Como ustedes no pueden ver

Los “Motitos” son graciosos. Mejor, son irónicos y esa es a mi parecer la más inteligente forma de hacer humor. Entonces más que simplemente graciosos, son buenos humoristas. Es que ellos, son inteligentes no hay duda. Si no lo fueran no nos hiciesen reír diciendo cosas que parecieran banales. ¿O lo son?

Me he divertido por un ya largo tiempo con ellos y hasta con algún o alguna acompañante ocasional que invitan para mostrarnos que no están solos en lo que hacen y cómo. Confieso pues que me han enganchado. Aunque me incomodan cuando con frecuencia, quizás demasiada, sugieren que su “incultura”, que por supuesto no es tal, es la de quienes de ellos somos espectadores (¿Es esta la palabra adecuada?). Del Quijote, no sabemos sino repetir frases sueltas como “Sancho con la iglesia hemos topado” o “si los perros ladran Sancho es señal que cabalgamos”. Nadie más si no ellos han leído “El Gato Pardo”, los demás, apenas repetimos aquella frase “cambiemos para que nadie cambie”, que le escuchamos a Ismael García. No pierden oportunidad de hacer citas que cualquiera podría pensar fueron escogidas antes para deslumbrar, pero no, viniendo de ellos es sólo evocación inmediata de su cultura, cosa que más nadie o quizás muy escasos, pueden hacer.

Pero los “Motitos”, como ustedes pueden ver, como todo humano, tienen una falla. No creo que pueda llamársele cultural, pero alguien bastante culto, que no es este miserable mortal, puede calificar de ideológica. Los “Motitos” sólo ven por un binóculo, que para más vainas está montado sobre una base que no rota. Siempre, pese la perspicacia e inteligencia con las que les dotó la vida, miran sólo una parte del paisaje. Su foco está fijo en el mismo punto del horizonte.

Quien esto escribe, como los “Motitos”, es chavista y está en muy buena medida con el gobierno. Es más, para que no quepan dudas, está con el gobierno, como los “Motitos”. La única diferencia es que ellos son parte del gobierno y eso hace a los intelectuales, me refiero con éste término exclusivamente a ellos, no reclamar que les muevan el binóculo para mirar en redondo, tanto como para hacerlo al otro lado o quizás hacia su propio espacio.

En cambio, el suscrito, tiene su propio binóculo. Lo escogió a su gusto y lo primero que quiso fue que girase en redondo para intentar ver en todos los rincones y captar la vida en movimiento, en toda su riqueza. Cuidó no pusiesen ninguna tranca o piedra alguna en el sistema rotatorio. Ha querido percibir las purezas e impurezas en cada uno de los rincones y señalarlas sin recato. No para llorar como “la zarzamora”, sino para que no le echen cuentos y poder hablar, en la medida de lo posible, dependiendo de la poca inteligencia y escasa cultura que ha acopiado, de las mundanas cosas, sobre todo de la política, tal como son o por lo menos las percibe.

No es posible que los “Motitos”, tan cultos, estudiosos, bien hablados, agudos, irónicos y hasta mordaces – quizás eso aprendieron con Borges ¿Cuál Borges?- solo puedan mirar un lado de la vida. Asombra como ellos tan despiertos, son capaces de mirar la brizna en el ojo ajeno. Pero habiéndose anunciado un “Sacudón”, no se percataron antes y después que las cosas se mantuvieron en su puesto. Como si quienes predicen el tiempo se hubiesen equivocado de nuevo.

En el mundo nuestro, en este lado del campo, un intelectual debe ver a todos lados y advertir cuando el tiempo es malo para que podamos sacar el paraguas. Si no lo hace, por razones que parecieran inexplicables, dejan muchas dudas. Tratándose de intelectuales de izquierda o chavistas, eso deja mucho que “ver”. No es bueno tanto cuidado o disimulo. Porque no es que no miren o perciban con pertinencia, sino se empeñan en ser en exceso cuidadosos del qué dirán.

Tampoco pueden esperar que nos dediquemos a reírnos y hasta aplaudir de lo que digan del otro, mientras ignoran lo que de este lado sucede. ¿O es qué piensan que todo marcha sobre ruedas? ¿Qué tal las caras tenebrosas y hasta festivas, la noche del discurso para anunciar cambios del gabinete que llamaron “Sacudón”, mientras las lámparas no denunciaron movimiento alguno?

Un intelectual de la izquierda, no puede mirar de un solo lado y decir únicamente lo que le conviene a él o a un tercero. No hace bien a quien cree servir. Menos al pueblo con quien tiene su mayor compromiso.

Me encantan los submarinos, estando hundidos, sacan el periscopio y atisban en 360 grados.


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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