Los periódicos y agencias noticiosas, particularmente en sus espacios para los sucesos delictivos o llamados "policiales" han mostrado siempre una interesante tendencia a reseñar los "alias" de sus protagonistas, como una forma indispensable de destacar su identificación como dedicados criminales o delincuentes.
En algunas oportunidades nos encontramos crónicas en las que se nos hace evidente que los supuestos "alias" junto a los nombres de pila de los involucrados, son meras añadiduras hechas por los reporteros, suponemos que con el fin de intensificar y ubicar más plenamente su condición criminal.
Entonces encontramos algunos "alias" que más bien parecen sacados de "comiquitas" o películas referentes al tema, como: Pedro Antonio Guillén, alias "el Cuchillo torcío", Adalberto Malmierca alias "Cochino trasnochao" o Isabelina Giraldo alias "Paledonia pelúa".
Un recuerdo reciente de esta tendencia lo tenemos en el caso de nuestro compatriota Ilich Ramírez Labrador, quien en sus andanzas subversivas por tierras europeas y del Medio Oriente, adquirió el seudónimo de "Carlos". Pero como a los medios noticiosos les pareció poco contundente para destacar su condición de "connotado criminal internacional", le añadieron a su nombre de guerra al apelativo de "El chacal": "Carlos el chacal".
Tan fuerte fue ese aditamento y la forma en que fue difundido, que eventualmente hasta intelectuales y camaradas que han asumido su defensa como revolucionario y comunista venezolano luchando por el mundo; en alguna oportunidad cometieron el error de añadirle ese calificativo.
El Diccionario dice que el significado de "alias" es: "de otro modo, por otro nombre" y que sus sinónimos podrían ser: "sobrenombre" ó "seudónimo". Pero a diferencia de la segunda acepción, los medios de comunicación, particularmente de la derecha, que son la gran mayoría en el mundo, utilizan el "alias" para señalar específicamente a delincuentes. Claro cuando no ostentan corbata ni cuello blanco ya que difícilmente leeremos o escucharemos: "El Doctor Vladimiro Plasencia, alias "CEPEU gangrenoso", fue citado a declarar a la Fiscalía". O es Doctor o tiene alias.
Tampoco hemos encontrado nunca que se hable de Neftalí Reyes Basoalto, alias Pablo Neruda, a pesar de que este nombre tiene su origen en que su padre consideraba a la poesía como una actividad lindante entre el delito y la mariconería. O de Lucine Dupin como alias George Sand, dado que con esta denominación escondía el terrible delito de ser mujer y escritora.
Ni se identifica como ningún alias o remoquete el histórico Santos Yorme de cuando Pompeyo Márquez era revolucionario o el Matías Carrasco con el que Aníbal Nazoa, nos recordaba periódicamente que "Aquí hacía calor" en aquellos tiempos en que El Nacional, no solo se podía, sino que se debía leer.
De unos dos años largos para acá se vienen realizando en La Habana – Cuba, unas conversaciones para acordar la paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo y el Gobierno colombiano.
Las fuerzas insurgentes y los pueblo de Nuestramerica estamos claros en que estas conversaciones no son "una pacificación" producto de la derrota de la guerrilla a pesar de los amagos de "triunfadores y perdona vidas" que pretende insuflarle el Gobierno y la oligarquía de uno de los Estado más criminales de la historia de la humanidad.
En estas conversaciones donde a pesar de los ingentes esfuerzos imperiales y oligárquicos, no hay vencedores y vencidos y que son asumidas por uno de los contingentes más gloriosos de la historia de las luchas revolucionarias de los pueblos mundo, han servido de marco para que la humanidad conozca, la calidad, la talla y el altísimo nivel político que ha alcanzado ese pueblo en más de medio siglo de lucha. Verdaderos estadistas del futuro latinoamericano.
Debido a ello, a buen seguro, las Agencias Noticiosas y medios de comunicación de la derecha en general, inmancablemente cuando informan del desarrollo de estas conversaciones hablan de los Doctores y señores representantes del Gobierno colombiano y cuando se refieren a lo que dice o declara Iván Márquez aclaran que ese es el alias de Luciano Marín Arango. Y Timochenko es el alias de Timoleón Jiménez y Manuel Marulanda Vélez era el alias de Pedro Antonio Marín, héroes comandantes de nuestra gesta emancipadora.
Ningún "alias" ni "remoquete" que pretendan endilgarles los mercenarios del imperio podrán opacar el brillo del título de Comandantes que en décadas de lucha les ha otorgado el heroísmo de su pueblo.
Por lo demás, el solo hecho de sobrevivir durante tanto tiempo con esa fuerza y ante un enemigo tan gigantesco y poderoso ya les otorga la condición de vencedores.
Probablemente los medios noticiosos tarifados del imperio romano, de haber existido, llamarían Jesús de Nazaret alias "El Cristo" al fundador de la subversiva doctrina y de haber pervivido aquella persecución inicial, hoy en día el Vaticano estaría oculto en alguna catacumba y al padre José Mario Bergoglio en vez de "su santidad" lo llamarían alias Francisco.
Antonio Edmundo Iribarren.
Alias "El Mundo"