A pesar que somos un pueblo de paz, estamos atravesando un momento en que nuestro movimiento revolucionario civil, militar y obrero, atento a la escala golpista, se prepara para conducir de nuevo con fuerza incontenible a choques agudos que tanto asustan a las clases poseedoras. Estos choques han cobrado enorme número de víctimas por la represión armada de sicarios y fascistas en el campo y en la ciudad desde que llegó la Revolución Bolivariana. Aun así, la clase obrera, campesina y la juventud demuestra con su resistencia que no se resigna con su situación, no quiere seguir siendo esclava, no se somete en silencio a la violencia y a la arbitrariedad de la burguesía y el Imperialismo.
La revolución Bolivariana ya que escogió la vía pacífica y Constitucional, impone de manera inevitable a la clase obrera, aun en el marco pacífico, sacrificios importantes. Millones de hombres y mujeres que trabajan toda su vida para crear riquezas a la burguesía, siguen al borde de la subsistencia, mueren prematuramente por efecto de las enfermedades ocasionadas por las condiciones de trabajo, a las viviendas miserables y a la falta de descanso que impone un sistema de explotación que se niega a morir. Es merecido cien veces el nombre de héroe quien prefiere aceptar la lucha contra los defensores del régimen abominable capitalista de la IV República, que sufrir de muerte lenta y sumisos ante el Imperialismo.
Hay que luchar abiertamente para defender el proyecto en concreción en el Plan de la Patria. Nunca es preferible la batalla abierta y violenta a la que nos quiere llevar la burguesía y sus personeros de la MUD. Al contrario, ha sido una enseñanza del Comandante Eterno Hugo Chávez y la propia experiencia histórica de los obreros que lo que realmente interesa es la paz y estabilidad del país, esforzarse por orientar la lucha hacia el apoyo organizado del PSUV.
Pero, el espíritu de protesta de las masas obreras y populares ofendidas por la guerra económica brutal y el asedio del Imperialismo que, dada la presión de la burguesía que se manifiesta en opresión patronal y la violencia sicarial que rodea a los obreros y campesinos, no puede por menos que desembocar en ira desesperada contra sus opresores. La campaña sucia de toda la burguesía nacional e internacional contra un proyecto socialista que intenta reivindicar al explotado, hace que se propague entre el pueblo trabajador el espíritu de un odio patrio bolivariano a los opresores internos e imperiales y a los enemigos de la verdadera libertad.
Por eso, la noticia de los asesinatos como la que tuvo lugar, por ejemplo, durante las Guarimbas, nos obliga a exclamar: "el pueblo trabajador sigue siendo reprimido por los Ledezma, López y Machado, pero que viva la lucha por el socialismo bolivariano!".
En el marco de la guerra económica la clase obrera se ve empujada a luchar desesperadamente no ya por mejorar su situación, sino por evitar que los patronos descargan sobre ellos las pérdidas derivadas de su saboteo a la economía para derrotar y sacar al Presidente Obrero Nicolás Maduro. Por tanto, el movimiento obrero cobra profundidad y amplitud: la lucha es por mantener la producción saboteada por los capitalistas lo que implica una lucha por la propiedad de estos medios de producción, en beneficio de toda la sociedad venezolana.
Para lograr el beneficio de la sociedad y satisfacer las demandas de los obreros, campesinos, jóvenes, mujeres y toda la Patria, se hace necesaria la lucha revolucionaria contra todo el régimen capitalista dependiente y rentístico de Venezuela. La crisis actual es la crisis del modo de producción capitalista heredado de la IV República y que los revolucionarios no hemos podido trascender.
Recordando los asesinatos de los hijos del pueblo durantes las Guarimbas, cuando el pueblo humilde salió en masa a la calle a defender la revolución y a exigir paz, se recibieron balas de parte de bandas fascistas y sicarios. La lucha obrera, militar patriótica y popular logró al fin detener al fascismo, a pesar que su humanidad era la única arma de que disponían los defensores de la revolución. La lucha popular liberó las calles y avenidas obstaculizadas aunque con el resultado de muertos y heridos.
¡Camaradas!¡ Que todo el Pueblo Trabajador de Caracas, Maracaibo, San Cristóbal y Valencia honren los nombres de cada muerto de las Guarimbas, se honre su memoria y que se preparen para la nueva lucha contra el Imperialismo y el fascismo vestido de oposición política legal de la MUD, por la segunda y definitiva independencia!