El órgano informativo digital “Joropo”, destaca que el presidente Maduro, en discurso en el Congreso del Psuv, declaró “prohibidas las cooptaciones”. Es decir, según eso, de ahora en adelante, nadie podría ser integrante de los organismos de dirección del Partido, sin ser electo, pues se ponía fin a las “escogencias a dedo”, tan del gusto de la gente de la IV República y que dentro del proceso revolucionario nos contaminamos como si fuese un catarro.
Inmediatamente, dejándome llevar por el entusiasmo que despertó en mí la posibilidad de acabar con aquello de ministro, gobernador o alcalde jefe del partido, derivación de esa ancestral fuerza del poder que emana de los cargos y el manejo del erario público, aplaudí como quien alcanza una victoria. Pero, como decimos los venezolanos en estos casos, aquello no pasó de ser “una alegría de tísico”.
Pues “Joropo” continuó informando que, “el presidente prohíbe el uso del sistema” que “sólo debe emplearse si el presidente del partido lo autoriza”. Lo que es lo mismo, se le prohíbe a un sector, que nunca fue grande, que escoja a dedo dentro de los suyos y los más complacientes, pero se le permite al presidente del Partido, que como cosa ya nada curiosa, es el Presidente de la República o jefe del Estado, el mismo organismo que queremos transformar o desmontar. Decir que esto se parece al discurso del Conde de Salinas, el de “El Gato Pardo”, célebre novela de Lampedusa, es muy acertado, pese que algunos, entre los pocos que en este país leen, si nos dignan con su lectura, lo califiquen como un lugar común o expresión de alguien que la recogió por allí tirada entre los escombros o adquirió en una venta de cachivaches. No es descartable que, el presidente Maduro, quizás con la mejor buena fe, intenta hacer un cambio pero con un procedimiento que dejará todo como venía.
El mismo órgano informativo digital “Joropo” agrega que Maduro insistió que “están prohibidas las designaciones a dedo a menos que las realice él – así mismo lo escribió “Joropo”- o algún miembro de la dirección nacional del partido”.
Dicho de otra manera, la cooptación, sistema del cual se ha abusado tanto, por supuesto siempre en favor de quienes tienen dedo poderoso, de ahora en adelante cambia. Deja de ser un sistema abierto o quizás, aunque parezca contradictorio, democrático, porque eran muchos, si nos atenemos a lo que sugieren las palabras de Maduro, quienes tenían derecho a aplicarlo, y de ahora en adelante se reduce a un cogollo. Al presidente y los miembros de la Dirección Nacional.
¿Cuál es el cambio? El partido todo ha venido protestando contra las cooptaciones que favorecen a grupos y entorpecen el empoderamiento popular y la respuesta es que ellas continúen campantes pero administradas por un círculo más estrecho. Eso sí, el anuncio se hace “como si estuviéramos cambiando para cambiar”. Eso parece a aquello de prohibir el pecado pero permitir que unos pocos lo cometan o concedan sus licencias o indulgencias a otros.
