La Revolución Bolivariana es un proceso que infunde vida a nuevas fuerzas creativas. La Revolución se extiende rápidamente por toda nuestra geografía y los mercaderes semianalfabetas que vendían las riquezas de nuestro país al imperialismo, expoliando y explotando a nuestro pueblo deben ser execrados.
Durante sesenta largos años he observado la vida de gentes de distintas clases. Por no fiarme demasiado de mis impresiones directas, las he verificado estudiando la historia de nuestro pueblo, comparándolo con la historia de otros pueblos. Hemos sido bastante "objetivos", incluso cuando sentía que el objetivismo frenaba la comprensión de las "verdades más simples de la vida" y doblaba la línea recta del desarrollo de mi conocimiento del mundo.
Afirmo que el obrero y el campesino de nuestro país viven muchísimo peor que cualquiera de las clases trabajadoras de la América sajonizante. La gente de trabajo de nuestro país está más privada de derechos. La presión de los Gobiernos sobre la voluntad y la razón del hombre y la mujer de Venezuela es más dura, brutal y deformadora que en los países de la América sajona. En ninguna otra parte, gente de talento perece en tal cantidad y tan fácilmente como en Venezuela. Yo no pertenezco a los ciegos "patriotas de esos países" y estoy convencido de que conozco bien el "alma del pueblo". Esta alma, "muy ancha, grande", estaba llena emponzoñada con tenebrosos prejuicios y supersticiones producto de las condiciones primitivas de la vida.
Qué se ha hecho en el país. En los años transcurridos después de la victoria de la Revolución Bolivariana y Chavista. Señalaré el amplio desarrollo de la educación primaria y secundaria y la de las universidades y la de la investigación. Los múltiples tesoros de la tierra descubiertos en estos años, que aseguran por largos siglos nuestro progreso económico y cultural. Sólo los cegados por los intereses zoológicos y los inhumanos prejuicios de clases, no ven esas conquistas de la razón y la voluntad, no lo ven tampoco los perezosos en el mirar, ni los periodistas tarifados a quienes los patronos les han prohibido que vean la verdad.
En la Venezuela Bolivariana y Chavista hay un solo dueño: tales la realización y su diferencia fundamental respecto a los Estados burgueses. Ese dueño es el Estado y el pueblo. El objetivo que se han propuesto es bien claro: crear las condiciones indispensables para el libre desarrollo de sus dotes y facultades. Dicho con otras palabras, poner toda la energía potencial y despertar en el pueblo todas sus capacidades de creación.
Cierto que no vivimos y trabajamos sin cometer errores, que el instinto de la propiedad, la necedad, la vagancia y otros vicios del pasado, que venimos heredando desde la colonia, no se puede erradicar en una decena de años. Empero sólo un loco o uno enfurecido hasta la locura, se decidirá a negar el hecho incuestionable de que la distancia que media entre la generación joven de trabajadores y los progresos indiscutibles de la cultura universal, se va acortando en el país de Chávez con fantástica rapidez.
Esto se está realizando. La masa de pueblo para la que se han despejado todos los caminos de la cultura, destaca de su seno a decenas de miles de jóvenes en todos los campos de la aplicación de la energía humana.
¡Gringos Go Home! ¡Pa’fuera tus pezuñas de la América de Bolívar de Martí y de Chávez!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!