Sólo la congregación de los pueblos, ya es un éxito. Pero además, que estos pueblos con culturas y saberes diferentes y diversos, se reúnan para conversar sobre la problemática social y política, cultural y humana que viven nuestros países, hace de esta congregación, un encuentro positivo y floreciente de ideas, conceptos y nuevas maneras originarias de ser y hacer.
El gran Foro Social, es un evento con historia y relevante trascendencia mundial. Éste año, y vale decirlo, el FSM no se celebra en un mismo momento ni en un mismo lugar. Bamako (Malí) y Caracas (Venezuela) son las ciudades que, desde hace meses, se prepararon para acoger un encuentro en el que se abordaron temas globales y que permitió profundizar en temas de carácter regional. En Malí, por ejemplo, se habló de los intereses económicos en las guerras, de la exclusión que provocan muchas estructuras neoliberales, de la migración, de la defensa de la agricultura tradicional, de la deuda externa y de los acuerdos de libre comercio... todo ello con cuestiones como el VIH/Sida y la transparencia de los gobiernos como ejes transversales.
En nuestro país, unas 100.000 personas llegaron a Caracas para participar en el Foro Social Mundial y en 2.200 actividades previstas para esos días en la ciudad, se abordaron temas como la diversidad cultural, el papel de los Estados y los poderes privados, la reforma agraria, la creación de bases militares extranjeras en países latinoamericanos y la importancia de la comunicación para crear redes y dar a conocer sus propuestas. Cuestiones que también se repetirán, desde otros puntos de vista, en Pakistán el próximo mes de marzo, en el último encuentro del Foro Social Mundial de este año. Todo ello, con un solo fin, una sola misión: Devolverle, a la Humanidad, su humanidad.
Los opositores al cambio y los que nunca están de acuerdo con las políticas desplegadas por el Gobierno Nacional, ven la congregación de más de 100 mil personas, como una falsa necesidad, cuya intención apunta a los intereses proselitistas del Estado venezolano. Más allá de la poca objetividad de la mal llamada oposición para analizar hechos concretos que suceden en nuestra Venezuela, es innegable que, la falta de organización, se hizo presente en el evento, cuya logística dejó “en picnic” a muchos visitantes extranjeros, y, por qué no decirlo, no hay argumento valedero para justificar dicha acción.
Aún así, y con todos los inconvenientes que un encuentro de más de 100 mil personas, puede acarrear, el FSM, en Venezuela, evidencia, por sexta vez, la iniciativa de los pueblos, de intervenir, activamente, en las direcciones de sus países, y deja claro que este encuentro no pretende sólo generar debates y reflexión, sino fomentar alianzas y promover la acción hacia ese ‘otro mundo posible’ que proclama el lema del FSM. Las personas que participaron en el Foro Social Mundial (del 24 al 29 de enero), en nuestro país, llegaron con la certeza de que el intercambio de experiencias y las luchas de los movimientos sociales realmente están dando resultados.
Por ello, confirmamos y reafirmamos, una vez más, nuestro compromiso y nuestra responsabilidad en la estructuración y consolidación de un nuevo orden social que, evidentemente, viene gestándose en Venezuela y que apunta, necesariamente, hacia un nuevo tipo de socialismo, llamado “Socialismo del Siglo XXI”, por lo que, desde el Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno, nos comprometemos activamente con cada uno de los países, asociaciones, organizaciones, etc., que así lo deseen, para impulsar la implementación de herramientas adecuadas que permitan el uso eficaz de las instancias de poder y, así, hacer realidad en el mundo, los sueños de Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Abreu De Lima, Jesús de Nazaret, José Martí y todos aquellos próceres de la liberación e independencia de los pueblos del mundo.
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