La solución al problema de alimentación, viviendas y artículos de interés público debe siempre estar en el foco de atención de los órganos de gestión económica. Cabe señalar que se han acumulado muchos fenómenos negativos en la asistencia médica y en la protección del hábitat del pueblo. No estamos adoptando medidas de labor práctica. De ahí la primera conclusión que se infiere de la experiencia de los dos años últimos: es necesario mantener y desarrollar el estado de apertura y transparencia informativa, que al pueblo le permitan manifestar su solución de los más importantes problemas sociales. Cuanto más profunda es la transformación que deseamos realizar, tanto más necesario es potenciar el interés y la actitud consciente hacia ella.
No es democrático que, fingiendo luchar contra las ambiciones de un grupo, contra sus pretensiones a la verdad "en última instancia", se impongan las ambiciones de otro grupo, sus parcialidades y sus aficiones, su punto de vista subjetivista. Con esto chocamos en los círculos políticos. Este fenómeno afectó también las organizaciones del Partido y las organizaciones sociales. Que todos conozcan a quienes se desvelan, de hecho, por los intereses de toda iniciativa. El pueblo debe saberlo todo y mantener bajo su control esta importante actividad.
Por eso, lo que necesitamos no es adoptar medidas parciales para mejorar el sistema de precios, sino realizar una radical reforma de la formación de su sistema: mayoristas, de compra, minoristas y tarifas. Me refiero no sólo al nivel de los precios, sino también a la manera de establecerlos. Está claro que los precios de los productos básicos deben establecerse centralizadamente, y es necesario considerarlo como parte integrante del plan estatal. Puesto que reviste inmensa significación política y social la reforma de los precios, ha de debatirla todo el pueblo.
La reforma de los precios mayoristas deberá sanear la situación económica y crear mejores condiciones para aumentar la eficiencia de la producción, ahorrar más recursos y mejorar la calidad de los productos. En cuanto a los precios minoristas, el cambiarlos, lejos de empeorar el nivel de vida del pueblo, deberá mejorarlo para algunas categorías de trabajadores, deberá mejorarlo para algunas categorías de trabajadores y propiciar una justicia social más completa.
Si nos ponemos a medir a todos por un mismo rasero, no quedará ni un solo trabajador concienzudo. Esto no es socialismo ni justicia social, sino igualitarismo y demagogia. Por cierto, algunos demagogos sociales se han infiltrado en ciertas de periódicos se han infiltrado en ciertas redacciones de periódicos. Es a los cuadros a quienes someten a duras críticas. Debemos ver el enorme aporte de los cuadros al proceso innovador. Claro que también los hay que convirtieron sus respectivos municipios en feudos propios. Esta gente hay que sacarla a la luz del día. Y, sin embargo, no debe perderse el respeto a los dirigentes, en general.
Entonces, ¿cuál es la verdadera cara de la Administración del "maduderismo"? ¿Está por buscar desenlaces y soluciones, o quiere definitivamente destruir todo lo que puede servir de base para avanzar, quiere excluir a sabiendas toda normalización? Nos hallamos ante un retrato sumamente desagradable de la Administración en Venezuela, dispuesta a emprender acciones de destructiva. O bien el Presidente no puede con la gente que le rodea, la cual respira literalmente odio contra la Revolución socialista y contra todo lo que puede encarrilar los asuntos del bachaqueo por la vía de la paz; o bien es él mismo el que lo quiere así.
¡Cuántos cambios no habrán ocurrido después de nuestra revolución, tanto en nuestra Caracas y resto del país, a cuántos procesos no habrá dado inicio nuestra revolución! Hay que ver todo esto objetivamente, sin dejarse dominar por ciertos conceptos y sentimientos parciales, pues no pueden basarse en tales sentimientos nuestra actitud ante lo logrado desde la Revolución Bolivariana, Socialismo y Chavista. De lo entonces ocurrió, responden los que estaban en el Poder. Sin embargo, ello no minimiza lo que tenemos ahora, lo que han realizado el Partido y el pueblo, pasando por todas esas pruebas. Las pérdidas fueron graves. Sabemos en qué redundaron los años 2013, 2014 y la mitad del año actual, cómo afectaron a los cuadros de dirección, al Partido, a la intelectualidad y a los mandos. No obstante, debemos ver la enorme fuerza encerrada en el Chavismo, en nuestro régimen, que soportó tan dura prueba, se enfrentó a muerte al imperialismo, al fascismo y los venció.
¡Gringos Go Home! ¡Pa’fuera tús sucias pezuñas asesinas de la América de Bolívar, de Martí, de Fidel y de Chávez!
¡Hasta la Victoria Siempre, Comandante Chávez!
¡Independencia y Patria socialista!
¡Viviremos y Venceremos!