El mundo pareciera que definitivamente anda al revés, mientras diariamente 1 mil millones de personas pasan hambre y otras mueren por inanición, la humanidad bota literalmente al cesto de la basura 1 mil 300 millones de toneladas de alimentos al año en perfecto estado de salubridad, se estima que entre el 10 y el 15 por ciento de la comida no llega al estómago de los seres humanos hambrientos de este planeta tierra.
La organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, mejor conocida como FAO, ha venido alertando al mundo desde hace ya varios años de este desproporcional problema, que esta tocando fondo en la humanidad.
Por ese motivo encomendó a un grupo de expertos que trabajaran el tema del desperdicio de alimentos a nivel mundial, con mucha especificidad y rigurosidad, con la misión de ofertar las posibles soluciones. Las cifras que aquí verán son tomadas de varios estudios y trabajos de La FAO.
Resulta escalofriante saber que América Latina y el Caribe tira al cesto de la basura 100 millones de toneladas de comida al año, con una población pobre de mas de 80 millones de personas, los países llamados desarrollados, desperdician 222 millones de toneladas, un Europeo desperdicia 170 kilogramos al año, con 70 millones de pobres, un Norteamericano 115 kilogramos con mas de 49 millones de pobres y un Latinoamericano 25 Kgs con mas de 80 millones de hambrientos, mexico tiene 50 millones de pobres y desperdicia 31 millones de toneladas de alimentos al año.
Nada de esto tiene justificación alguna, a no ser que estemos entrando ya en la vorágine de no importarnos los unos a los otros; así no puede seguir el mundo siendo mundo, imaginan ustedes los inmensos recurso que se desperdician, de agua, suelo, fertilizante, deforestación, diferentes tipos de energía, mano de obra, financiamiento bancario, producción de CO2 que intensifica el efecto invernadero y los demás factores que integra la cadena productiva, pero lo mas importante aún, la cantidad de seres humanos que mueren diariamente y pasan penumbras por no tener qué comer.
El siglo XXI ha encontrado a la humanidad al borde de los acontecimientos científicos mas deslumbrantes, la internet definitivamente partió la realidad en antes y después, la nanotecnología, la miniaturización, el conocimiento duplicándose rápidamente y la renombrada sociedad del conocimiento, colocan al ser humano en un nuevo horizonte de impredecibles dimensiones y consecuencias; mas sin embargo, se siguen arrastrando secuelas de una sociedad con profundas contradicciones frente a la posibilidad de acceder a los servicios, y a tener la certeza de poder alimentarse y vivir dignamente en el espacio donde ha nacido.
Los estudios de La FAO arrojan inobjetables resultados que llaman poderosamente la atención, como el de que a mayor poder adquisitivo, mayor desperdicio de alimentos, los recursos necesarios para producir alimentos léase tierra, agua, son finitos, por ello existe la obligación de que los Estados – Nación, comiencen un trabajo serio y persistente para atacar este gravísimo problema, llegará un momento que ni el agua ni la tierra que se necesita para producir alimentos tendrá la capacidad de abastecer la demanda de una población en constante crecimiento, por eso La FAO viene alertando sobre esta aberrante situación del desperdicio de alimentos, e hizo que en Las Naciones Unidas ya se empezara a hablar del tema alimentario como un elemento prioritario.
Aquí esta presente un paradigma que debe ser resuelto por todos y cada uno de los países del mundo, si se quiere vivir dignamente, de no ser asi el desperdicio de alimentos terminará también con la población y entonces habrá un gran holocausto.
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