Es de sabio el saber oir y escuchar.
Escuchar significa oír hasta entender lo que otros están tratando de transmitir. Significa permitir que algo toque el entendimiento. Un hombre sabio siempre escuchará, porque quiere volverse más sabio. Busca aprender más.
Al vivir a la defensiva, no se escucha. Alguien nos presenta un argumento de cualquier clase e inmediatamente respondemos defendiéndonos, en vez de escuchar. Mientras quien me habla trata de decir lo que desea decir, yo ya estoy pensando y preparando lo que voy a responderle. Ni siquiera escuchamos lo que la otra persona está diciendo; nos estamos preparando para continuar con lo que queremos decir o con lo que queremos demostrar.
No lograremos madurar sin un corazón que escuche. Un corazón que diga: “Yo quiero entender”. Si queremos volvernos sabios, nos esforzaremos por escuchar. Si no queremos ser sabios, continuamos siendo personas defensivas. Usualmente las personas defensivas no son sabias. Podemos estimar la capacidad de la gente, según la habilidad que posee para escuchar.
La democracia debe caracterizarse por la multiplicidad de opciones, pero la dirigencia muchas veces se opone a las alternativas impidiendo cuestiones fundamentales, sin recurrir al examen crítico e ignorando las prioridades. Esa manera de actuar la recogen algunos dirigentes al manifestarle a la ciudadanía lo siguiente:
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No critiques, procura más bien colaborar con todos sin hacer críticas
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La crítica hiere y a nadie le gusta ser herido.
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La persona que acostumbra a criticar muy pronto se queda aislada de todo
El buen gobernante debe saber aceptar las críticas buenas y las críticas malas; porque en ese flujo de información hay ideas que ayudan a hacer los correctivos necesarios para una buena gestión.
El dirigente acepta las críticas, las analiza, las asimila y luego ejecuta una disertación y las procesa. Pero, a veces, no hay voluntad ni alegría para gobernar y el hecho de creer que se están haciendo las cosas super bien se encajonan en un laberinto sin salida. De allí que haya resistencia a la reflexión, a la discusión entendida como fructífero intercambio de ideas y simplemente se aprueban sin consulta previa y sin miramientos.
No hay cosa que más duele, que la verdad desnuda en la cara. Lo peor del caso es que le restriegan en el rostro a la ciudadanía un afiche con esos mensajes; pero que triste es mirarse en un espejo. Pero como todas estas figuras de cartón, éstas no resisten el menor soplo de la crítica. Y debería servir este episodio, para inclinarnos a pensar con mayor seriedad y cuando el objetivo tenga una finalidad benéfica para el país.
La mente reactiva es la fuente total de la aberración. Todo el mundo posee la mente reactiva. Ningún humano, examinado en cualquier parte, se enamoró exento de ella. ¿Qué es lo que hace esta mente? Y es lo único en el ser humano que puede producir algunos efectos, tales como:
Esta es la mente que hizo pensar a Sócrates que poseía un demonio que le daba respuestas.
Esta es la mente que hizo que Calígula nombrará a su caballo para un puesto en el gobierno.
Esta es la mente que hizo que César cortara las manos derechas de miles de galos; la que hizo que Napoleón redujera la estatura de los franceses una pulgada.
La que hace que un ex presidente de España mintiera y se empecinara en condenar a la ETA en los atentados terroristas sucesivos en las cercanías de Madrid un 11 de Marzo de 2004. Esa misma noche, cientos de españoles se manifestaron en las principales ciudades del país y acusaron al Gobierno de manipulación y exigieron transparencia; las investigaciones policiales y judiciales llevadas a cabo concluyeron que fueron células yahadistas1.
La que hace que un tres veces ex primer ministro y líder la centroderecha de la Forza Italia estuviera involucrado en abuso de poder e incitación a la prostitución de menores2.
La que hace que un ex presidente de los estados Unidos, a través de la CIA, enviara al Dr. David Kay en mayo de 2003 a apoderarse del arsenal de armas de destrucción masiva en Irak. ¿Qué pasó con el arsenal de armas biológicas y químicas que se creía que iban a encontrar en Irak? No existías tales arsenales químicos. Es la que hace que se instale la guerra de los mentirosos.
