Toda una cultura fundamentada en el hecho económico. Cristo no tiene nada que hacer con quienes le niegan el corazón, así carguen su nombre colgado de los labios. De ahí nuestra tragedia formativa: un pueblo con cultura propia sumado a tribus sin sedimentación histórica y a masas de hombres y mujeres arrancadas, como bestias salvajes, de su lejano marco geográfico. Mas, luchando contra los prejuicios y guiado de no desmentido sentimiento igualitario, "el ibero preparó este caos de América", donde vuelve a correr, unificada para un nuevo génesis del mundo. Porque América es el continente llamado a desvirtuar aquel decir, según el cual la humanidad es un concepto vano y el mundo sólo una reunión de hombres y mujeres. Porque nuestra América es el continente donde se salvará el espíritu".
El pueblo debiera tomar mejores lecciones del pasado. Venga la historia y con la severidad de sus juicios mantenga el ejemplo de las grandes acciones y la permanente condena de los delitos. Pero el olvido de lo cuotidiano es como la propia expresión de la tolerancia social. Pero esto no quiere decir que ese olvido prudente sea razón para que algunos concluyan por olvidarse de los delitos cometidos. Hablamos del olvido como de una manera de mutuo perdón que se conceden los seres humanos; en cambio, no creemos aceptable que muchos, afincándose en esta propensión misericordiosa, lleguen a posiciones absurdas en su propio modo de juzgar los delitos cometidos. Ni tampoco entendemos que la vindicta pública haya de olvidar lo inolvidable.
El período posterior a aquél 11 de abril 2002 es uno de los más importantes y políticamente saturados, en la historia de la Revolución Bolivariana, Chavista y Socialista, y en la vida del pueblo venezolano. Se caracteriza por una intensa labor teórica y práctica, por sus búsquedas y por la solución dada a los nuevos problemas que venía afrontando. El pueblo al mismo tiempo que debía luchar contra los peligrosos complejos que incitan a la desesperación y a las situaciones negativas, estaba obligado a luchar contra el hábito desesperado de la carrera, que condena a llegar con las manos vacías de realidades, esto es, a llegar sin ser nosotros mismos.
Se puede afirmar que, en los 12 años transcurridos, la situación política en el país ha cambiado notablemente. Cada vez mejor se comprende que la necesidad de efectuar reformas se debe a las crecientes contradicciones en la vida de nuestro pueblo, que iban acumulándose sin encontrar soluciones a tiempo y adquiriendo, de hecho, formas precriticas. Y como reacción, una euforia anticipada que lo condujera a dar por logrado aquello que precisa de una serena meditación constructiva.
En estas condiciones nada fáciles, el Comandante Chávez, dejó trazado el rumbo a las reformas político-económicas. Comenzábamos a avanzar y este proceso iba adquiriendo formas cada vez más concretas, extendiéndose a nuevos problemas y a nuevos sectores de la vida social y política. Nuestra misión presente, nuestra obra de balance moral con el destino, es promover un viraje en ese tipo de navegación. Que hasta el último pasajero ayude a templar las jarcias para mejor resistir el empuje del viento en la plena mar y, con rumbo valiente, no temer el momento de navegar a orza, con el rostro fatigado por la aspereza de los vientos contrarios, que curten, con la piel, el ánimo de los navegantes.
El proceso transformador va cobrando fuerzas dentro de la comunidad y está orientado, ante todo, a suprimir las contradicciones que dan origen a las principales piezas del mecanismo burocrático y a imprimir así un potente e irreversible impulso al desarrollo nacional. Son los doctores del disimulo, con un pie en todas las causas prestos siempre a pactar con quienes garanticen mayores oportunidades a sus ansias de permanencia en el disfrute de los beneficios, antes se han hecho sordos a todo patriotismo que pensar en la verdad y la justicia social.
Es necesario comprender bien que los objetivos de acelerar el desarrollo económico y social no los vemos sólo en vencer el atraso y a toda clase de deformaciones en diversos ámbitos de la evolución de nuestro pueblo. Estos objetivos, dictados por la necesidad histórica y por las condiciones de carácter interno e internacional, cambiadas radicalmente, los vemos en lograr un estado cualitativamente nuevo de la comunidad socialista.
En Venezuela cunde y se profundiza la socialización en todos los ámbitos de la vida. Las organizaciones comunales promueven nuevas iniciativas. Debían cobrar fuerza los principios democráticos en la dirección de la producción. Los medios de comunicación de masas han empezado a funcionar más enérgicamente, apoyando las transformaciones. Se debía desarrollar por parte de los colectivos una ofensiva contra el burocratismo y la corrupción.
La transformación revolucionaria del pueblo ha situado al primer plano la contradicción entre las demandas de la renovación, la creación y la iniciativa creadora de un lado, y el conservadurismo, la inercia y los intereses egoístas, de otro. Una de las manifestaciones de esta real contradicción consiste en que la creciente actividad de las masas no es compatible con el persistente estilo burocrático en distintas esferas de la administración, con los intentos de frenar la renovación. Para superar esta contradicción hay que adoptar medidas rápidas y drásticas en la política de cuadros, en el afianzamiento de nuevos enfoques y normas en la vida del pueblo.
—En eterno y nunca desmayado trabajar, lentamente vamos construyendo el andamiaje social y económico de Venezuela y si aquí sacrifica ésta su esfuerzo, más allá la otra cosecha el fruto; si en una decayó el ánimo, en la otra más fuerte y más alta se alzó la voluntad de sobreponerse. Las ideas no se matan con el silencio. Las ideas se destruyen cuando, bien expuestas, son sustituidas por ideas mejores. El callarlas las hace en cambio más fecundas.
¡Gringos Go Home! ¡Pa’fuera tús sucias pezuñas asesinas de la América de Bolívar, de Martí, de Fidel y de Chávez!
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!