Como sabemos, el 27 de junio se celebra el día del periodista en la República Bolivariana de Venezuela. Es costumbre que para la fecha los entes y organismos públicos, entre ellos Alcaldías y Gobernaciones, dediquen un programa de actividades para hacerles un justo reconocimiento a los comunicadores sociales.
Ese programa consiste en un acto oficial, con la participación de las más altas autoridades, donde el ministro, el gobernador o el alcalde correspondiente, pronuncian unas palabras de reconocimiento a la labor de estos trabajadores de la información y la opinión públicas. De seguidas se pasa a la premiación, por áreas de la comunicación, consistente en algún tipo de placa o diploma a aquellos periodistas que por su desempeño en el transcurso del año, lo hayan merecido, acompañado de cierta cantidad de dinero contante y sonante o en cheques. Y finalmente la fiesta propiamente dicha, la cual varía según las circunstancias y capacidades.
El Colegio Nacional de Periodistas en todas sus instancias: nacional y regionales, especialmente en los años que transcurren, han mostrado especial celo en presionar con la exigencia de la condición de egresados universitarios, debidamente colegiados y al día en sus cotizaciones en ese gremio, para poder optar a cualquier tipo de premiación o reconocimiento oficial. En tal sentido argumentan que así como constituye un delito ejercer la medicina o la Ingeniería sin haber obtenido su título universitario, también lo sería hacerlo en la Comunicación Social.
Nos parece discutible esta argumentación dado las profundas diferencias cualitativas y cuantitativas de los distintos oficios y las eventuales consecuencias de sus ejercicios. Por su parte la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece la libertad de asociación y dice que la Ley dirá en qué casos es obligatoria o no la colegiatura
Pero no es la discusión de estas cuestiones la razón del presente artículo. El hecho es que en su celo por resguardar estos principios, el CNP en estrecha alianza con los dueños de los medios de comunicación, han establecido una guerra frontal a cualquier intento por incluir cualquier expresión alternativa o popular en los reconocimientos oficiales a la comunicación.
Al calor de la Revolución, los medios alternativos y comunitarios crecieron como flores en la pradera a lo largo y ancho de la Patria Bolivariana. Se extendieron como expresión de una de las más importantes y esclarecedoras conquistas populares: el derecho de los grandes conglomerados a expresarse mediante instancias donde prive la difusión de la verdad al servicio de la construcción del Poder Popular no mediatizada por el negocio informativo. La Revolución Bolivariana nos da la posibilidad de convertirnos en un pueblo de comunicadores. Esa es una parte importante del legado del Comandante Chávez.
El premio que desde hace varios años otorga la Gobernación del Estado Nueva Esparta a los periodistas lleva el histórico nombre de "Batalla de Matasiete". Razones de fuerza mayor obligaron a esta Gobernación Bolivariana a celebrar con cierto atraso el día del periodista, lo cual se realizó el viernes 6 de agosto del año 2.015 en horas de la mañana.
El Gobernador Mata Figueroa, luego de unas palabras de salutación donde alegó que todos los días del año, son el día del comunicador social, informó que ese organismo había decidido crear el premio Hugo Chávez como reconocimiento a representantes destacados de la comunicación popular.
Con la entrega de este premio el camarada Carlos Mata Figueroa resuelve un problema surgido desde hace varios años cuando significativos factores de presión impidieron el reconocimiento oficial a esta importante expresión de la revolución bolivariana y marca un hito que lo coloca como un gobernador de vanguardia en el desarrollo y reconocimiento de estas históricas conquistas de la revolución.
No podía ser de otra manera, ya que los medios alternativos y comunitarios del Estado Nueva Esparta, son el brazo comunicacional de la Revolución Bolivariana y el camarada Mata Figueroa y su gobierno no han hecho otra cosa que ser consecuentes con esos destacamentos del movimiento popular.
En la actividad realizada en el Hotel Venetur, invitados por la Gobernación se sentaron en la misma mesa los galardonados, tanto periodistas colegiados como comunicadores populares y contó con la asistencia de representantes de una treintena de radios comunitarias quienes junto a los periodistas de los medios de comunicación privados, participaron de una serie de rifas y finalmente degustaron un excelente desayuno.
De esos medios privados de comunicación impresos, tan solo el diario El Sol de Margarita, reseñó muy escuetamente la actividad, tenían que hacerlo ya que alguno de sus empleados fueron galardonados. Sin tan siquiera una mención en la primera página, este matutino margariteño lo definió como "un sencillo e íntimo acto", lo cual obviamente no se corresponde con la gran cantidad de gente presente, ni con lo abundante y exquisito del desayuno criollo obsequiado.
Seguramente esas consideraciones responden al gusto por las grandes rumbas a que son aficionados, donde lo que rueda entre otras cosas es el whisky en abundancia.
Pero lo más interesante de esa "íntima" información es que "El Sol" no nombró para nada el hecho histórico de que ese fue el evento de la entrega de la primera edición del Premio Hugo Chávez a la comunicación popular, donde una radio alternativa y un comunicador comunitario, recibieron el reconocimiento de su gobierno revolucionario.
Por esta razón empleamos este medio para transmitir la noticia. Para que una información sea veraz, tiene que ser completa. En la comunicación pública "omitir" también es una forma de mentir.
Ojalá que en otras instancias y entes gubernamentales cunda este ejemplo de la Gobernación revolucionaria y bolivariana del Estado Nueva Esparta, para que quienes trabajan en la hermosa y esforzada tarea de la comunicación popular, tengan el reconocimiento y el apoyo que merecen.