Tenemos que seguir batallando contra las maniobras de un sistema que busca las excusas para ser "excusado" y reconocer toda la excreta de sus formas y maneras de engañar a los pueblos.
No es distinto en Nuestra América así fue en la Argentina que se le entregó a la derecha bajo la ilusión de "cambios", ahora en la Venezuela post Chávez no encontramos en una disyuntiva y nos damos cuenta que en 15 años el peso de una subjetividad oportunista está viva, con suerte hemos de botalonear la ola de desesperanza de sectores medios por la inflación inducida y también por la contaminación administrativa, para decirlo bonito, donde desde adentro enemigos ocultos hacen juegos sucios sin medir las consecuencias a mediano y largo plazo, a ello se agrega el asedio al que somos expuestos de manera cartelizada e insistente desde adentro y desde afuera por una masiva intermitente y descomunal campaña descalificadora por todas las aristas posible de la imaginación.
Todavía tenemos fuerza, un pueblo que es mayoría que vio y siente en la Revolución Bolivariana sus sueños hechos realidad, ese pueblo está con sus pechos levantiscos esperando lo próximo hacer ante las agresiones veladas o descaradas de la derecha antipatriota.
El temporal se avecina, no el 6 de diciembre con las elecciones legislativas que tendrá mayoría de la fuerzas patriotas, sino el propósito artero del revocatorio presidencial en 2016, pero igual las fuerzas bolivarianas deben estar alertas, es evidente que la vanguardia revolucionaria recibirá un mensaje el próximo diciembre que deberá evaluarse vistas los objetivos de la derecha internacional para derrocar a Maduro como máximo objetivo.
¿Qué significado tiene ese hecho en el continente? Es lo que debemos evaluar, así como debemos analizar a fondo las razones de lo ocurrido en Argentina, es el momento del contragolpe inteligente, pero no con empresarios vacilantes ni con figurines de pantalla, es pueblo organizado, base social cohesionada en redes inteligentes movilizadas y fuerza cívico-militar organizada con su apresto de conciencia política, con unidad programática y sentido histórico.
Arreciarán los ataques económicos pero igual, el gobierno deberá arreciar la limpieza aguas adentro y por fin dar el golpe de timón que hace tiempo el presidente Chávez y Maduro han anunciado, es necesario, porque de allí depende la continuación de esta revolución.
La derecha vaticina lo que las ganas y las ambiciones le confieren, pero deseos no empreñan, y las maniobras las seguiremos viendo en los próximos días, habíamos dicho que necesitaban producir un evento trágico para inculpar al Gobierno, todavía lo pueden hacer, pero, nada de caer en provocaciones, la unidad, la serenidad y la paciencia son nuestra mejores armas ahora.