Según el titular de la primera página de ese periódico golpista, “Falleció el último de los expresidentes del país...”. Pregunto: ¿se nota el “error” del rotativo?
Olímpicamente el medio con sede en la avenida Urdaneta de Caracas se tragó el capítulo de la historia escrito por el pueblo aquel 12 de abril de 2002, cuando Cabello asumió la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, producto de la ausencia de Hugo Chávez, derrocado horas antes por los aliados de El Universal.
Así como me pregunto cuándo murió Diosdado, también planteo: ¿por qué desde allí se falsea la verdad? ¿cuándo fueron modificados los criterios periodísticos mundialmente aceptados que dan licencia para omitir grandes hechos consumados que en su momento fueron del dominio del mundo entero? Porque una cosa es que a algunos le parezca que el presidente de la Asamblea Nacional sea un tipo retrechero y que no come coba para cantar verdades al viento, y otra es que no es muy ético que se diga clavar una puñalada a hechos que aún están frescos, escritos, asentados, validados, aceptados, aprobados, confirmados, fotografiados, grabados y filmados.
Para nada sería de extrañar que la omisión de esa empresa burguesa pretenda borrar, de un periodicazo, aquel registro patriótico en el que ella y sus amos del norte salieron con las tablas en la cabeza bajo la decidida voluntad del pueblo cívico-militar de mantener la institucionalidad de la democracia revolucionaria venezolana.
Para nada nos extraña la tendencia de sus titulares y del contenido de sus notas diarias, pero que sepulten fríamente un capítulo histórico de esa naturaleza no deja de sorprender. Les guste o no a los propietarios de ese pasquín ultraderechista, Diosdado es expresidente de este país y, aunque les duela, les recordamos que está vivito y coleando.
¡Chávez vive...la lucha sigue!