Preocupante actuación de lula

Lula y el grupo de amigos: mi opinión

La esperanza de los pueblos latinoamericanos, pudiera estar confrontando una
de sus batallas más encarnizadas. Desde aquí, campo en el que estamos
enfrentando una de las conspiraciones más feroces, vimos con ilusión las
victorias de dos frentes importantes en Latinoamérica. Brasil y Ecuador,
estimularon nuestra fe en los cambios necesarios para un continente que ha
sido vejado por dictaduras y una casta de políticos corruptos que terminaron
de hundirlo en la miseria. Lula y Gutiérrez llegan al poder con el apoyo de
un pueblo que hizo similitudes entre el proceso bolivariano y la posibilidad
de iniciar movimientos alternos que le honraran. De hecho, el fenómeno de su
repentina alza en las encuestas, provino de este efecto. Pero, hay ciertos
indicios que reflejan la posibilidad de una traición más a los intereses de
nuestros pueblos hermanos. Primero, la noticia nada agradable y muy
comprometedora de un Lucio Gutiérrez que permite el incremento del precio
del combustible, cuestión que irremediablemente incidirá en el alza del
costo de vida en Ecuador, y la posible petición de un préstamo al Fondo
Monetario Internacional que comprometería la aplicación de políticas
sociales.

En segundo término, Lula Da Silva, ante las reservas expresadas por Hugo
Chávez hacia la conformación de los Países Amigos (Brasil, Chile, España,
Estados Unidos, México, Portugal y Brasil), pidiendo la incorporación de
Rusia, China, Argelia y Francia, se permitió declarar "Es mejor reconocer la
fragilidad, apoyar al Grupo de Amigos y confiar en una solución razonable y
justa". Mala respuesta de quien, creemos, un aliado de los cambios en
nuestro continente.

Para nadie es un secreto que el gobierno norteamericano y el español
aplaudieron el golpe de estado del 11 de Abril; incluso, hay pruebas que
comprometen a ambos gobiernos en esta acción fascista. Con la victoria de
Fox en México, el giro tomado por la cancillería de la mano de su ex
ministro Castañeda, apuntó a un repliegue de su política tradicional de no
intervención de los pueblos y acentuó los nexos con el departamento de
estado. Pero lo más grave, es la vinculación de grupos anticastristas
ubicados en Miami, con los miembros de la coordinadora democrática y
financiados por los intereses petroleros representados de manera grosera en
la actual administración Bush. Con amigos así, para que tener enemigos.

Suponemos que esto no es nuevo para Lula. Imaginamos que Lula también tuvo
que soportar la presión de grupos poderosos enquistados en la oligarquía
brasileña y no quisiéramos pensar que se arrodilló ante estos grupos para
conquistar la presidencia de su país, a cambio de vulnerar la creciente
influencia bolivariana en el hemisferio.

Hugo Chávez, asoma la idea de conformar este grupo de países amigos y la
expone a quienes considera serán neutrales; todo esto ante la resistencia
inicial del gobierno norteamericano. Sin embargo y no dejamos de ser
suspicaces, Estados Unidos toma la batuta para conformarlo y, sin lugar a
dudas, para ejercer presión ante sus integrantes. Hurta un ejercicio
legítimo de defensa diplomática y de información veraz a los países del
mundo en defensa de la situación venezolana, para seguir cerrando el cerco
de un gobierno legítimo, nacionalista y en defensa de los intereses de su
pueblo. Crítica y veta nuestra pretensión de incluir a países que podrían
balancear los criterios, para abortar nuestro derecho a defendernos del
fascismo y a no permitir que nos roben nuestra industria principal. Repito,
Lula no puede esgrimir que desconoce este juego y pedir un supuesto
reconocimiento de nuestras debilidades. Habría que acudir a la opinión de
esos millones de excluidos que llevaron a Lula a la presidencia del Brasil,
tomados de la mano de la esperanza que nació en la patria de Bolívar. Habría
que esperar la reacción de un pueblo ante una nueva traición y la respuesta
solidaria que emerge ante las injusticias.

Quisiera ser optimista y, tomando en cuenta la campaña mediática a que nos
han sometido nuestros canales privados cómplices de las transnacionales de
información, creer que se han manipulado sus declaraciones. Quisiera creer
que Lula no le está haciendo el juego al imperio. De lo contrario, puedo
predecir movimientos populares muy extensos y convulsivos en América Latina.
Movimientos que solo podrán ser silenciados bajo la sombra de un genocidio.

msilvaga@yahoo.com



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Mario Silva García

Comunicador social. Ex-miembro y caricaturista de Aporrea.org. Revolucionó el periodismo de opinión y denuncia contra la derecha con la publicación de su columna "La Hojilla" en Aporrea a partir de 2004, para luego llevarla a mayores audiencias y con nuevo empuje, a través de VTV con "La Hojilla en TV".

 mariosilvagarcia1959@gmail.com      @LaHojillaenTV

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