Fedecamaras y el dialogo económico por la paz

Si alguien no entendió para que se dialoga fue FEDECAMARAS. Primero, alabó la deferencia del gobierno revolucionario a dialogar, porqué desde el ¨Carmonazo¨ no pisaban Miraflores, ya se les había olvidado como era. Luego, empezaron a criticar y a desvirtuar el objetivo del diálogo: Que si no hay mesa política para discutir la pertinencia del modelo socialista; que los dólares prometidos a los empresarios eran para ya, sin inspección, porqué la crisis lo ameritaba; que había que liberar los precios de los productos y el control cambiario; que había que flexibilizar la Leyes del Trabajo y de Precios Justos; que había que revivir el diálogo tripartito. Total, en  el poco tiempo que calentaron las sillas de Miraflores, Jorge Roig se sintió que era Nicolás Maduro y que estaba en los viejos tiempos de la IV República y podía imponer los lineamientos de nuestra política económica. No entendieron que el Presidente Maduro estaba convocando un diálogo para la paz, para construir, entre todos, una economía sana, sin especuladores, ni acaparadores, sin empresas de maletín, sin empresarios pegados a la teta del rentismo petrolero, sin trabas burocráticas para los empresarios nacionalistas que producen de verdad, para desarrollar nuevas tecnologías, con el apoyo del estado, que nos brinden mayor productividad, para que empresarios, trabajadores y gobierno nos articulemos en un plan de desarrollo de 11 motores productivos. En el Plan de la Patria.

La convocatoria no era para arrear las banderas de la revolución, ni para revertir sus logros, sino, para poner a funcionar, entre todos, una economía productiva mixta, en los términos previstos en  la constitución Bolivariana. FEDECAMARAS no entendió ese mensaje, siguió con su politiquería barata, pensó que el gobierno los invitaba por debilidad y que ellos se podían aprovechar de eso y como dice la Grey Zuliana ¨Les salió el tiro por la culata¨.

Grandes empresarios continuaron con el acaparamiento y la especulación y les cayó la ley. El gobierno revolucionario los invitó a equilibrar los precios, a través, de la Ley orgánica de Precios Justos y no les gustó, ellos quieren precios especulativos y les cayó la ley. El gobierno les abrió el SICAD II, de libre convertibilidad, y no han metido ni un dólar, porque a ellos les gustan los dólares petroleros a 6,30 Bs. para después revenderlos en el mercado negro.

El gobierno revolucionario los invitó a invertir en nuestro País y darles la seguridad jurídica que tanto piden, pero no, ellos prefieren tener sus dólares en el exterior y contrabandear los productos subsidiados para Colombia, en donde también tienen empresas. El gobierno los invitó a participar en el Plan de la Patria, pero no, ellos prefieren el Plan de las ratas. El gobierno revolucionario los invitó a una economía productiva que supere el rentismo petrolero, pero no, ellos prefieren la economía de puertos y sus trampas. A ellos no les importa el País, ni la producción, ni el abastecimiento, ni los precios. A ellos sólo les importa: Ganar, ganar, ganar.

A pesar de todo, las palabras no se las llevó el viento, muchos empresarios nacionalistas escucharon el mensaje y rompieron con esa mafia que es FEDECAMARAS y sus satélites. La guerra económica va para largo, pero al final vencerá la Patria. El pueblo les pasará por encima como el 13 de abril. ¡CHAVEZ VIVE!



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José Orangel Paz Castillo

Profesor Emérito de LUZ (La Universidad del Zulia)

 orangelpaz@yahoo.es

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