El Partido Socialista Unido de Venezuela ha sido una gran herramienta para la batalla electoral, una organización que ha demostrado ser una poderosa maquinaria de la izquierda unida que además de constituir el más grande partido del país, tiene el reto de construir un nuevo sistema de poder, el pensamiento bolivariano que unido al marxismo de Chávez configuren la nueva geopolítica antiimperialista.
Como bien sabemos, nuestro país goza actualmente de un bono demográfico, es decir, la mayoría de la población es joven, por lo que en nuestra organización política (que alberga más de 7 millones de inscritos), no sería extraño se expresara de igual manera, pero para ello la inteligencia, la paciencia estratégica y la praxis revolucionaria deben ser características de la juventud.
No es poca cosa lo que nos toca, Hugo Chávez ordenó tomar las riendas de la Revolución, pero para ello debe existir la real determinación de obtener una fuerte y poderosa formación política ideológica apegada al profundo estudio de la economía, la sociología, la comunicación, la historia, la geografía e incluso la defensa nacional, que nos permita ir asumiendo roles estratégicos dentro y fuera del Partido.
La juventud de hoy tiene sobre sus hombros la carga y el desafío histórico de ser la mejor generación en 500 años de historia patria, y para ello, la madurez aunada a la irreverencia, la valentía, la creatividad y la inteligencia.
Tendremos que luchar nuestra posición de vanguardia y obtener espacios que debemos impulsar con el ímpetu glorioso que solo tiene la juventud; Nuestro Partido debe ir al son de los nuevos tiempos que forman sus exigencias de acuerdo a las nuevas necesidades, el III Congreso del PSUV deberá reconocer que en la juventud está la esperanza de impulsar la velocidad que requiere el motor de la historia y por tanto, quizás ceda el espacio a la generación de oro, a la juventud de Chávez.
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