El año 2002, en el golpe de estado al entonces Presidente Hugo Chávez, las primeras medidas fueron la destitución de todos los altos funcionarios, disolución de los poderes públicos y la persecución a los partidarios del gobierno del Comandante Chávez.
Los que perdieron el poder en las elecciones de 1998, nunca aceptaron el advenimiento de un nuevo gobierno soberano, dirigido por un militar patriota, Bolivariano. Era de esperarse una respuesta violenta, que por cierto fue avalada desde la embajada de los Estados Unidos.
Se puede deducir como lógico que los que habían perdido el control de la renta petrolera después de muchos años usufructuándola, reaccionaran de alguna manera para volver a controlarla, pero lo que mucha gente desprevenida no tomó en cuenta era la confrontación de dos modelos de sociedad que no tendría pausa ni descanso, fueron 16 años de conspiraciones y guerra mediática nacional e internacional.
El método de la violencia nunca permitió que los opositores tuvieran posibilidad de acceder al poder. La estrategia fue cambiada y los últimos en tres años, debido a la crisis económica, la parálisis de las industrias del Estado y la guerra económica inducida por la empresa privada que produjo inflación, desabastecimiento y por efecto las grandes colas para adquirir los productos de consumo, creció un gran descontento en la población, lográndose voltear el cuadro electoral y el 6 de diciembre de este año 2016 fueron derrotadas las propuestas bolivarianas y triunfaron las fuerzas de la derecha.
¿QUÉ VIENE AHORA?
Indiscutiblemente, lo que no logró la oposición por vía del golpe de estado y el sabotaje petrolero en el 2002 y 2003, , lo va a tratar de obtener utilizando la Constitución Nacional, activando el referéndum revocatorio u otra modalidad establecida en la carta magna.
Mientras se organiza ese proceso de consulta popular, las colas permanecerán, la inflación será más alta y la escasez incidirá en la psicología popular para favorecer la campaña contra el gobierno y destituir al Presidente Nicolás Maduro.
La disolución de los poderes, es un objetivo que tiene la derecha venezolana si logran su cometido. Lo que no se pudo hacer durante el golpe de Estado, ahora lo pondrán en práctica, si toman la Presidencia, disolverán los poderes públicos, eliminarán el nombre de República Bolivariana de Venezuela, perseguirán, someterán a la dirigencia y militancia chavista entre otras medidas.