La falta de liderazgo

Al finalizar la obra de quienes fueron antes que nosotros debemos detenernos ante el progresivo desarrollo del ideal que pregonaron; es decir, detenernos a considerar cuántos esfuerzos realizaron para concretar su aspiración, para realizar en contenido material el pensamiento de sus ideas, pensamiento que brota de entre las manifestaciones todas que la animan para adquirir vigor en la oposición hegeliana, surgiendo de ese combatir de opuestos la verdad. Sostener con dignidad una idea justiciera, ceñirse a lo estipulado en la filosofía del movimiento socialista y chavista, al cual nos hemos adscrito bajo juramento, dedicar las energías a la realización integra de los postulados de nuestro Eterno Comandante, es un deber, una obligación que libremente nos impusimos.

La tarea histórica de unos herederos responsables es procurar empatar este momento con el pasado-presente para poder plantear los problemas del futuro. Estudiar con alegría las posibilidades que ofrezcan las obras del Comandante Chávez, analizando sus errores, si los hubiera, y continuar por el camino de sus aciertos, es un deber. Toda generación trae en el porsiacaso de sus ilusiones, sedimentadas con la meditación, el deseo de ser un factor decisivo en la vida colectiva, inclinando el pueblo hacia su verdad, procurando conducirlo hacia un país de igualdad y justicia social donde la energía latente se convierta en acción responsable y la acción corone el ideal soñado.

La primera responsabilidad es la contraída silenciosamente con nosotros mismos, cuando nos propusimos en su presencia en un instante de sinceridad interior, hacernos dignos herederos de su Legado; cuando acordamos en lo más escondido de nuestro espíritu que nuestra acción se desarrollara en favor de la colectividad que sufre y padece, que sufrirá y padecerá mientras no logre de quienes gobiernan el respeto que se merece y la preocupación a que es acreedora. Pero hemos llegado a una hora en que estas caricaturas de virtudes van siendo reducidas a sus verdaderas desproporciones. Una conmovida lección de tiempo presente, de urgencia actual, inaplazable, se filtra al través de nuestras dudas poderosas y atrayentes, no por mero devaneo caprichoso, sino ante el impulso del corazón y la responsabilidad, que siguen el mismo ritmo acelerado de estas horas tremendas.
¿Para dónde vamos, manipulando al pueblo con limosnas? ¿Y, después que queda? Lo que no se entiende, es: ¿Qué pasó con el equipo de trabajo?, las bases se deben hacer en función que nadie sea imprescindible, pero está demostrado que no es el caso, a falta del Comandante no hay liderazgo ni equipo de trabajo; se presume dudosa de caracteres ideológicos y más bien de jalabolismo. Usurpadores, vividores, (“chucapao”), modismo margariteño. Cada quien con su tara ya sea por beneficios personales o ideológicos; más bien se aprecia el resurgir de una nueva casta.

¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los antiterroristas cubanos Héroes de la Humanidad!
¡Hasta la Victoria Siempre, Comandante Chávez!
¡Viviremos y Venceremos!



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Manuel Taibo


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