Con el canal de televisión del presunto asesino intelectual de Danilo
Anderson a la cabeza, la oposición venezolana ha venido desarrollando todo
una estrategia propagandística, destinada a hacerle creer al pueblo
venezolano que el presidente Chávez se ha convertido en una especie de San
Nicolás tropical, que anda por el mundo regalando el dinero que no es
suyo, al mismo tiempo que nuestro país se hunde por falta de inversión.
La campaña refleja bastante bien el alma de quienes dirigen la oposición
en Venezuela, pues intenta promover la tesis de que la solidaridad sólo es
posible cuando no existan necesidades internas.
¡Qué falta les hace un pastor de almas diferente a Castillo Lara! No hay
nada más alejado de las enseñanzas de Cristo y de la conciencia
revolucionaria que aquella frase que promueve ?luz para la casa y
oscuridad para la calle?.
Lo peor de todo es que como todas sus campañas, ésta está montada sobre
una montaña de mentiras y manipulaciones. Los supuestos regalos que Chávez
anda dando por el mundo no son más que convenios que colocan nuestro
petróleo, a precio de mercado, en los pueblos de Suramérica y el Caribe,
pero con facilidades de pago y bajos intereses.
Les duele, y por eso mienten, que países hermanos como Argentina y Uruguay
a los que nunca habíamos enviado un barril de petróleo, ahora sean
nuestros clientes. Defienden la posición gringa de oponerse al desarrollo
del sur. Sueñan con volver a aquellos días en los que sólo nos preocupaba
ser un suplidor confiable de crudo para los EEUU.
Lo peor es que no tienen moral para hablar. Quien escuche a Julio Borjes,
Antonio Ledezma, Ramos Allup y todos los ?genios? de la oposición decir
que este gobierno está tirando el dinero de todos los venezolanos, no
puede dejar de emitir una sonrisa de burla, al recordar todo el daño
económico que le hicieron a la nación con su actitud antidemocrática.
¿Con qué moral hablan de despilfarro y daño al patrimonio público quienes
convocaron a dos huelgas generales, dieron un golpe de estado y montaron
una dictadura, promovieron el sainete de Altamira, sabotearon la industria
petrolera, armaron guarimbas, atacaron despiadadamente la estabilidad de
nuestro signo monetario y realizan una campaña permanente de descrédito,
destinada a desestimular la inversión nacional y extranjera? ¿Cuánto le ha
costado al país su accionar?.
Permítame, amigo lector, que le de algunas cifras que describen bastante
bien ese ?amor? que los dueños de medios, sus periodistas asalariados y
sus visitantes perpetuos dicen tener por el país y que los lleva a vivir
consternados por el supuesto despilfarro que del dinero de todos los
venezolanos, hace el maluco de Chávez.
Gracias a la ?maravillosa gestión? de la oposición, la inflación en
Venezuela pasó de un estimado para el año 2002 de 10% a 30 % promedio en
los años 2002 y 2003.
Esto significa que cada uno de los venezolanos pagó 20% más de lo que
debería haber pagado por los bienes consumidos en ese periodo.
Ahora, si el consumo final en los hogares fue de 22 billones de bolívares
en el 2002 y 21 billones de bolívares en el 2003; significa que gracias a
esos ?patriotas? los venezolanos perdimos 6,8 billones de bolívares en
esos dos años.
Por otro lado la crisis que ellos, y solamente ellos, generaron, redujo
las reservas internacionales de 19,3 a 13,6 millardos de dólares, durante
el año 2002. En otras palabras, los venezolanos perdimos 5,7 millardos de
dólares que al cambio vigente para esa fecha, equivalían a ocho (8)
billones de bolívares más.
Pero allí no queda todo, la industria petrolera venezolana perdió gracias
a aquellos que se babeaban de poder gritando ?ni un paso atrás? 18
millardos de dólares, equivalentes a 25 billones de bolívares.
¿Llevan la cuenta? Van 39,8 billones de bolívares.
Por otro lado, de 12,8 a 21% subió el desempleo después del sabotaje
petrolero. Por voluntad de los dueños de medios de comunicación y sus
operadores políticos, un millón de compatriotas perdió su puesto de
trabajo. Sólo en al año 2003, ese millón de venezolanos dejó de percibir
(a salario mínimo) tres (3) billones de bolívares.
Lamentablemente se me acabó el espacio, pero los invito a que calculen
cuanto tuvimos que pagar de más los venezolanos por el incremento de 12
puntos en las tasas de interés durante el año 2003 y cuanto perdió la
nación por el alza de los intereses de la deuda externa, debido al
incremento del riesgo país, que estos inquilinos de Globovisión
promovieron.