El Partido Comunista de la Unión Soviética, PCUS, una esperanza y alternativa para todos los trabajadores del mundo. Al frente de una potencia económica y nuclear y liderando el Bloque Socialista de14 países, perdió el poder hace 25 años.
Localmente AD, COPEI y la variante chiripera gobernaron 40 años, también salieron del poder. Y muy cerca, en Colombia, liberales y conservadores aun con acuerdos de alternancia, salieron del Palacio de Nariño. En Venezuela la temporalidad partidista es más breve, solo existen tres partidos del siglo XX anteriores a 1958.
Algunos partidos salen del poder y lo recuperan; después de 11 años en revolución los sandinistas perdieron la elección en 1990 y volvieron con Daniel Ortega en el 2007, quien fue reelecto exitosamente hace tres años. El PRI de México gobernó 70 años, pasó a la oposición por 14 y volvió hace 4 años.
Son variadas las causas para esas caídas, pero en todas aparece la conducta de funcionarios que se envanecen con los beneficios y prerrogativas el poder y, luego para mantener estilos de vida ostentosos, recurren a la corrupción, casi siempre junto a empresarios.
Otra explicación del deterioro, está en la perdida de su rol. Al fin, los partidos son medios para tomar el poder y mantenerlo y esa condición le exige un papel de mediación entre el pueblo y el Estado, para evitar que el sistema entre en crisis.
Sobre la corrupción, la ineficacia y el burocratismo el Presidente Maduro anunció hace 5 días un cambio de estructuras y estilos de gobierno.
En cuanto al PSUV debe cambiar mucho. Algo que debe reflexionar a partir del Congreso es que el partido no debe sentirse un Ministerio y admita que criticar, o reconocer la ineficacia de una institución gubernamental, es positivo para pueblo, gobierno y partido. Sin apremio y sin una inminente caída, es el tiempo de tomar medidas para que el PSUV no caiga.