Control y Cambio

“Bajo las reglas del juego de la globalización impuestas por las
“multilaterales”, de control unilateral,
a las economías débiles les es imposible el retener su ahorro interno.
Para intentarlo, siempre sin éxito, tienen que llevar el costo del dinero
a niveles paralizantes para la economía productiva
y, al mismo tiempo, estimulantes de la especulación.”
Rudy Dornbush (†)
Economista y Columnista de Business Week


Sorprendidos – y aliviados – deben estar el Presidente y sus Ministros de la economía y las finanzas, así como la cúpula del BCV, principalmente el Profesor D. L. Maza Zavala, por la reacción positiva generalizada, amén de comprensiva, por parte de los centros financieros internacionales en relación con el anunciado control de cambio, amarga medicina económica inevitable, como otras de tratamiento complementario que tendrán que ser forzosamente consideradas, si de veras, seria y responsablemente, estamos dispuestos a comprometernos con la buena salud y vida del paciente terminal que se llama Venezuela, la patria con que estamos comprometidos por amor, así como, por el amor interesado de padres (y madres) en el bienestar de nuestras familias y descendientes.

En nuestro medio, una de las voces seguramente más autorizada en tal tipo de temas, amén de muy respetada y escuchada en los ambientes financieros internacionales, Pedro Palma, quien fuera hasta hace poco Presidente de la muy influyente VenamCham, fue, en su defensa de la anunciada medida cambiaria – siendo notoriamente poco amigo de nuestro actual gobierno -, la voz más diáfana y contundente: “Somos muchos los economistas que tenemos la teoría de que acá en Venezuela es necesario implantar un control de cambio más temprano que tarde”. – Reporte, jueves 23 de Enero -.

Tal terminante respuesta de los grandes poderes financieros globales con intereses en Venezuela y de sus más notorios representantes, debieran servir para, por fin, decidir a nuestros timoratos administradores a poner en práctica todo un sistema de medidas de legítima defensa económica en que, desde hace tiempo, muchos venezolanos calificados, y preocupados, le venimos insistiendo, persuadidos de que, los primeros interesados en que nuestra Nación y su endeble Estado no quiebren, son precisamente nuestros socios internacionales, cuya salud de sus jugosos negocios está irrefragablemente liada a la salud de nuestra economía. (Botín dixerat).

Obviamente, sus motivaciones y las nuestras son de distinta naturaleza, no obstante, son coyunturalmente coincidentes, lo que estamos obligados a interpretar, y a obrar en consecuencia.

Ostensiblemente, el primer interés de ellos en que no quebremos, es que podamos seguirles pagando nuestra Deuda y podamos seguirles comprando sus productos de exportación. Per contra, nosotros también estamos interesados en la deuda, pero en nuestro caso se trata, urgentemente, de la Deuda Social, así como, estructuralmente, de ésta, la deuda ecológica, de justicia social..,, entre otras deudas que nuestra sociedad tiene contraídas y en mora con sus sectores más débiles, de acuerdo a la Carta Fundamental de las NN.UU. y su “charter” sobre los Derechos Humanos.

La instauración del control de cambio le pone un freno temporal a la sangría de nuestras escasas reservas internacionales, pero no la elimina. Como bien expresa el mismo Pedro Palma, (en el mismo artículo referenciado más arriba): “(...) el “público” busca los mecanismos más diversos para burlar los controles de cambio haciendo que se retome o se reinicie nuevamente la caída de reservas internacionales, las salidas de capital (...)”. De ahí que, el evitar que se nos reproduzca el mafioso expolio que significó “Recadi”, dependerá del realismo con que el Directorio del Banco Central implemente el correspondiente sistema de controles, tanto documentales como físicos de los bienes que se importarán con dólares con dólares suministrados por BCV, como del ingreso obligatorio y probado de las divisas de lo que se exportará, en muchos casos con enorme sacrificio para el consumo nacional. Tanto el Dr. Palma como muchos otros expertos nacionales, sabemos muy bien cuales son las triquiñuelas y “trácalas” general y excepcionalmente usadas por el ingenio de la “viveza” expoliadora de las situaciones de carencia. Esperemos que mi estimado y respetado Dr. Diego Luís Castellanos nos tenga en cuenta..., al menos, a la par de los expertos de las “multilaterales” de control unilateral...

Como ya indicado, aun asumiendo que el control de cambio haya de ser eficiente y limpiamente implementado, para su éxito como instrumento de defensa de nuestra moneda y de nuestra recuperación económica integral del enorme golpe que “el paro”, muy principalmente el petrolero, nos ha infligido, deberá ser tan sólo uno de los instrumentos dentro de toda una orquestación instrumental de medidas de emergencia perfectamente justificadas, y justificables internacionalmente a partir de la tragedia de Vargas de hace (3) tres años, pero..., a las que nuestro supuestamente revolucionario gobierno en precarias funciones les tiene pavor..., si bien, al fin, tras enormes y timoratas reticencias, no le queda más remedio que escuchar, como fatalmente sucedió, demasiado tarde, en el caso de Francisco Mieres en relación con PDVSA...

El asunto NO es el Control de Cambio, sino el CAMBIO REAL OFRECIDO Y SU CONTROL...


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Paulino Nuñez


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