El arribo al parlamento nacional del Presidente de la Asamblea, acompañado por el encargado de negocios de la embajada de los Estados Unidos para el acto de instalación de ese poder legislativo, tiene un metamensaje diluido en la euforia de militantes ensoberbecidos de triunfo y de odio. La alianza opositora con un gobierno prepotente e invasor, imperial y terrorista como el yanqui está plasmada en la imagen insultante del servil y el amo. Bochornoso e infeliz escenario que refleja la macabra idea del golpe institucional o parlamentario desde antes de la juramentación de los diputados de la derecha que ahora son mayoría en el órgano legislador en la República Bolivariana de Venezuela.
Uno de los primeros actos anunciados por la Asamblea Nacional es la aprobación de una ley de amnistía, conociendo muy bien que esta decisión traerá un conflicto de poderes muy tenso y peligroso. Primero, por las diferentes causas que pesan en las sentencias de los llamados "presos políticos" o "políticos presos". Tomando en cuenta, que hay desde terrorismo, incitación a la violencia, asesinatos y delitos por corrupción.
Indiscutiblemente, la Asamblea Nacional es un bastión político estratégico para declarar la ofensiva política contra el Gobierno Bolivariano. La potestad de disolver la asamblea ante actos de desacato es una potestad del Ejecutivo Nacional, pero eso busca la derecha venezolana para iniciar una campaña internacional contra nuestro país y se declare a la nación venezolana, de parte de los organismos internacionales, un estado forajido para justificar la intervención militar extranjera.
La intervención militar no solo sería por una causa simplemente económica. Lo fundamental para el imperio gringo es reducir la conciencia nacionalista y patriota, masacrando a miles de venezolanos, buscaría empobrecer aún más a Venezuela con la guerra, crear un caos total y NOS haría más dependientes y atrasados. Debe recordarse que nuestro territorio ha sido un foco de irradiación de movimientos de liberación nacional y gobiernos soberanos.
Lo planteado por el sector de la derecha es disolver absolutamente todos los poderes, tomarlos y desde allí, rehacer las relaciones comerciales, militares y políticas con el gobierno de Estados Unidos, convertirnos de nuevo en su patio trasero. El mundo multipolar ideado por el Presidente Chávez quiere ser frenado para fortalecer la hegemonía unipolar norteamericana.
Al retirarse de la Asamblea Nacional las imágenes del libertador Simón Bolívar, el Comandante Chávez y la del Presidente Nicolás Maduro y con la juramentación de tres diputados impugnados en Amazonas, nuevamente se desconocen los otros poderes e indica la intencionalidad irrefutable de salir del Presidente de la República por referéndum o utilizando cualquier vía no constitucional. Amanecerá y veremos, la Fuerza Armada Nacional, tiene una gran prueba para demostrar con quién está.