anteriores vendrían a apoderarse de sus casas, vehículos y zona y de tanto decirlo por miedo y odio que se les vino encima esa pesadilla que aún no ha llegado a fases más violentas. 

Dónde está entonces la cultura, la estética de la que tanto pregonaban, dónde está el deseo de un país de progreso si en sus propias narices le están haciendo la vida cuadrito y destruyendo sus urbanizaciones. Ya está comprobado que en Chacao la economía ha caído, la hotelería bajo drásticamente y solo porque tanto la policía como la Alcaldía sin dejar de nombrar la Gobernación de Miranda los ha convertido como el único bastión de resistencia paramilitar. 

Es triste ver como sus hijos, sabiéndolo o no, metidos en drogas, prostitución y vandalismo en esas carpas que denominaban de la Paz; y ellos en vez de reflexionar y parar esa locura, callan. Cada día que veo este tipo de ciudadanos, de la llamada Clase Media, no todos, me quedo más en mi barrio porque a pesar del consumo de alcohol, problemas de droga y delincuencia hay más sentido común y de pertenencia que en estos sectores. 

La libertad de las que ellos hablan es una perfecta esclavitud y lo saben, cuánto tienen que aprender de los sectores populares en organización, orden, defensa territorial y cuidado. Mucho, gracias a Chávez y ahora a Maduro que nos han guiado a amar nuestra Patria Grande y libertadora. (Ver mi facebook: https://www.facebook.com/notes/julio-cesar-colmenares/de-cu%C3%A1l-libertad-hablan/678420528859831)