Muchas expectativas se sembraron en la reunión de Quito entre nuestro presidente obrero Nicolás Maduro y el presidente de Colombia Juan Manuel Santos, teniendo como anfitriones a los presidentes de Ecuador Rafael Correa y el presidente de Uruguay Tabare Vasquez, aunque en las declaraciones de los cuatro mandatarios se hizo referencia que en la reunión prevaleció la sensatez y la disposición de la resolución del conflicto, no se hicieron esperar las especulaciones de la derecha sobre este histórico, necesario, y pertinente encuentro.
No creo que a estas alturas de la revolución, tengamos que recordar las intenciones de la oligarquía mediática de ambos países y la amenaza a sus hegemonías que representan los humildes del mundo, al día a día levantarse contra la política de exclusión promovida por los gobiernos de derecha, entre ella en la república Bolivariana de Venezuela el cual aunque lleva 16 años de democracia participativa y protagónica, viene resistiendo a los ataques de los entreguistas de la política neoliberal, los cuales en su época de gobierno dieron prioridad a los intereses del imperialismo norteamericano durante 4 décadas de puntofijismo burgués condenando a las grandes mayorías de esta patria a la barbarie capitalista recetadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, mientras unas pocas familias engordaban sus cuentas bancarias a costa de la soberanía y los derechos de los hombres y mujeres de la patria.
En referencia a las resoluciones acordadas en la reunión y leídas por el camarada presidente del Ecuador Rafael Correa, es importante puntualizar que son siete acuerdos consensuados entre ambos presidentes:
1. Retorno inmediato de los respectivos embajadores: este punto es el principal inicio de entendimiento para lograr la paz y la creación de una nueva frontera, muy por encima de lo que dijo o no dijo el Presidente Santos antes de la reunión, es pertinente recordar que al inicio de este conflicto la oligarquía apátrida se frotaba las manos ya que las diferencias conocidas y los intentos de provocación forman parte de la operación tenaza contra Venezuela, y la no presencia de los embajadores auspicia el alejamiento de los necesarios entendimientos y la aplicación de la democracia de micrófono.
2. Realizar una Investigación de la situación de la frontera: desde el inicio del cierre de la frontera con colombia, uno de las enfáticas propuestas por nuestro presidente fue exhortar a la UNASUR y CELAC a conformar una comisión que que hiciera una objetiva visualización de la frontera en aras de garantizar la veras defensa de la soberanía y de los intereses patrios por parte de Venezuela, mientras Colombia insistía en llevar este conflicto a tribunales internacionales.
3. Reunir lo equipos de Ministros inmediatamente para empezar a tratar los temas sensibles de la fronteras, reunión que continuará el miércoles 23 de septiembre en Caracas: esto demuestra la bilateral cooperación para el entendimiento y el respeto a las soberanías de los pueblos, así como la intención por lo menos de la república bolivariana de Venezuela en una nueva frontera sustentada en la paz.
4. La progresiva normalización de la frontera: este sin duda alguna es el punto mas polémico y mas difundido por los letrados del apocalipsis entre Colombia y Venezuela, sin embargo debemos resaltar el termino progresivo así como tener en cuenta que durante siglos tenemos acuerdos comerciales y sociales con la hermana república y los esfuerzos en esta reunión es buscar la paz y el entendimiento que la oligarquía y las mafias narco-paramilitar quieren entorpecer, ahora bien es necesario hacer mención que el Presidente Maduro en su programa en contacto con Maduro dejó claro que hasta que la economía fronteriza no este libre de paramilitarismo y contrabando la frontera seguirá teniendo restricciones.
5. La coexistencia de los modelos económicos, políticos y sociales de cada país: queda muy claro que este acuerdo el respeto a la autodeterminacion de ambos pueblos y el derecho de la república bolivariana de Venezuela en defender su soberanía en contra de cualquier ataque económico, político, militar, y social, bien sea extranjero o local.
6. Hacer un llamado al espíritu de hermandad y la unidad propiciando un clima mutuo de respeto y convivencia: punto que deja con los crespos hechos a las oligarquías peluconas de Colombia y Venezuela que incentivan al odio entre dos países hermanos para desatar un conflicto mayor.
7. Continuar trabajando con el acompañamiento de Ecuador y Uruguay: aquí se deja muy claro la contundente derrota de la OEA en sus pretensiones de hacerle el juego al imperialismo norteamericano en inventar a Venezuela como un estado forajido.
Por ello que nadie se deje engañar ante la desinformación de algunos medios y actores políticos, que buscan hacer ver esta histórica e importante reunión donde triunfo la paz y el entendimiento como una derrota de Venezuela, lo cual es antagónico a la realidad ya que en su mayoría los puntos aprobados fueron planteados públicamente por el presidente Nicolás Maduro antes de ese encuentro porque nuestra obtención es la construcción de una nueva América de la mano con la paz.