En el buque Leander no nació el mariscal Miranda, ya existía;
no nació el revolucionario Miranda, ya lo era;
pero sí nació el primer suramericano libre,
el primer gran líder de la revolución suramericana.
Hugo Chávez
13/01/2006
Cádiz, 1816
En su oscuro y húmedo calabozo del “Cuartel de las Cuatro Torres”, el enemigo número uno del Reino de Castilla prepara una nueva hazaña: fugarse del penal de alta seguridad mejor conocido como “arsenal de la Carraca”. El plan de evasión ya estaba listo cuando lo sorprende un ataque de apoplejía. Tres meses después expiró a la una de la madrugada del 14 de julio, en el aniversario de la toma de la Bastilla. Tenía 66 años.
Aquel espíritu que ni los barrotes ni los grillos pudieron doblegar, había sido veterano de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos; héroe de la Revolución Francesa por haber triunfado en los campos de batalla de Valmy y Amberes; Comandante de la Expedición Libertadora de 1806 a bordo del Leander; figura principal de la Declaración de Independencia del 5 de julio de 1811 y “Generalísimo” de Venezuela, con plenos poderes, en 1812. Durante tres décadas fue perseguido, espiado, cercado, difamado, traicionado y, finalmente, capturado por los españoles el 31 de julio 1812.
Cádiz, 1771
El joven Miranda todavía no cumple 21 años cuando arriba a España por el puerto de Cádiz y queda deslumbrado con la belleza trimilenaria de la ciudad amurallada. Mientras organiza el papeleo para su ingreso en el Ejército español, se aloja en la vivienda de un amigo de su padre. Como si de una extraña premonición se tratara el lugar de residencia es conocido, por sus rasgos arquitectónicos, como “Casa de las Cuatro Torres”. No sospechaba el joven Miranda que la ciudad que le abrió las puertas al Viejo Mundo, también verá su martirio 45 años después. Un imperio agonizante intentaba castigar su infinito valor y rebeldía.
¿Eres o no eres?
Es sabido que cuando los revolucionarios mueren en manos del enemigo rara vez aparecen sus restos. Esto obedece al intento de que su tumba no se convierta en santuario, en memoria, identidad, orgullo nacional y en ejemplo. Casi 200 años después de la desaparición de Miranda en la fosa común de la Carraca, continúa la búsqueda de sus restos físicos, bajo la dirección de la investigadora mirandina Carmen Bohórquez. Mientras las numerosas pruebas de ADN arrojan su veredicto ¿eres o no eres?, historiadores, cineastas, políticos, estadistas, novelistas y ciudadanos comunes del mundo entero, continúan asombrándose con su legado conforme lo van descubriendo.
A falta de huesos, Miranda tiene estatuas en Venezuela, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Cuba, Grecia, Rusia y España. Su nombre está tallado en el Arco de Triunfo y su archivo personal fue declarado “Memoria del Mundo” por la UNESCO.
“La historia de América no se entiende sin Bolívar, pero menos todavía se entiende sin Miranda”, afirma el escritor español Fermín Goñi. El historiador gaditano David Navarro, considera que Miranda es una de las figuras más relevantes de la historia universal. La verdad es que muy pocos españoles contemporáneos saben quien fue Miranda, pero Goñi y Navarro lo conocen mejor que cualquier venezolano.
Cádiz, 2014
En el mes de marzo pasado, junto a dos compañeros de la Fundación Generalísimo Francisco de Miranda, viajamos a Cádiz con la intención de conocer la Carraca. No pudimos ingresar a la antigua fortaleza que actualmente es una base naval muy cercana a una base militar estadounidense. Sin embargo, pudimos palpar la presencia viva de nuestro glorioso antepasado en el trabajo y admiración de los compañeros gaditanos de la Plataforma Bolivariana Francisco de Miranda de Cádiz. Regresamos con un plan, ya no para recordar al prisionero de la Carraca, sino para sacar definitivamente a Miranda de La Carraca.
En la estatua de Miranda ubicada al pie de la casa de las Cuatro Torres, donde habitó dos semanas en el mes de marzo de 1771, hay una placa que dice: “Hijo ilustre de Venezuela, Gloria de dos Continentes”. Unos metros más allá, en la fachada del edificio otra placa reza: “superada toda pasión su nombre forma parte del Patrimonio común de la Hispanidad”. La histórica edificación está en el mejor lugar de la ciudad amurallada de Cádiz, diagonal a la Plaza de España, que aloja uno de los monumentos más bellos de toda la península ibérica: el de la Constitución de 1812.
Rumbo al Bicentenario
Ocupados en la conmemoración de tantas efemérides importantes de esta Era Bicentenaria, hasta donde sabemos todavía no se ha planificado oficialmente una de las más importantes: el 14 de julio de 2016 cuando conmemoraremos el Bicentenario del paso a la inmortalidad de este venezolano universal, creador de la Bandera tricolor y del concepto de “Nuestra América”. Miranda fue el primero en utilizar esta expresión, sinónimo de Patria Grande, a la que bautizó con el nombre de “Colombia”.
Muchos proyectos dentro y fuera de Venezuela deberán llevarse a cabo para rendirle un justo homenaje Bicentenario a Francisco de Miranda. Y uno de los más emblemáticos sería adquirir la Casa de las Cuatro Torres de Cádiz, que actualmente se encuentra en venta, para convertirla en un vistoso museo mirandino. Restaurarla y musealizarla para convertirla en el hogar de la memoria del primer suramericano que se atrevió a desafiar la monarquía. Es la oportunidad de dar a conocer a todos los españoles y visitantes del mundo entero la magnífica dimensión histórica y contemporánea de este personaje. Francisco de Miranda todavía tiene mucho que hacer en Europa.
¿Qué mejor forma de rescatar a Miranda de La Carraca? Para que no siga siendo recordado solamente como el pensador cautivo de Michelena, sino como el héroe que fue y el maestro de una generación de libertadores. De adquirirse este inmueble, además del museo, también se pueden abrir oficinas consulares, de negocios o cualquier otro espacio al servicio de nuestra embajada en España.
La vivienda de cuatro pisos se encuentra en buenas condiciones generales de preservación gracias a su hermosa fachada de roca ostionera, y fue declarada monumento histórico de la ciudad de Cádiz. Sin embargo, a pesar de su valor patrimonial, fundamentalmente de interés para Venezuela, se corre el riesgo de que pueda ser adquirida por un consorcio hotelero internacional que ha mostrado interés en la propiedad por su potencial turístico.
Si la 4ta. República adquirió la Casa de Miranda en Londres, recientemente restaurada, musealizada y abierta el público ¿no debería el Gobierno Bolivariano y Revolucionario adquirir la Casa Miranda de Cádiz, entendiendo que cuando se invierte en patrimonio se está invirtiendo en Identidad y Autoestima Nacional? Creemos que el hombre del fuego sagrado en el corazón, el Padre de la Patria Grande, bien se lo merece.
Los restos, el espíritu y la llama
Finalmente, todos los bolivarianos mirandinos deseamos fervientemente que culmine con éxito la labor científica de identificación y posterior repatriación de los restos de Francisco de Miranda. Sin embargo, si pese a todos los esfuerzos no se hallaran, habrá que recordar que el espíritu de Miranda se encuentra diseminado en toda Nuestra América y el mundo entero: dondequiera que arda un corazón clamando o luchando por Libertad.