Es la que hace que dibujantes e ilustradores franceses publicaran unas caricaturas blasfemas del profeta Mahoma y del Corán. Sus trabajos acabaron manchado de sangre. Estos fueron asesinados el 08-01-2015. Y es la que hace al primer ministro británico pensar que hay derecho a ofender a las religiones. El Papa Francisco sostiene que “la libertad de expresión tiene límites; y es aberrante asesinar por Dios pero no hay que ofender la religión o burlarse de ella”. “La libertad de prensa no significa libertad de ofensa", subrayó el primer ministro turco, Ahmed Davutoglu. El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, dice estar en desacuerdo con sátiras de Charlie Hebdo; sin embargo, dijo que "nada justifica un ataque de esa naturaleza". Miles de manifestantes salieron a las calles de Argelia, Sudán y Mauritania con pancartas que decían "Yo soy Mahoma", en rechazo de la reciente portada de la revista francesa. Se registraron muertos y heridos. En Líbano, Pakistán, Israel y Jordania, miles de ciudadanos también alzaron su voz de protesta contra la revista satírica.
Es la que hace que miembros pertenecientes a la Familia Real Española evadan el pago de impuestos al fisco. A pesar de estar penalizado por la Ley de Hacienda Pública. No sólo el Rey está sujeto al pago de todos los impuestos, también lo están los Príncipes de Asturias, las Infantas y sus esposos, como cualquier otro español y así se detalla en la página web de la Casa Real española.
Esta es la mente que mantiene la amenaza de la guerra, la que hace que la política sea irracional, la que hace gritar a los oficiales superiores, la que hace que un ex presidente de una Federación de Ganaderos rompiera ante los medios de comunicación la Gaceta Oficial del Decreto de Ley de Tierras y Desarrollo Agrario; la que hace que una ciudadana, muy a pesar de beneficiarse de los servicios del Centro Cardiológico Infantil para su hijito de seis años, agrediera a la ex defensora del Pueblo, Gabriela del Mar Ramírez, la que hace que una Diputada de la República llamara ladrón al Comandante Hugo Chávez.
La que hace que los conductores y profesores del IUT-FRP no le hayan dado importancia de la implementación de internet como herramienta fundamental para la formación de sus profesionales.
La que hace que un grupo de estudiantes fascistas agredan a la Universidad Venezolana.
La que hace que algunos compatriotas se vuelvan intolerantes y atenten contra su propia nación convirtiéndolos en traidores de la Patria. Aquí debemos recordar las palabras de José de San Martín, el Libertador de la América del sur cuando afirmó: “Lo que no puedo concebir es que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española, una tal felonía ni el sepulcro puede hacerla desaparecer”.
La que hace que un cura de la iglesia se enferme de odio e invite a celebrar la muerte de otros e incite a sus feligreses a que asesinen a chavistas.
La que hace que miembros de la alta jerarquía de la iglesia venezolana no se quiten la sotana para hacer política y se comporten con perverso cinismo.
Es la que hace que la gente se vuelva corrupta y sustraiga los recursos de los pobres. “Es deber escuchar la voz de los pobres y romper las cadenas de la injusticia”: Papa Francisco. Para realizar las reformas de las estructuras sociales que perpetúan la pobreza y la exclusión de los pobres lo que se debe hacer en primer lugar es la conversión de la mente y el corazón.
Es la que hace que personas investidas de autoridad se conviertan en parte del delito.
La que hace que los niños lloren por temor a la oscuridad. Esta es la que hace que un hombre suprima sus esperanzas, la que mantiene sus apatías, la que les da indecisión cuando debería actuar y la que lo mata antes de que haya comenzado a vivir. Si alguna vez hubo un demonio, ella lo inventó.
Amigos míos, la vida es corta. Y por lo corta que es ella, debemos en este lapso de tiempo, hacer las cosas lo mejor posible. Démosle una mano a Venezuela. Ganémonos el cariño de la gente, intentemos ser queridos por los demás. Intentemos ser admirados. Salgamos por la puerta grande. Cumplamos con el Legado de Chávez y dejemos tanta desidia y pongámosno a trabajar.
Con optimismo buscamos y encontramos gracias a Dios con frecuencia recurso humano nacido en esta Venezuela con valores, formación, humildad, talento y probidad.
La crítica nos permite expresar propósitos para los próximos años.
Aceptemos las críticas constructivas y seremos el país potencia que todos deseamos.
Referencias:
1.- http://www.elmundo.es/documentos/2004/03/espana/atentados11m/hechos.html
2.- Diario la Repubblique, 28 de Abril 2009.
*Profesor