Decía Senior que si todos los obreros estuviesen empleados en producir artículos de propio consumo, el fondo de los salarios no dependería más que de la productividad de su trabajo; es decir, que se repartirían de salarios el producto entero. Pero como en un estado social capitalista una parte del trabajo se emplea en producir artículos para el consumo de capitalistas, resulta que la entidad del fondo de los salarios depende no sólo de la productividad del trabajo, sino además "del número de las personas directa o indirectamente empleadas en producir las cosas que sirven para el uso de los obreros parangonado con el número de las familias obreras".
Como lo que producen los dedicados a la producción de artículos de consumo obrero hay que dividirlo entre la clase obrera toda, cuantos más obreros empleados de este modo relativamente a los empleados en producir artículos no útiles para el obrero, mayor la suma que hay que dividir. Si en dos países hay igual masa obrera e igual productividad, y en el uno 100 obreros dedicados a la producción de artículos de consumo obrero, por 50 en el otro, los salarios serán dobles en el primer país.
Cuantos más obreros dedicados a producir paños baratos y menos lujosas telas, mejor para el obrero, y el salario real más elevado; porque es menor la cantidad de riqueza sustraída a los productores primitivos, esto es de consumo de los obreros, para transferirla a los productores secundarios, o sea, a los de los artículos para los capitalistas.
Aunque hemos de volver más de una vez y más despacio a este punto interesantísimo, uno de los más interesantes de las cuestiones que se debaten acerca de la teoría del salario y del tan discutido "fondo del salario", bueno será indicar una vez más el sofisma de la defensa del lujo. Si con el descenso del lujo habría de quedarse con los brazos cruzados los obreros empleados en producir artículos de lujo, santo y bueno.
Pero… sí, en el régimen actual se quedarían con los brazos cruzados. Si los capitalistas que se dedican a la fabricación de artículos de lujo se dedicaran a la de artículos de más consumo general y más imperiosa necesidad, los salarios reales subirían de un modo "alarmante", vendría la baja del interés del capital, su muerte tal vez.
Socialmente es preferible, en todos respectos (incluso el del adelanto en cultura), que mejore la vida de la generalidad, que aumente el número de los alimentados, abrigados y domiciliados "humanamente", aunque se tengan que privar otros de confituras, gomoserías, suntuosidades y estúpidos derroches; pero si esto es socialmente mejor y más progresivo hasta económicamente, no sucede así burguesamente.
La cuestión social es, sobre todo, cuestión de consumo, es no sólo que uno se muere de inanición lenta, de hambre entretenida, mientras otro muere de indigestión o de gota, es más, es que el uno se indigeste para que el otro no coma humanamente y llegue a hacerle trabajar.
Quisiéramos tener un mazo para meter en la cabeza de los capitalistas refractarios el germen de esta reflexión: el interés social y el individuo no coinciden en nuestra economía; el capitalista emprende el negocio que más interés le produce y no es el negocio que más interés produce al capitalista el más útil socialmente. El valor intrínseco no es el de cambio. En la lucha por la conservación del dividendo se destruye riqueza.
P.D.
Hablando de Contrabando: ¿Qué sucedió con el militar (coronel) venezolano, que tiene 7 gandolas Iveco Trakker y una flotilla de camiones Ford-350? Que se dedica al transporte de combustible y alimentos hacia Colombiagranadina. Este sujeto está asociado a la Polar y fue el que más dólares recibió de Cadivi en estos últimos años. ¿Se piró, está en Miami?
¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los antiterroristas cubanos Héroes de la Humanidad!
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!
¡Patria Socialista o Muerte!
¡Viviremos y Venceremos!