Ni una coma comparto de la declaración del Vicepresidente con la que
criticó la actitud de Juan Barreto en el impasse que sostuvo con la dizque
periodista Gabriela Matute de Globovisión.
Puedo entender que José Vicente como periodista que es, aspire un trato
respetuoso para todos aquellos que él considera sus colegas, pero eso no
puede conducirlo a obviar que en el referido canal de televisión se puede
encontrar de todo excepto periodistas, y periodistas serios mucho menos.
Pareciera que el Vice olvida que los asalariados de Mezerhane no sienten
ningún respeto por la ética periodística y actúan como operadores
políticos de quienes ya dieron un golpe de estado, convocaron a dos
huelgas generales, sabotearon la industria petrolera, montaron el sainete
de Altamira, armaron la guarimba y asesinaron a Danilo. Ellos tienen la
misión, y para eso les pagan, de usar sus micrófonos y cámaras para
provocar, agredir, desacreditar, calumniar e incitar al odio contra los
dirigentes del proceso revolucionario. ¿Quién no ha sido acusado de
genuflexo, ladrón, incompetente o asesino por estos pseudoperiodistas?
¡Qué se trataba de una dama! probablemente sea cierto, pero tampoco puede
dejarse pasar por alto que no hay diferencia alguna entre el odio que
destilan los hombres y el veneno que portan consigo las mujeres que
laboran para el acusado de haber planificado el asesinato de Danilo
Anderson.
No llego al extremo de mi compadre Gustavo de afirmar que todo venezolano
que se encuentre un periodista de Globovisión debería tener derecho, por
lo menos, a darle una pedrada, pero tampoco comparto la posición de José
Vicente que por tratarse de damas, no puede cantársele sus verdades con
la vehemencia que lo hizo Barreto (gritos incluidos).
Fijada mi posición ante el hecho, paso a continuación a hacer una
propuesta sobre como deben comportarse los funcionarios públicos ante los
periodistas de Globovisión.
Creo que lo que debe hacerse es ignorarlos por completo. Para ello, debe
dejarse de lado la práctica de concederles entrevistas; ¿por qué no
decir, por ejemplo, no respondo ninguna pregunta hasta tanto no se retiren
los periodistas de Globovisión?
Debe rechazarse todas y cada una de las invitaciones que hagan a sus
programas y dejar de invitarlos a los actos oficiales. Sería estupendo
que sacaran de circulación todas las credenciales que le permiten entrar
a Palacio, a la Cancillería, a las gobernaciones, etc.
Si de todas maneras van a decir los que les viene en gana, van sacar las
declaraciones de contexto, van a vilipendiar, van a ofender y van a seguir
con la misma actitud que hasta ahora han tenido; que lo hagan lejos de
nuestra gente y fuera de los espacios donde laboran los elegidos por el
pueblo para cumplir funciones de gobierno.
Seguramente gritarán al mundo que se les niega el derecho a ejercer su
profesión ( si es que mentir puede llamarse profesión) pero nadie puede
ser obligado a declarar a un periodista que manipulará la información que
se le suministre; tampoco nadie puede ser obligado a asistir a un programa
conducido por un calumniador de oficio, y mucho menos nadie puede ser
obligado a invitar a sus oficinas a fariseos como los ya descritos.
Iniciemos pues la campaña cero información, cero invitación y cero
declaración para Globovisión.
Esto será bueno hasta para ellos, pues así no correrán el riesgo de que
alguien les pegue un grito.