Bolívar, padre Libertador, hoy nos encontramos aquí en este momento trascendental de la historia para seguir forjando por todos los rincones de esta Patria, el proceso emancipador que tú mismo comenzaste con aquella fuerza indomable de mil centauros.
Solo alguna pequeña secta de antipatriotas te sigue despreciando y temiendo, porque saben que no eres simplemente parte de los libros clásicos de nuestra historia, sino que estás sembrado en cada uno de nosotros como una llama ardiente que recorre nuestro espíritu revolucionario.
Hoy, con gran orgullo y pundonor podemos decirte que hemos seguido enrumbando a esta Patria por el camino del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI, gracias a tu ejemplo infinito y al legado inmortal de un gigante que hoy te acompaña en la gloria y memoria eterna de este glorioso pueblo; nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez, que hoy sigue tan vivo como nuestra convicción de continuar transitando en la alborada de la Patria Grande para llevarla hacia el esplendor que le corresponde a su grandeza e inmensidad.
Nuestro Presidente Nicolás Maduro, a pesar de los miles de obstáculos que la derecha perversa coloca en el camino, sigue avanzando en la consolidación de este proceso bolivariano, tal como lo encomendó nuestro Comandante Eterno. No volverán jamás aquellos que pretenden dominarnos bajo la mirada del desprecio, como sucedió en tiempos pretéritos de oprobio. El alma guerrera de este pueblo no permitirá retornar al abismo. Vamos encaminados a la cima del triunfo revolucionario.
Bolívar, hoy seguimos teniendo Patria, esa por cual enfrentaste tantas batallas saliendo siempre victorioso. Eres esa inspiración pura que nos anima a seguir cabalgando por este sendero revolucionario. Eres esa convicción y firmeza que nos permite a no doblegarnos ante nadie bajo ningún concepto y en ninguna circunstancia. Eres mucho más que una consigna, una pancarta, una estatua, una avenida o un discurso, eres una poderosa herramienta política que nos permite refundar la República bajo la moral y la ética que nos otorga la herencia de tu pensamiento libertario. Eres dignidad, esa recuperamos cuando rescatamos nuestra independencia y soberanía popular, que hoy reside intransferiblemente en el pueblo, como lo consagra nuestra constitución bolivariana. Eres pensamiento, sentimiento y conciencia revolucionaria.
Estás en el resonar de nuestras voces, en el redoblar de nuestros pasos, y en el acierto y brillo de nuestras ideas. Estás en la majestuosidad de este cielo, en la inmensidad que nos deja el oleaje de nuestras costas, y en la impetuosidad de nuestras montañas. Estás sembrando en toda nuestra geografía, desde nuestro páramo andino, pasando por nuestro hermoso llano, hasta en la Caracas heroica que hoy te aguarda en su seno. Cada hombre y cada mujer llevan presente tu doctrina libertaria como una inyección de fuerza moral para transformar los viejos paradigmas que en otrora nos quisieron imponer.
A nosotros, a quienes se nos confiere la ardua tarea de seguir guiando a nuestra Patria hacia la irreversibilidad de este proceso histórico y traspasar definitivamente la barrera del no retorno; se nos avecinan tiempos de consolidación, de reimpulso patriótico, de unificación de todas nuestras fuerzas. Se nos avecinan tiempos de batalla y de victoria.
A 231 años de tu nacimiento prometemos no fallarle a tu legado y ejemplo, somos soldados combatientes impregnados de la lealtad y el amor más inmenso hacia esta Patria, forjadora de sueños y libertades. Nadie detendrá este huracán revolucionario y este flamear incontenible de nuestra bandera. Estamos aquí contigo, en este momento exacto y en este mismo sentir colectivo para reivindicarte y para decirte: ¡¡Bolívar, vamos a tu encuentro!!
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