Moderadora: - Me están avisando los compañeros de producción que acaba de llegar un invitado muy especial. No habíamos podido confirmar su asistencia porque viene desde muy lejos, pero ya está aquí y hoy está cumpliendo años. Por eso quiero que recibamos con un fuerte aplauso a… Francisco de Miranda.
Entra Miranda al Set, en medio del asombro de los invitados, saluda solemne y caballerosamente a la anfitriona y a los invitados para luego decir:
Miranda: - Gracias por esta invitación, de verdad estoy muy sorprendido porque hace muchos años que nadie se acordaba de mi cumpleaños y hoy salí en todos los periódicos. Desde que me escapé de La Carraca he notado un creciente interés en conocer lo que hicimos hace 200 años.
Moderadora: - General, está cumpliendo 256 años, pero la verdad es que se conserva muy bien. ¿A qué se debe eso?
Miranda: (Risas) -Eso son secretos que aprendí con tantos viajes. Pero en realidad se debe a que los ideales a los que consagré mi vida no envejecen nunca. Siguen estando hoy tan vigentes como en aquella época.
Moderadora: - ¿Y qué ideales son esos General Miranda?
Miranda: - Los mismos que han animado a los revolucionarios de todas las épocas, desde la antigüedad hasta el tiempo en que me tocó pelear en la Revolución Francesa: Igualdad, Libertad, Amor, que por entonces lo llamábamos fraternidad, pero viene siendo lo mismo. Además de eso, consagré toda mi vida a la integración del continente Colombiano, que ustedes conocen como América, y a la creación de Repúblicas para estos países.
Moderadora: General, ¿qué opinión le merece que un grupo de jóvenes venezolanos, vaya a reconstruir el buque insignia en el que usted llegó a las costas de Venezuela hace 200 años?
Miranda: - Estoy muy sorprendido y muy contento. Me parece que el Leander se convertirá en un símbolo de Libertad para América. Hace 200 años era tan solo el barco que transportaba nuestros más preciados anhelos de Libertad. Hoy, reconstruir el Leander será hacerle justicia a un ejército de valientes que fueron los primeros mártires de nuestra independencia. Todavía los veo con frecuencia y vengo a decirles que ellos también están muy contentos con ese proyecto.
Moderadora: -¿Y cómo le parece la idea de colocarlo en el Parque del Este?
Miranda: - Me encanta. Caracas ha cambiado mucho, pero me gusta el Parque del Este porque es el lugar que más se parece a la Caracas que yo recordaba: Llena de árboles, agua, flora y fauna silvestre. Con niños jugando por todas partes. Creo que en ese sitio podrán visitarlo muchas personas. Ese debería ser el lugar.
Moderadora: ¿Y qué cree que debería hacerse con la carabela de Cristóbal Colón que actualmente se encuentra en este lugar?
Miranda: -Tú sabes que yo soy un admirador de Colón. Por eso propuse el nombre de Colombia para el Continente y llamé a mi diario Colombeia. Esto es algo que muchas personas no entienden e incluso me reclaman, pero yo quiero aprovechar la ocasión para explicarlo. Admiré al hombre, al marino, al explorador, al aventurero. Y creo sinceramente que él no fue responsable de lo que vino detrás de él. La invasión genocida que vino después. Sería como culpar a Einstein por los desastres causados por la bomba atómica. Su participación fue decisiva en este invento, pero el no pudo evitar lo que con ese descubrimiento hicieron otros. A Colón sólo le podemos atribuir la responsabilidad de haber ampliado el mapa. A ese período se le llamó Colonia y colonialismo por él, pero eso siempre me pareció injusto, como injusto me pareció que América se llamara así por el Sr. Vespucchi. Para reivindicar su nombre fue que inventé el nombre de Colombia. En cierto modo, Colón terminó siendo una víctima del imperio de su tiempo. Él no disfrutó de las grandes riquezas americanas y terminó su vida en circunstancias bastante tristes y dramáticas. Por eso creo que la Carabela de Colón habría que intentar restaurarla, por su valor histórico, pero debieran colocarla en otro lugar, porque no durará mucho si sigue a la intemperie.
Moderadora: -La verdad es que no esperaba esa respuesta de su parte General, entonces ¿Ud. No ve nada de malo en la carabela de Colón?
