Luego del impecable proceso electoral desarrollado en nuestro país el seis de diciembre 2015, se demostró que el Consejo Nacional Electoral tiene todas las condiciones de independencia y autonomía como poder Nacional en sus decisiones y manejo de actos de votación en Venezuela.
Es indudable que el tema económico ocupa un lugar resaltante como causa del revés electoral del chavismo. Ahora bien ¿Es sólo este problema de escasez y colas, el elemento que influye en esa derrota?
La respuesta puede tener múltiples argumentos. Pero indiscutiblemente, el problema de la revolución bolivariana en este momento histórico, es ético, la desviación de los recursos presupuestarios y el manejo doloso en la administración pública. El surgimiento de una cantidad de funcionarios corruptos, poseyendo bienes inalcanzables aún con un sueldos muy altos, dejan la idea de una descomposición acelerada en las estructuras gubernamentales.
¿Por qué las empresas expropiadas por el gobierno bolivariano, no son productivas? ¿Qué pasó con el capital invertido por el Estado venezolano para mantener activas y en plena producción, esas industrias? Es también corrupción mal utilizar los dineros públicos.
Todo análisis del nuevo escenario nacional, debe pasar por entender que el pueblo se cansó de la contradicción entre el discurso y la práctica de algunos dirigentes que mientras dicen de igualdad, viven como verdaderos oligarcas, sin poder justificar su nuevo modo de vida.
¿QUÉ HACER?
En el año 2005, el Comandante Chávez, declara el rumbo de la nación venezolana hacia el socialismo del siglo XXI dentro de las estructuras capitalistas establecidas. Venezuela siguió siendo un país monoproductor, rentista e importador. Se aplicaron medidas de inclusión social, pero la derecha supo manejar la psicología de la población venezolana, argumentando, que la escasez, inflación y las colas para adquirir bienes es culpa exclusivamente de la ineficacia del gobierno nacional.
Las perspectivas son indudablemente de redefinición, repolitización, crear un gran movimiento social y político con un discurso ajustado a la nueva realidad, identificado con las expectativas de progreso, producción y consumo. Manteniendo la orientación de carácter social.
Más de un 40% de los electores votó por el chavismo, existen condiciones objetivas que favorecen reactivar el movimiento popular para detener las políticas neoliberales del nuevo parlamento o Asamblea Nacional. Es un escenario político para darle cuerpo al poder comunal.
El Presidente Nicolás Maduro debe mejorar las relaciones con la empresa privada, deben fluir y sostenerse, acuerdos de reciprocidad, de sostenibilidad productiva y el bienestar social de los venezolanos. Hay que llegar a acuerdos con los grandes empresarios, aun conociendo de su relación directa con el capital transnacional y el poder político, manteniendo siempre el concepto de soberanía.
Mientras en Venezuela no se consolide una base productiva e industrial nacional que garantice el abastecimiento y consumo de los venezolanos, la importación de productos del extranjero será un lugar común y la negociación con los empresarios es inevitable para responder a esas demandas.