Ya es demasiado tarde para tomar medidas. Todo lo que pudo hacerse para evitar semejante descalabro debió realizarse antes de la tormenta. En enero el gobierno de Nicolás Maduro tendrá un poder absolutamente limitado, y se verá imposibilitado incluso de designar a sus propios Ministros. No habrá renacimiento, la MUD no lo permitirá, y tiene como evitarlo
La MUD logró una mayoría que en cualquier país del mundo sería casi imposible de lograr sin acuerdos. Lo logró aprovechando el mismo sistema desigual que el gobierno creó hace algunos años. El efecto bumerang fue devastador. El gobierno con el 42% de los votos tiene menos del 30% de los curules, la oposición con 58% tiene más del 70%. Para hacerse una idea de lo terrible de nuestro resultado, debe entenderse, que con la mayoría opositora es absolutamente inútil la presencia de los diputados del PSUV. Si están o no están, no cambian en nada la toma de decisiones de la Asamblea.
La MUD hoy tiene mucho más poder que el Ejecutivo, y lo saben. Tienen ansias de acabar con todo de inmediato, pero entienden que no les conviene. Por ello han ideado un plan de ruta obvio:
Enero → Ley de amnistía, creando la figura presidencial de Leopoldo López.
Enero, febrero → Designación de un nuevo TSJ y de nuevos poderes públicos, todos a la orden de la MUD. Nada se puede hacer para evitarlo.
Marzo → Destitución de Nicolás Maduro, amparada en supuestos actos de corrupción que devendrán de las auditorías de los poderes, y avalada por el nuevo Tribunal Supremo de Justicia. Aun cuando podremos gritar que se trata de un golpe de Estado, la verdad es que poco o nada nos servirá…
Abril → Poder constituyente invocado por la oposición, creando una Junta de Gobierno provisoria y trabajando a la par de la Asamblea actual. Con el mismo sistema circuital, o uno mejor estructurado, para obtener nuevamente una mayoría superior al 75% de los constituyentistas.
Es decir, en 6 meses, la oposición tendrá la bandeja servida para borrar de un soplido el mayor legado de Chávez, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y llevarse con ello el pensamiento Chavista y Bolivariano que tanto defendimos… Nada puede hacer el ejecutivo ante esta estrategia. Nada puede hacer Maduro para evitar las nuevas designaciones, su destitución y la eliminación de la Constitución actual.
Tendremos una Constituyente de Derecha, sin referendos aprobatorios, amparada por 4 Poderes al servicio de la MUD, publicitada por todo un aparato mediático que mantuvo un disfraz de "imparcialidad" pero que ahora volverá a su realidad apátrida y sin escrúpulos. Tendremos una constituyente en la que la propiedad privada será de nuevo el Alfa y el Omega de la "patria", en la que el trabajador será menospreciado nuevamente, en la que leyes de protección al obrero, por la salud, por la alimentación, serán vilipendiadas como obsoletas, imponiendo la Ley del Mercado.
ESTE ESCENARIO DE ABSOLUTA DERROTA DEL LEGADO DEL COMANDANTE CHÁVEZ PUEDE CAMBIAR, en parte, si el mismo Presidente Nicolás Maduro es quien convoca en enero a una CONSTITUYENTE REVOLUCIONARIA, y al mismo tiempo se sienta con absolutamente todas las fuerzas políticas de izquierda del país, las que forman parte del GPP, las que no lo conforman, las que se oponen, e incluso las que desde la oposición al ejecutivo tampoco se unen a la MUD. Si al mismo tiempo que convoca una Constituyente originaria, reflexiona profundamente sobre los errores de estos últimos años, y se deslastra de todos los factores y políticos parásitos que le rodean, si pide la renuncia de sus Ministros y pone sobre el tapete sus responsabilidades, si pide al pueblo chavista se unan, no para defenderlo a él, sino al proceso revolucionario del Comandante Chávez. Si al mismo tiempo que convoca una Constituyente originaria, alienta al pueblo a profundizar sus derechos ciudadanos, y a exigir paridad en la Asamblea constituyente.
No hacerlo, sería dejar que las fuerzas de la Derecha lo hagan, a su antojo y conveniencia. Hacerlo ahora, nos da una oportunidad de continuar la lucha revolucionaria, o por lo menos que sea el pueblo quién tenga la última palabra.
ESTÁ EN SUS MANOS PRESIDENTE. NO FLAQUEE EN ESTE MOMENTO, NO CREA QUE TIENE MARGEN DE MANIOBRA. SOLO LE QUEDA APELAR AL PUEBLO, Y ASUMIR SU TAREA. ¡POR CHÁVEZ, POR EL PUEBLO, VAMOS A UNA CONSTITUYENTE REVOLUCIONARIA!