El problema "socio-económico" del gobierno

Se trata de analizar la actitud de los diferentes grupos dirigentes frente a los problemas del futuro del país. Se ha hablado de este problema en términos de desarrollo, ya sea de la economía, ya sea de la producción, ya sea de los nuevos datos de gestión. También se ha reflexionado sobre ello, después de haber consultado a la opinión del pueblo. Pero todavía no se ha logrado abordar de cerca el problema del funcionamiento de los sistemas político-sociales en los diferentes estamentos. Y es este funcionamiento, tan difícil de transformar, el que debe ser fuente y objetivo del desarrollo social. Con esta situación chocan actualmente todo el sistema dirigencial.

Cuando hablamos del problema de la transformación del clima general, no nos cansamos de insistir en la evolución de las actitudes y de la opinión. La importancia del desafío con que se enfrenta nuestro pueblo en razón del desarrollo de la evolución económica, técnica y social. La importancia de este desafío ha puesto en evidencia las dificultades con que tropieza ante problemas que lo rebasan. Advertimos puntos comunes: nuestro sistema es, en su conjunto, demasiado coherentes y dan la impresión de participar en un juego del que acaban siendo prisioneros.

La impresión de impotencia que experimenta nuestro pueblo se manifiesta de varias maneras. Por la pérdida de cierta fuerza de innovación. Por el sentimiento de no encontrarse ya en vanguardia, de no hallarse ya en primera fila en la lucha por el desarrollo sociológico y científico que condiciona nuestra sociedad. Por la convicción, en fin, de hallarnos distanciados y de carecer de los medios de participación activa en aquello que cuenta para el progreso colectivo.

Muchos insisten en la situación económica, sobre la importancia de las inversiones del Estado en el desarrollo de la economía. ¿Por qué? He aquí el problema. No se plantea únicamente en términos económicos, sino que pone en tela de juicio la capacidad de organización, es decir, la posibilidad de trabajar en condiciones diferentes, de utilizar la existencia de un gran mercado, de saber sacarle el provecho máximo y de adaptarse a él. El retraso esencial del Proceso "político-económico" parece ser, pues por encima de todo, un retraso en la capacidad de los medios de organización.

No se trata de "materia gris" en el sentido tradicional de la palabra, sino de medios de organización, de educación y de formación. Tenemos gente capaz de realizar una labor de investigación, pero carecemos de organismos aptos para desarrollar esta investigación a escala suficiente para triunfar en el mundo de hoy. Nuestras universidades se hallan en un estado de esclerosis y de dramática inferioridad, y nos es sumamente difícil transformarlas. Carecemos de inversión para la formación del factor humano y una institución con capacidad de formarlo.

Así, pues, el problema que se nos plantea es un problema de transformación del conjunto del sistema: de las empresas, del trabajo intelectual, de la educación, de la investigación. Parece que esta falta de poder de orientación proviene de cierta esclerosis, de una especie de voluntad, por parte de los grupos dirigentes actuales, de permanecer al margen del cambio.

Los esfuerzos en este sentido están mal dirigidos. Nos esforzamos en crear centros de producción; pero, con demasiada frecuencia, estos centros son falsas concentraciones, son conglomerados de producción, centralizados en el plano financiero, pero que siguen siendo, en lo que atañe a la gestión, tan endebles como el conjunto de las empresas que reúnen. Y así no se logra una verdadera creación de organizaciones más agresivas, capaces de desarrollo. Transformamos algunos sectores, creamos nuevas estructuras, pero, a fin de cuentas, la tradición sigue predominando y el conjunto no se renueva.

Para más vaina, el Gobierno está permitiendo el chantaje de los "empresarios", (no producimos cómprennos las empresas), no se puede aceptar tal chantaje, nada de comprar fábricas, lo que se tiene que hacer es expropiarlas sin remuneración. Ellos llevan quinientos años explotándonos, ya se beneficiaron con creces con lo que nos robaron. De esa manera se evita el chantaje.

¡Gringos Go Home! ¡Pa’fuera tús sucias pezuñas asesinas de la América de Bolívar, de Martí, de Fidel y de Chávez!

¡Chávez Vive, la Lucha sigue!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!



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Manuel Taibo


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