Miranda: -No es mala la carabela de Colón, el problema es que no había nada que le hiciera contrapeso y muchos historiadores terminaron hablando mucho de él y olvidándose de nosotros que dimos nuestra vida por darles una Patria. Pero ahora que va a construirse el Leander nos sentimos bastante reivindicados. No olviden que a menudo la historia miente por lo que dice, pero miente mucho más por lo que calla. A mí, por ejemplo, a pesar que me pasé la vida escribiendo un diario para dejar registro de todo lo que estábamos haciendo por entonces, me silenciaron por mucho tiempo. Ahora es que estoy empezando a reaparecer. Me parece simbólico que nuestro Leander ocupe el lugar de la vieja Carabela, porque esto le dará un mensaje al mundo más vigente que hace 200 años: el tiempo de los grandes imperios ya se agotó.
Moderadora: -Se nos acaba el tiempo General, pero no quisiera despedirme sin hacerle una pregunta un poco difícil pero que ha generado una enorme especulación histórica, se trata de su relación con Bolívar, ¿es cierto que Ud. traicionó a los patriotas y por eso Bolívar lo entregó a los españoles?
Miranda: - Esa es la mentira que más tristeza me han causado. Te agradezco la oportunidad que me das de aclararla: Bolívar fue para mí como un hijo. En buena medida podría decir que casi como un discípulo. Luego fuimos grandes amigos y aunque no siempre estuvimos de acuerdo en todo, jamás hubo traición entre nosotros. Sí hubo grandes intrigas, alentadas por la desesperación de esos días de 1812, en los que habíamos sido devastados por el terremoto y veíamos desmoronarse la República en nuestras manos. Yo capitulé en términos honorables ante Monteverde porque ya no había más nada que hacer por entonces. Bolívar había perdido la Plaza de Puerto Cabello y los realistas, que ya estaban casi vencidos por completo, nos sacaron ventaja. Quise evitar un mal mayor y que murieran muchos patriotas que nos harían falta más adelante. El Plan era ir a la Nueva Granada y regresar fortalecidos para continuar la lucha. Pero las cosas no salieron como lo planeamos. Monteverde nos respetó los términos de la capitulación y algunos patriotas pensaron que yo los estaba traicionando. Eso lo explicó muy bien, años más tarde, mi amigo Pedro Gual, pero los verdaderos traidores, fueron una pandilla de hombres sin honor, encabezados por Miguel Peña y De las Casas. Ellos propiciaron mi detención en Puerto Cabello. Es cierto que mi amigo, el Coronel Bolívar, me arrestó. Pero no era la primera vez que yo caía preso, defendiéndome con la verdad siempre recuperé mi Libertad. Pero en esta ocasión sólo nos faltó tiempo. Todos fuimos sorprendidos y capturados, incluso Bolívar, por los españoles, pero era yo el hombre que desde hacía casi cuarenta años ellos buscaban. Era yo quienes ellos consideraban una amenaza. Por eso dejan ir al resto de los patriotas y yo terminaría mis días planenado mi escape de La Carraca. Esa fue la verdadera Historia, y es hora de que todos lo sepan. El propio Bolívar supo toda la verdad años más tarde. Que yo nunca traicionaría la causa a la que le dediqué toda una vida. Por eso diría mucho después que yo había sido el más ilustre americano. Por eso recibió a mi hijo Leandro en su propia casa. Aún en prisión yo seguí escribiendo mi diario, y jamás dije una sola palabra en contra de El Libertador a quien siempre comprendí y respeté. Los dramáticos sucesos de 1812 tan sólo significaron una simbólica trasmisión de mando: Simón continuó y logró concluir gloriosamente lo que yo junto a otros patriotas habíamos comenzado.
Moderadora: General, gracias por decirnos tantas verdades, ¿algún mensaje final para los venezolanos en este día de su cumpleaños?
Miranda: - Seguro, Veo que después de mucho tiempo, por primera vez se está haciendo un esfuerzo serio para que la Patria deje de ser un bochinche. Pero todavía hay mucho por realizar. Nosotros comenzamos una tarea que ustedes tienen que terminar. La América debe integrarse para ser fuerte y gloriosa como la soñamos, las mezquindades que nos separan y los traidores deben hacerse a un lado. Nosotros ya hicimos nuestra tarea, pero si se ocupan de conocernos mejor, les seguiremos inspirando para que ustedes concluyan la suya.
Moderadora: - Muchas gracias General Miranda.
proyectoleander@gmail.com